Proyecto Estado de la Nación
Enviado por pedre • 10 de Junio de 2013 • Tesis • 800 Palabras (4 Páginas) • 319 Visitas
El último informe del Estado de la Nación alerta sobre los altos niveles de contaminación sónica que se están dando en nuestro país. Por primera vez este informe incluye un apartado sobre Contaminación sónica alto: impacto urbano y escasa protección legal.
Para ello utilizó investigaciones que han venido realizando científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) desde hace diez años y que advertían sobre el incremento acelerado de este tipo de contaminación y sus efectos en el ser humano.
El XVIII Informe del Estado de la Nación cita la investigación del doctor en física y catedrático de la UCR, José Alberto Araya Pochet, quien en ese lapso realizó mediciones en cerca de 200 puntos del Área Metropolitana para evaluar la cantidad de ruido, utilizando sensores de sonido de última tecnología y metodologías aceptadas internacionalmente.
Entre los puntos donde se genera más ruido están los alrededores de los hospitales San Juan de Dios y de Niños y el tramo entre la entrada de por la Facultad de Derecho de la UCR y la Rotonda de la Bandera, donde la contaminación sónica supera los 75 decibeles.
Según sus estudios la contaminación sónica se ha quintuplicado como lo señala el Informe del Estado de la Nación, al establecer que “Un ejercicio realizado para este informe estimó la carga sonora por habitante, que representa el número de veces que las emisiones pueden sobreponerse a la voz humana.
Se encontró que entre 1980 y el 2011 se quintuplicó la capacidad de superar el nivel que compromete la comunicación oral”.
Clases interumpidas
La investigación de la UCR descubrió que un porcentaje muy alto de los centros educativos evaluados tenían contaminación significativa. Esa es aquella que puede llegar hasta 75 decibeles. Explicó el Dr. Araya “que 75 son diez decibeles más que el nivel de una conversación normal. Y diez decibles más significa en términos sensoriales el doble. O sea que el ruido es el doble de lo que producimos en una conversación normal, lo que obliga que se tenga que hablar a gritos”.
Agregó que más alarmante aún es que “encontramos 11% de sitios que tienen una contaminación superior a 75 y que puede llegar a 85 decibles. Estos puntos se catalogan como severamente contaminados. Tal es el caso de escuelas que están ubicadas cerca de rotondas, lo cual obliga a los educadores a estar interrumpiendo las explicaciones en sus clases”.
El experto de la UCR asegura que esto se debe principalmente al incremento de la flota vehicular del país, pero también es producto de un vacío en la legislación.
Explicó que nuestra ley es muy permisiva en cuanto a los niveles de sonido que pueden emitir los automotores y que “prácticamente estimula al ruido con vehículos, pues encontramos en legislación europea valores máximos
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