¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO?

¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO?

Habitamos en un mundo en el que tratamos de adaptarnos. Gracias a nuestro sistema nervioso central (SNC), nuestra capacidad sensorial, la percepción y la memoria, obtenemos una primera información sobre el medio. A través del aprendizaje, que desencadena respuestas a la realidad que nos rodea, la especie humana reacciona a situaciones del ambiente.

Pero, cuando el ser humano se encuentra ante situaciones nuevas, difíciles o problemáticas, ha de utilizar la inteligencia y el pensamiento. Al pensar, la persona ya no trata con las cosas, sino que se relaciona con los símbolos o ideas de las cosas.

Los conceptos de inteligencia y pensamiento están interrelacionados, pero, según J. Piaget, es necesario distinguirlos.

La inteligencia es la solución de un problema nuevo para el sujeto, es la coordinación de los medios para alcanzar un cierto objetivo que no es accesible de manera inmediata; el pensamiento es la inteligencia interiorizada, y se apoya no sobre la acción directa, sino sobre un simbolismo, sobre la evolución simbólica del lenguaje, por las imágenes mentales, etc, que permiten representar lo que la inteligencia sensorio-motriz, por el contrario, va a captar directamente.

(Piaget: Problemas de psicología genética. Barcelona, Ariel, 1978, págs. 18-19.)

Inteligencia y pensamiento no son términos sinónimos. Al igual que en muchas actividades atléticas se exige un condición física adecuada y desarrollar un control motor, podemos decir que la inteligencia se relaciona con la «potencia bruta» del equipamiento mental de cada uno. Pero no es lo mismo la potencia bruta que el empleo hábil de ese equipamiento mental con el que nos referimos al pensamiento.

Por otra parte, el pensamiento está relacionado con el conocimiento. Un pensamiento hábil es la capacidad de aplicar el conocimiento de una manera eficaz. Por eso, aunque dos personas posean semejantes conocimientos, pueden diferenciarse en la habilidad para aplicar lo que saben. Pero, ¿qué es pensar?, ¿qué entendemos por pensamiento?

En la vida cotidiana se emplea el término pensamiento con diversos significados. Consideremos estos ejemplos: «pienso que Guillermo crecerá sano» («esperar»); «pienso que Leticia tiene razón» («opinar»); «durante meses estuve pensando en este asunto» («razonar», «valorar»); «estoy pensando cuál era tu nombre» (recordar). Estos ejemplos sugieren que las personas emplean el término «pensar» de forma ambigua.

Pensar puede ser un trabajo duro: diagnosticar correctamente una enfermedad, analizar situaciones complejas, evaluar argumentos, desarrollar un plan eficaz para resolver un complicado problema de organización. Sin duda, requiere esfuerzo.

Los psicólogos cognitivos emplean el término pensamiento para referirse a distintas funciones mentales. Tratan de indagar cómo elaboramos conceptos, cómo los seres humanos resolvemos problemas, cómo razonamos y tomamos decisiones, qué distorsiones cognitivas nos hacen cometer errores.

ELEMENTOS DEL PENSAMIENTO

Con frecuencia, cuando se intenta resolver un problema, se manejan elementos que están presentes y pueden manipularse. Pero, a veces, el ser humano se distancia de la realidad y opone entre las cosas y la mente «símbolos», que son representaciones de la realidad. Estos símbolos pueden ser imágenes, palabras o conceptos.

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