Normas Principios Y Normas Regla

Normas principio y normas regla

Al hablar de derechos fundamentales se hace necesario distinguir con alguna puntualidad estos dos conceptos, que si bien es cierto cada uno enmarca una mirada propia, no deja de ser menos cierto que con una visión sistemática, terminan complementándose, armonizándose.

La distinción anotada apunta a un objetivo, este es, que el positivismo no entre con su fría estructura en un campo donde por la naturaleza de los asuntos que se tratan –los derechos fundamentales-, tienen que estar inmersos otros componentes tales como los criterios axiológicos, de valores o morales.

Las normas principio abren un abanico de posibilidades para darle solución a un conflicto en particular: el de los derechos fundamentales. Pues aquéllas, son una guía, una base, una directriz interpretativa de todo el ordenamiento jurídico. Como se dijo, su amplitud, su capacidad de hacer nexos, entraña mayor capacidad interpretativa y por lo tanto mayor capacidad resolutiva de los conflictos fundamentales del hombre.

El razonamiento utilizado desde la perspectiva de la norma principio apunta a unos ideales donde el hombre en toda su expresión, es el gran protagonista. Es allí donde podemos hablar de justicia, igualdad, equidad, valores. Como se ve, el espectro es amplísimo. Es un espacio donde el operador jurídico puede hacer una base interpretativa bastante amplia, sin perder el rumbo de una adecuada hermenéutica jurídica.

Las normas principio invitan a que un ordenamiento jurídico se delinee en espacios amplios. En el terreno de los principios de abren posibilidades interpretativas para cumplir con unos fines preestablecidos como es el caso del preámbulo de la Constitución Política de 1991. Ese gran ideal establecido en el preámbulo se acopla de mejor manera, en la esfera de las normas principio, donde su carga moral, ética, valorativa tiene su mayor expresión. Bajo la modalidad de las normas principio podemos hablar de gradualidad en la prestación, en la infracción del principio mismo.

El caso contrario ocurre con las normas regla, donde el rigor del positivismo se hace notar. La carga en la norma vista como regla, es que estamos casi bajo una forma matemática de ver los conflictos. Y si el conflicto trata sobre derechos fundamentales, que por su naturaleza tienen un carácter amplio, disímil, insospechado, la resolución del mismo bajo la óptica positivista, se hace estrecha e insuficiente.

Chinchilla en el texto trae como recordación que hubo un momento en que la Corte Constitucional aplicó una mirada reduccionista, simplista, exegética, en últimas una mirada eminentemente positivista para resolver los conflictos de los denominados derechos fundamentales. Tesis que no cuajó y fue desplazada prontamente por la mirada amplia de las reglas desde la perspectiva del principio.

La tutela o no de un derecho fundamental debe de ser resuelta

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