Requerimientos en Cebolla

Evaluación de control de fertilización con N-P-K en cebolla (Allium cepa L.)

 Patricio Crespo

Alumno de cuarto ciclo A Carrera de Ingeniería Agronómica, Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Cuenca.  Cuenca -Ecuador

RESUMEN

La cebolla es una hortaliza de gran importancia a nivel mundial, es una de las especies más sembradas debido a la gran demanda en los países, se desarrolla mejor a climas templados y es muy sensible a altas temperaturas. Para un desarrollo optimo se requiere la utilización de fertilizantes los cuales proporcionan un abastecimiento, disponibilidad, absorción, y utilización de elementos formados de forma inorgánica (N-P-K).

El experimento se llevó a cabo para determinar que dosis de fertilización es la más óptima para el crecimiento y desarrollo de la cebolla en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Cuenca. El trabajo inició con el trasplante de las 62 plántulas. Para evaluar la fertilización se dividió en 4 sub camas o (tratamientos) al total de plántulas evaluadas aplicando diferentes dosis de N, P y K y un control; T1 como tratamiento dosis media, T2 el tratamiento control, T3 como tratamiento de dosis alta, T4 el tratamiento dosis baja.

Se realizó los cálculos respectivos y se llegó a la conclusión que en total se debe aplicar 52 gramos de N; 22 gramos de Fósforo y 68 gramos de Potasio, los mismos que se dividieron para 4 aplicaciones cada 15 días a partir del trasplante, considerando el desarrollo fenológico de la cebolla.

Los pesos del bulbo presentan una diferencia significativa en el Tratamiento bajo (27,2 g), siendo el más bajo con respecto a los otros 3 tratamientos. En el caso del rendimiento podemos señalar que lo más significativo se da en el Tratamiento control (3500 kg/ha), el mismo que es superior a los Tratamientos Bajo y Medio y estando muy cerca del rendimiento del Tratamiento Alto.

Palabras Clave: Cebolla, Allium cepa, nitrógeno, fósforo, potasio, fertilización.

1. INTRODUCCIÓN

La cebolla (Allium cepa L) es una hortaliza de importancia socioeconómica, alimenticia y medicinal a nivel mundial. Esta especie solo es superada en superficie de siembra por el tomate, y constituye una alternativa para minimizar los niveles de pobreza y marginalidad en las regiones productoras. (Medina, 2008)

Es una especie de gran demanda en el país. Es muy sensible al medio y se desarrolla mejor en climas templados. En la región tropical, como consecuencia de las altas temperaturas y días cortos, la mayoría de las variedades no desarrollan bulbos y las que mejor se comportan, no muestran todo su potencial productivo. (Montenegro & Cárdenas, 2014)

La nutrición mineral se refiere al abastecimiento, disponibilidad, absorción, y utilización de elementos formados de forma inorgánica para el crecimiento y desarrollo de las plantas. La aplicación del uso de los fertilizantes en el siglo XX se incrementó notablemente hasta cerca de 400% entre 1960 a 1985 en ciertos cultivos y algunos de estos incrementaron sus rendimientos más del doble. Estos incrementos fueron los resultados del uso de los fertilizantes inorgánicos especialmente Nitrógeno, variedades de altos rendimientos y mejor uso del agua mediante sistemas de riego.  (Mata et al., 2011)

El nitrógeno con frecuencia es el nutrimento limitante en los agroecosistemas, por ello se aplica en altas cantidades en cultivos, en el que los agricultores con el propósito de obtener altos rendimientos y por carecer de información técnica sobre el uso y manejo de los fertilizantes nitrogenados, aplican dosis superiores a 600 kg de N ha-1 (Cárdenas et al., 2004)

El fósforo (P) es uno de los 17 nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Sus funciones no pueden ser ejecutadas por ningún otro nutriente y se requiere un adecuado suplemento de P para que la planta crezca y se reproduzca en forma óptima. El P se clasifica como un nutriente primario, razón por la cual es comúnmente deficiente en la producción agrícola y los cultivos lo requieren en cantidades relativamente grandes. La concentración total de P en los cultivos varía de 0.1 a 0.5 %. (Sultenfuss, Doyle & Boards, 1999)

El potasio es absorbido como ion pot·sico K+ y se encuentra en los suelos en cantidades variables, el fertilizante pot·sico es aÒadido a los suelos en forma de sales solubles tales como yoduro pot·sico, sulfato pot·sico, nitrato pot·sico y sulfato pot·sico magnÈsico (Tisdale y Nelson, 1982).

Llega a las raÌces de las plantas por transporte en la soluciÛn del suelo y su concentraciÛn determina cuanto potasio alcanza las raÌces en un momento dado. Se debe conocer que los niveles de potasio soluble del suelo son solamente indicadores de disponibilidad moment·nea. Para la exitosa producciÛn de cultivos es mas importante que se mantenga la concentraciÛn de potasio en la soluciÛn del suelo a un nivel satisfactorio a travÈs del ciclo de cultivo (RamÌrez, 1991).

1. Materiales y métodos

El experimento se llevó a cabo en un invernadero de estructura de plástico de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Cuenca (2.556 msnm) en el año 2017. El material verde se consiguió en un semillero cercano a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Cuenca; todos los especímenes se encontraban en buen estado germinativo y saludable. El trabajo inició con el trasplante de las 62 plántulas de cebolla en una cama de 30 cm de ancho y una longitud de 570 cm. El distanciamiento entre plantas es de 20 cm y 15 cm entre surco. Cada plántula fue sembrada a una profundidad aproximada de 10 cm de forma circular cortando las raíces 0.3 cm por el estrés que sufre la planta al ser trasplantada. Para evaluar la fertilización se dividió en 4 sub camas o (tratamientos) al total de plántulas evaluadas aplicando diferentes dosis de N, P y K y un control; quedando T1 con un total de 16 plántulas como tratamiento dosis media, T2 con 15 plántulas el tratamiento control, T3 con 16 plántulas quedó como tratamiento de dosis alta, T4 con 15 plántulas el tratamiento dosis baja.

En cada tratamiento (alta, media, baja y control) se fertilizaron en su totalidad, en una proporción de 90-40-120 de N-P-K para una hectárea según (Nwaduwke & Chude, 1995). Se realizó los cálculos respectivos y se llegó a la conclusión que en total se debe aplicar 52 gramos de N; 22 gramos de Fósforo y 68 gramos de Potasio, los mismos que se dividieron para 4 aplicaciones cada 15 días a partir del trasplante, considerando el desarrollo fenológico de la cebolla.

 Contenido de nutrientes y días de aplicación del fertilizante en gramos de cada tratamiento.

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