Proyecto Humus

República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

U.E.N Juan Antonio Pérez Bonalde.

2º año de Ciencias Sección “E”

Ventajas del uso del Abono Orgánico “Humus de Lombriz” en los cultivos frutales y ornamentales.

CAPITULO I

1.1.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En los últimos años se ha hecho cada vez más evidente la degradación progresiva que esta sufriendo nuestro entorno. Es común hablar del deterioro del suelo, de los problemas ambientales generados por el proceso de contaminación del aire y del agua, de la perdida de la diversidad biológica, los cambios climáticos de la destrucción de la capa de ozono, del abuso de los recursos comunes del planeta. La fauna los microorganismo el hombre, elementos abióticos, el agua, el dióxido de carbono y el oxigeno y en general, por todos los elementos químicos y factores físicos, la energía que hacen posible la vida. Así como también nuestros problemas ambientales son resultados en parte del modo en que la sociedad venezolana se ha organizado en el territorio y hecho uso del ambiente para satisfacer sus necesidades de producción y consumo de bienes y servicios.

En ese sentido, estudios recientes muestran que la contaminación acumulada en el suelo reduce la producción agrícola y amenaza la agricultura sostenible. La consecuencia es una mayor dependencia de los abonos nitrogenados y un mayor riesgo de contaminación de las aguas por nitratos. Por consiguiente, los efectos de la contaminación se extienden más allá de lo que uno habría podido imaginar en principio. Así, por ejemplo, la pintura de un poste telefónico puede afectar a la productividad de los campos agrícolas, lo que a su vez acaba repercutiendo en la calidad de las aguas que llegan al consumidor.

Cabe destacar, que el nitrógeno es esencial para el crecimiento de las plantas y la agricultura hace que este elemento vaya agotándose del suelo. Para remediarlo, la agricultura convencional ha optado por la aplicación masiva de fertilizantes nitrogenados y el riego abundante. El problema es que las plantas sólo absorben la mitad de esos fertilizantes. El resto se filtra a través del suelo con las aguas de riego y acaba contaminando los acuíferos y ríos.

De acuerdo a lo expresado, la consecuencia es un exceso de nitratos en las reservas de agua, a veces a niveles que pueden afectar a la salud humana y ambiental. Se sabe que el principal efecto sobre la salud es la metahemoglobinemia, un trastorno que provoca limitaciones de la hemoglobina para transportar oxigeno a los tejidos. También hay indicios de que los nitratos pueden estar relacionados con la aparición de cánceres en el tubo digestivo.

En otro orden de ideas, el suelo es capaz de suministrar nutrientes a las plantas cuando se encuentran en equilibrio con él, como sucede en los suelos vírgenes. En los cultivos existen factores de desequilibrio que hacen imposible que lo anterior se cumpla. El primero es la fuerte exportación de material con lo cual se interrumpen los ciclos biogeoquímicos, además se introducen especies extrañas a la vegetación natural del suelo, con lo que se generan demandas para las que el suelo puede no estar preparado. Aun suponiendo que las demandas estuviesen acordes con la capacidad del suelo para suministrar nutrientes, no existe una diversidad adecuada que explore diversas posiciones del suelo y que demande proporciones diferentes, sino que se suelen repetir los cultivos intensificando determinadas demandas que impiden el desarrollo normal de la alteración mineral y de la mineralización orgánica. Por si todo esto fuese poco, se exigen unos rendimientos superiores a los que se generan en la vegetación natural.

De todo lo anterior se desprende la necesidad de adicionar una serie de elementos cuyo consumo por el cultivo excede a la capacidad de suministro del suelo, se hace imprescindible la utilización de los abonos. La nutrición vegetal utiliza una serie de elementos químicos en proporciones variables, entre los considerados micronutrientes destacan los llamados esenciales, nitrógeno, fósforo y potasio, que figuran en todos los planes de abonado de los cultivos.

En tal sentido, hay dos aspectos fundamentales en la adición de estos elementos al suelo, uno que ha de hacerse en forma iónica directa o fácilmente asimilables, y otra que nunca están constituidos por sustancias puras sino que van acompañados de una numerosa corte de elementos, algunos de los cuales pueden resultar nocivos para la propia planta, para sus consumidores o para las aguas, a las que pueden pasar por lavado del suelo.

En el caso de los abonos nitrogenados se ha de tener en cuenta que la forma asimilable por las plantas es, primordialmente, la nítrica y en segundo lugar la amoniacal, salvo en algunos cultivos, como el arroz, en que se hace de forma inversa. Las formas orgánicas no suelen ser directamente asimilables, salvo casos muy excepcionales. En lo que se refiere a los abonos nitrogenados, los mismos tienen un nivel óptimo de utilización superado el cual no existe incremento de rendimiento, por lo que los excedentes pueden ser lavados, si se encuentran en forma soluble o pueden ser arrastrados desde la superficie por las aguas de escorrentía, en ambos casos pueden llegar a las aguas freáticas o superficiales. Asimismo, su paso a las aguas, cuando es en forma excesiva, puede resultar tóxico para los animales y para el hombre. Los nitratos no son perjudiciales en si mismos pero pueden sufrir una reducción hacia nitritos e incluso nitrosaminas, que sí tienen toxicidad e incluso a las últimas se las considera cancerígenas.

Por todo lo anteriormente expuesto, mediante el desarrollo del presente trabajo de investigación se pretende estudiar la importancia del abono orgánico para la producción óptima de plantas y cultivos, además de significar un elemento que permite evitar el deterioro ambiental que se ha venido generando por la utilización de fertilizantes basados en sustancias químicas. Esto implica, el compromiso que tenemos los habitantes de la tierra en preservar un ambiente de la manera mas sana posible, ya que este influye en el bienestar de las personas, animales, plantas y la conservación de recursos que permiten la subsistencia de todos los seres vivos.

De acuerdo a lo anteriormente señalado, se presenta las siguientes interrogantes:

¿Cuáles son las ventajas del abono orgánico humus de lombriz en los cultivos frutales y ornamentales?

¿En que consiste la técnica del abono con el humus

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