Proyectos de estado-nación implementados por las élites liberales y conservadoras de la primera mitad del siglo XIX.
Enviado por Paula Avila • 24 de Marzo de 2017 • Ensayo • 1.694 Palabras (7 Páginas) • 331 Visitas
En este presente escrito se dará a conocer los dos proyectos de Estado-nación que diseñan e intentan implementar las elites tanto liberales como conservadoras después de la mitad del S XIX en Colombia, y cuáles son los factores que explican el fracaso de uno y la pervivencia del otro; tomando como referencia a los siguientes atores: Frédéric Martínez, Charles Bergquist, Gerardo Molina y Marco Palacios.
“El reinado del radicalismo fue breve. Iniciando formalmente en el 63, y a los 15 años había entrado en el ciclo de la desintegración y la de la ruina”1 este momento dio nacimiento a la constitución de Rionegro creada en el 8 de mayo de 1863, esta constitución refleja el liberalismo radical que se estaba llevando a cabo en el país. Los liberales suprimen el nombre de Confederación Granadina y dan al país el nombre de Estados Unidos de Colombia.
Esta época se rige bajo las ideas federalistas de los liberales, “para los liberales decir federación era decir no solo libertad de las secciones, sino libertad del individuo”2 donde el desarrollo depende en primer lugar del estado y en segundo de la nación, con la constitución del 63, se pone en manos del gobierno muy pocas coas, ya que los liberales buscan que cada estado goce de autonomía e independencia del gobierno nacional.
“El país había caído bajo la licencia de las libertades civiles y del débil gobierno establecido” 3 en causa de la proclamación de libertades individuales de comercio, opinión, imprenta, entre otras. El gobierno consolida la separación de iglesia y Estado, sin embargo al igual que los conservadores garantizaban a los habitantes la profesión libre pública o privada de cualquier religión; a pesar de eso el liberalismo pretende oponerse a que una confesión cualquiera controlara la enseñanza oficial, en su afán de demostrar que “el ser humano es libre cuando tiene la capacidad de controvertir las ideas, ya que puede defenderse de regresivas y alienantes”4 implementan las escuelas experimentales en que enseñen científica y prácticamente la agricultura y la botánica, la geología y la minería, la veterinaria y la zoología junto con la economía rural; esto daría más tarde una perfección a la industria agrícola devolviendo a la nación los gastos que ella haya hecho a estos establecimientos civilizadores.
A pesar de que los liberales tuvieran resultados espectaculares respecto a la educación, su suerte fue distinta en otro campo que se consideró importante para el desarrollo de Colombia. Las vías de comunicación. Los liberales concebían la idea de que “Las entidades públicas no deben ocuparse de la construcción de vías, este ramo debe dejarse a la iniciativa privada sin otro auxilio por parte de los gobiernos”5 por lo tanto, uno de los factores de que el liberalismo no hubiera primado después de 1885, fue que hasta ese momento solo tenían construidos 300 kilómetros de ferrocarriles, y tras la era federal se dejó a los Estados la atención del servicio de la construcción del ferrocarril.
El asunto de las vías de comunicación fue una causa para establecer con caracteres de verdad innegable, de que no puede haber desarrollo firme sin financiación externa. Los problemas para construir obras públicas de amplitud, por el no tan buena manejo de los recursos o por falta de colaboración de las gentes acaudaladas, llevaron a los gobernantes de esperarlo todo del extranjero.
En este tiempo, se realizó un gran avance en la separación de Estado e iglesia a manos de Mosquera, el cual decretó la desamortización de bienes de manos muertas, medida con la cual nacionalizó las propiedades de la Iglesia en todo el país, determinando la protección de cultos, medida que prohibía a los clérigos ejercer como tales si no tenían permiso del gobierno6, este permiso se les concedía después de jurar obediencia a la constitución y las leyes de Colombia. Esto trajo consigo la expulsión de los Jesuitas.
Al hundirse el radicalismo en el 1885, y la consolidación de la constitución de 1886 que giraba en torno de las políticas conservadoras, se establece que la libertad absoluta no puede entenderse como un derecho, ya que los ciudadanos son la fuente de autoridad pero no como individuo, sino como participe en la universal razón que a toda la colectividad ilumina y gobierna7, el nacimiento de esta constitución determina que el desarrollo político y económico del país está fundado bajo el “Estado centralizado, con unidad de legislación, con un solo ejército y con la guarda del orden púbico a cargo del gobierno nacional”8
Estando la oposición liberal aplastada, “el país queda dotado del centralismo político, la limitación del sugrafio y la restricción de las libertades públicas”9 el orden social se impone no como una alternativa política, sino como la prioridad absoluta de los dirigentes, creando así un nuevo orden autoritario. Ya que el país no se encuentra lo adecuadamente “fuerte” para imponer la disciplina del orden social, por lo que Núñez llega a la siguiente conclusión:
“(...) Una sociedad como la nuestra, sacudida por tantos vientos desintegradores, no podía unificarse sólo con ingredientes políticos. Se necesitaban otros capaces de ir a los más recóndito del sentimiento y de la conducta. De allí la influencia creciente que le fue otorgada a la religión.”10
Era papel de la religión ahora reorganizar y regenerar a los individuos, es decir que la educación pública será organizada y dirigida en concordancia con la religión católica11, está ya no será obligatoria
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