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Psicología Básica, Clínica y Psicobiología


Enviado por   •  12 de Marzo de 2015  •  Ensayo  •  4.022 Palabras (17 Páginas)  •  199 Visitas

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Psicología Básica, Clínica y Psicobiología

Universitat Jaume I Castelló.

Desde los inicios de la psicoterapia hasta nuestros días, han sido muchas las corrientes filosóficas, políticas y culturales que han influido, tanto en la forma de entender al ser humano, como en la naturaleza de la enfermedad mental y, por supuesto, los métodos y herramientas para “curar” al paciente. Es por este motivo que en el contexto de la psicoterapia se hayan generado distintas escuelas, entre las que destacan, la psicoanalítica, la conductual, la sistémica, la humanista o la cognitiva. Las escuelas cognitivas han sido quizá las que han adquirido un mayor protagonismo en la actualidad y su característica fundamental radica en tener como elemento fundamental de análisis al pensamiento. Citando a Enchiridion de Epícteto (siglo I d.C.) entenderemos mejor esta premisa; “No son las cosas en sí mismas las que nos perturban, sino las opiniones que tenemos de esas cosas”. De esta manera, no es un suceso lo que nos hace sufrir, sino el significado que tiene para nosotros, la interpretación del mismo, nuestra forma de entenderlo.

La homosexualidad es una más de tantas otras situaciones que están sujetas a interpretación, valoración o juicio. Desde la perspectiva cognitiva de la psicoterapia podemos afirmar que no es la homosexualidad en sí misma la que provoca sufrimiento en la persona homosexual ni en los demás, sino los pensamientos que esa persona tenga de este hecho. Siguiendo este argumento, es fácil entender que si el significado que tiene para una persona el hecho de ser lesbiana, gay, bisexual o transexual es negativo, aumentará su sufrimiento. Por ello, desde la psicología científica, se tomó la decisión de eliminar del Manual Estadístico de los Trastornos Mentales el diagnóstico de homosexualidad, despatologizando así a las personas que se sienten atraídas por personas de su mismo sexo (Conger, 1975). Más recientemente, en esta misma línia de eliminar la asociación entre enfermedad mental y orientación sexual, la American Psychological Association (APA), publicó en Diciembre del 2000 una guía de psicoterapia para lesbianas, gais, bisexuales, y otras orientaciones sexuales minoritarias (División 44/ Committee on Lesbian, Gay, and Bisexual Concerns Joint Task Force, 2000).

A pesar de los esfuerzos de muchas organizaciones por ofrecer una visión más sana y realista de las personas con una orientación sexual minoritaria y los avances en derechos civiles y humanitarios, seguimos percibiendo en nuestras sociedades la asociación entre conceptos negativos (enfermedad, pecado, depravación, promiscuidad, castigo, etc.) y homosexualidad. De hecho, 2/3 de la población encuestada por el General Social Survey en USA entre los años 1970-1980 consideraba que las conductas homosexuales son “siempre equivocadas” y un 56% de los encuestados opinaba igual en el año 1997 (Yang, 1997). Más de

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la mitad de los heterosexuales encuestados en 1992 expresaba disgusto hacia gays y lesbianas (Herek, 1994). Una revista Americana encontró que casi la mitad de las personas encuestadas creía que la homosexualidad era pecado (Newsweek Poll, 2000), y aproximadamente un tercio de la muestra encuestada por otra revista Americana (Americans on Values, 1999) consideraba que era una enfermedad física o mental.

Estos datos son muy relevantes por dos motivos, porque reflejan la ambivalencia social existente ante el fenómeno de la homosexualidad y porque refleja que vivimos en una sociedad marcada por la heteronormatividad. El heterosexismo, heterosexualidad o heteronormatividad se define como “sistema ideológico que niega, degrada y estigmatiza cualquier conducta, identidad o relación no heterosexual” (Herek, 1992).

Consecuencia directa de la sociedad heterosexista es, en primer lugar, la

Homofobia. El término “Homofobia” fue utilizado por primera vez por G. Weinberg (1972) para referirse a “la condena irracional a los individuos homosexuales cuya consecuencia es la violencia, deprivación y separación”. Para muchos autores el término Homofobia no recoge la totalidad del fenómeno psicosocial que implica, ya que, la Homofobia es más que un miedo irracional, más que una emoción, es un principio ideológico, una actitud, un sistema de creencias y valores que causa dolor a millones de personas por el hecho de tener una orientación sexual distinta a la de la mayoría y querer manifestarla en su entorno en busca del bienestar personal, familiar y social. Debido a esta falta de significado global del término Homofobia, se han planteado otros alternativos como; odio gay o lésbico, orientacionalismo sexual, heterosexualidad o heterosexismo (comentado anteriormente), prejuicio sexual o también no conformidad con la orientación sexual. Blumenfeld (1992) explica cómo la Homofobia opera a cuatro niveles de pensamiento interrelacionados:

1) Homofobia Personal: refleja un sistema de pensamientos (prejuicios) que entiende que las minorías sexuales no pueden hacer nada para cambiar su desafortunada situación, incluye el odio hacia ellos porque están trastornados psicológicamente o son genéticamente defectuosos ya que sus conductas y deseos no son naturales sino inmorales, reflejo del pecado o simplemente desagradables.

2) Homofobia Interpersonal: cuando las relaciones entre las personas están determinadas por los prejuicios. El resultado es la discriminación (insultos, burlas o aislamiento por parte de compañeros, amigos, familiares, etc.).

3) Homofobia Institucional: manifestaciones discriminatorias por parte de gobiernos, empresas, instituciones educativas o religiosas, etc.

4) Homofobia Cultural: expresada en las normas sociales y códigos de comportamiento que perpetúan la discriminación y la opresión. Como podemos observar, los pensamientos y actitudes negativas hacia las minorías sexuales se presentan en una gran variedad de formas. Posteriormente hablaremos de las consecuencias de la Homofobia a nivel social y cultural, ahora nos centraremos con mayor detalle en las consecuencias personales del heterosexismo.

Si el heterosexismo tiene como primera consecuencia el desarrollo de la Homofobia, en segundo lugar, tiene implicaciones psicológicas que se comienzan a gestar en el proceso de desarrollo de la identidad sexual del individuo.

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Diríamos que, el individuo que va creciendo y desarrollándose en una sociedad heterosexista, irá adquiriendo ideas y conceptos negativos hacia el resto de orientaciones sexuales de manera natural y por varios frentes, algunos de ellos, significativos para él (familia, contexto escolar, T.V., iglesia, etc.). Las fases para conseguir un bienestar emocional y psicológico relacionado con la identidad sexual serían (Reynolds & Hanjorgiris, 2000):ser consciente de mi orientación

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