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Psicoanálisis


Enviado por   •  17 de Mayo de 2014  •  3.999 Palabras (16 Páginas)  •  230 Visitas

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ANTECEDENTES

Históricamente la psicología ha sido una ciencia muy influyente en el estudio del sistema nervioso del hombre y su psiquis, siendo este conocimiento muy relevante en la manifestación de las conductas del ser humano. Grandes estudiosos en esta materia se han pronunciado en el tema de la expresión del cerebro, conciencia y alma en la realización de comportamientos delictivos de las personas, teniendo en cuenta factores que las rodean como la filosofía, moral, entorno social, factores económicos, culturales, creencias religiosas e incluso nivel de educación y costumbres.

El proceder de las personas que cometen delitos está marcado por las distintas circunstancias que lo rodean, por las experiencias que este posee e incluso los estudios y las diversas teorías que se tienen acerca de la psiquis en las conductas criminales se encuentran dirigidos a aspectos relacionados con factores antropo-biológicos que lo integran, inherentes a la personalidad del delincuente como Cesare Lombroso en sus estudios señala:

“Su profunda investigación fue volcada en su libro L’Uomo Delincuente (El hombre delincuente) de 1889, una obra que se explayaba sobre los rasgos característicos de los criminales. Además del hundimiento de las fosas occipitales, la lista incluía: caja craneana demasiado pequeña, muelas del juicio demasiado grandes, escasa vellosidad en el cuerpo, frente huidiza, arcos temporales pronunciados, mandíbulas fuertes y marcadas, fuerte desarrollo de cigomas (malares –huesos de las mejillas-), prognatismo (mandíbulas marcadas), fuerte pigmentación, cabello enrulado y espeso, defectos en las orejas, asimetría de la cara, y labios carnosos o hinchados. Sumó a estas características antropométricas otras de índole psicológica e intelectual; según este médico, los delincuentes carecían de sensibilidad y eran “psicópatas incapaces de sentir piedad y paradójicamente muy sentimentales”. Agregaba que eran perezosos, versátiles e hipócritas. El criminal nace criminal y está predestinado a delinquir. Para Lombroso es una especie humana distinta, que no podrá eludir su destino de criminalidad.” (pasarmiedo.com, 2014)

Así como la influencia de enfermedades que alteran el comportamiento de las personas, un ejemplo de ello es el caso denominado Burns y Swerdlow detallando el caso de

“un destacado profesor universitario norte americano y buen padre de familia de 40 años que súbitamente desarrollo un creciente interés de pornografía infantil que lo llevo a acosar a su hijastra pre- adolecente y a sus alumnos, por estos hechos fue reducido a prisión y allí se le descubrió un tumor cerebral en la parte derecha de la zona orbito frontal como consecuencia de unos crecientes dolores de cabeza. Siete meses después de una exitosa operación debido a su falta de peligrosidad, se le dejo en libertad. Tres meses más tarde volvió a sentir dolores de cabeza y nuevamente a coleccionar pornografía infantil. Una revisión con neuro imágenes demostró un crecimiento del tumor que lo condujo a otra intervención quirúrgica y como resultado final definitivo, desaparecieron las tendencias sexuales anómalas. La investigación arrojo que el profesor mientras padecía las consecuencias del tumor, se daba cuenta de su conducta desviada y actuaba sin poder reprimir su comportamiento axiológico. Las técnicas de las neuro imágenes permitieron en este caso hallar una explicación que frente a la norma jurídica unos años antes, se hubiera considerado simplemente como delito, sin atenuantes, y considerado como malvado o corruptor de menores. Las neuro imágenes pusieron en evidencias que el sujeto padecida de una enfermedad, y por la actitud funcional del cerebro no se le debía considerar culpable de una conducta punible” (Sánchez, 2011 p 63)

Al igual que los trastornos mentales, trastornos infantiles, trastornos orgánicos mentales, esquizofrenia, trastornos de la afectividad, trastornos paranoides, trastornos ansiosos, trastornos de la personalidad, trastornos comunes como la neurosis y la depresión. El cambio de los tiempos ha llevado a la sociedad en una lucha implacable contra el tiempo, en búsqueda de logros que no son de la esencia social, sino el anhelo individualista por satisfacer un deseo, dentro de la sobreoferta de bienes de consumo y de los elementos que la tecnología ofrece para eliminar el esfuerzo físico y mental, al punto que la gran mayoría de las actividades intelectuales, están suplidas por el atractivo cibernético que lentamente nos lleva a depender de una máquina para todos los procesos que antes era ocupación cotidiana del pensamiento libre y creado; lo que ha llevado a la ruptura generacional en casi toda la totalidad de la relaciones humanas dejando atrás aquella afirmación del destacado psiquíatra Jean Furtos direccionada por:

Aristóteles “los seres humanos somos animales políticos, definidos por tener lazos sociales organizados que nos permiten vivir en sociedad. Esos lazos son importantes y se sitúan en diferentes niveles: los íntimos y privados (familia, amigos, vida amorosa) y públicos (vecindad, trabajo, política), pero ninguno funciona independientemente, todos se relacionan entre sí.”

ELLO, YO, SUPER YO

Si bien entramos a hablar de la teoría del psicoanálisis, con la cual se pretendió explicar la actividad psíquica humana, se debe tener en cuenta como se dividió según Freud este aparato psíquico entendido y clasificado por tres instancias fundamentales que son: el ello, el yo y el superyó; haciendo referencia el primero al inconsciente que consiste principalmente en la manifestación psíquica de deseos y pulsiones denominas así a los impulsos derivados de las tensiones en el ser humano, y las necesidades del ello, así como las pulsiones carecen de objetos predeterminados y definitivos; también tienen diferentes fuentes y por ello formas de expresión, entre ellas: Pulsión de vida o Eros, pulsión de muerte o Thanatos, pulsiones sexuales, pulsión de saber, etc., el segundo a la instancia psíquica encargada de desarrollar mecanismos de defensa y que admitan obtener el mayor placer posible dentro del campo real, siendo gran parte de su contenido inconsciente; y el último surge como resultado de la decisión del complejo de Edipo y constituye la internalización de las normas, reglas y prohibiciones parentales; asimismo va ligado con la moral y el juicio que se desprende del yo.

Por otro lado el profesor: Rodolfo R. Llinás en el libro “El Cerebro y el Mito del Yo” afirma de manera contundente que: “los pensamiento, emociones, la conciencia o el yo, son estados funcionales del cerebro. Somos nuestro cerebro”

Teniendo en cuenta que el yo no es algo tangible, es un estado funcional del cerebro, no un

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