Resumen razon y ser de estructuras

CAPITULO 1: Planteamiento general del problema

El cálculo es una herramienta usada para prever las formas y dimensiones de una obra, para comprobar que sean aptas de soportar las cargas a las que está sometida, es el paso de la abstracción (una idea del proyecto) a una realidad numérica.

Para entender un proyecto hay que analizar el conjunto completo (es absurdo construir una viga, sin saber si el edifico necesita vigas o no). Ver el problema desde un punto de vista más general.

En todo problema planteado se tiene una finalidad esencial y otras accesorias. Por ejemplo, la finalidad esencial de un edificio no es perdurar a lo largo del tiempo, sino la de aislar un volumen del exterior, sostener cargas fijas o móviles y la de contener empujes de tierra, agua, etc.

La finalidad primaria va acompañada de otras obligatorias, que dan variabilidad y personalidad a la construcción. Hay que saber diferenciar lo esencial, lo conveniente y lo accesorio.

Una obra debe ser resistente y estable, por lo tanto, el material del que está hecha la construcción debe mantener sus propiedades ante cualquier agente o situación. Para esto se tiene en cuenta la calidad del material, con relación al costo (y los beneficios que ofrece a la obra), sin olvidar el precio de la mano de obra y otros gastos generales.

La funcionalidad del edificio genera condiciones estructurales que hay que cumplir, atendiendo las limitaciones económicas, el plazo de construcción (a mayor rapidez, mayor costo) y la estética. Todas estas condiciones están relacionadas entre sí y deberían ser tomadas en cuenta equilibradamente en el momento de proyectar.

Podemos decir que para el planteamiento de un proyecto hay que basarse en cuatro premisas:

La funcionalidad estructural, la función utilitaria, la estética y la limitación económica.

El resultado final se comprende en el tipo estructural, sus formas, dimensiones estéticas y el proceso de ejecución. Estas variaran según el material que se utilice, y no se puede nunca cumplir estas exigencias totalmente sino satisfacerlas en la mayor cantidad posible.

CAPITULO 3: Los Materiales Clásicos

Cada material expresa un mensaje y que para entenderlo hay que conocer sus propiedades, que son divisibles en 4 grupos: pétreos, madera, metálicos y hormigón.

El primero, los pétreos, son los más antiguos. Monolíticos o mampuestos, son los materiales más comunes en la construcción. Las mamposterías, como fue demostrado a través del tiempo, resultan más eficientes cuando se utiliza con mortero que cuando es utilizada la técnica de piedra en seco, incluso se logra reducir el espesor del muro a construir, que era uno de los mayores problemas y limitantes dentro del área constructivo. Las piedras más trabajadas y de mejor calidad son las más caras y generalmente solo utilizadas en obras de carácter monumental o de alta calidad, como se muestra a través de la historia en el periodo clásico y se mantiene hasta ahora. Las características de las piedras en general es que son ideales para esfuerzos de compresión, resuelven problemas estructurales de manera efectiva, y son fundamentalmente usadas en los cimientos de las construcciones.

La variante de las piedras, el ladrillo, es el material creado por el hombre que conjuga los cuatro elementos de la naturaleza: aire, agua, tierra y fuego. Barro (tras el amasado y moldeado) se hace piedra al fuego de una caldera, es decir cambia sus propiedades, volviéndose en uno de los materiales más accesibles y efectivos. Módulos pequeños -cada ladrillo- conjugándose con muchos otros, crea muros y ambientes que transmiten alegría, calidez, espacios personales, vibrantes, humildes, todo gracias a la textura única que posee cada ladrillo. En el caso del adobe y el tapial, estos no son considerados para el análisis estructural ya que sus capacidades a veces resultan inapropiadas, pero son altamente utilizados en viviendas rurales, transmitiendo entonces sentimientos del pueblo.

El hormigón. Elemento que sustituye la piedra por un producto mecánico, industrializado. Es de enorme utilidad y se ha vuelto el material clave para la construcción en la actualidad. Con este material, se alcanza una libertad de formas que son difíciles de resolver utilizando otros, aunque está limitado ante el costo elevado del encofrado. El hormigón es un material frangible, trabaja efectivamente a compresión y este se vuelve más resistente a medida que sus partículas se van asentando con el tiempo. Las deformaciones de igual manera se dan, y son mayores cuando es más antigua la construcción. Otras características son que es tan adecuado como el ladrillo, requiere cierta impermeabilidad porque es afectado por la humedad frecuentemente, y resulta más complejo que las piedras. Su aspecto sin embargo es poco expresivo, monótono, liso, pero a la vez inspirador y muy apto para complementar a otros materiales.

Por último, se considera al terreno como material estructural. El tipo de suelo es un factor determinante para la elección del tipo de cimientos a utilizar, y es importante analizar las condiciones de este, ejemplo: la arena muy fina crea mucha fricción entre sus partículas y el elemento, entonces se debería usar cimientos profundos.

CAPITULO 17: La expresión estética.

Se trata de comentar los valores objetivos en relación con lo que tiene de estructural, dentro de las tendencias de la sociedad. Para hacer un juicio estético se requiere tanto el sentimiento artístico como la preparación técnica.

Lo estético es mucho más difícil que lo técnico, la belleza de la arquitectura requiere la verdad en su aceptación de correlación perfecta entre el fondo real y la forma aparente de la obra. En lo estético no se puede exagerar, y solo en el punto medio de la obra se encuentra la virtud. En ningún estilo o técnica constructiva, la obra es capaz de separarse de la estructura como hoy en día. Se considera mentir u ocultar la verdad de la arquitectura si a un muro de mampostería se le pone un revestimiento de piedra, se oculta la verdad y por ende la belleza de la arquitectura, por eso esta técnica se considera antiestética. La verdad como perfección es una condición necesaria, pero no debe llevarse al extremo, sino que debe acomodarse estrictamente a las dimensiones y formas óptimas.

Lo primero que se observa en una obra es la cualidad estética, es la cara de la obra que nos habla y nos da una idea de que pensó el arquitecto al hacerla, y sin embargo es a la que menos importancia se le da. Si se descubre un nuevo material, la condición estética es la última en aceptarlo, porque debe descubrir las diferentes facetas y formas que puede producir el nuevo material descubierto y eso lleva su tiempo. Cabe destacar que no se puede evitar la presencia de elementos ocultos como es el caso del hormigón armado, con respecto a sus varillas. Las estructuras nunca tuvieron la personalidad que hoy tienen, en la que se interesa combinar la forma artística con la resistente, sobre todo en las obras en las que predomina la estructura. Se pretende que la belleza no salga de lo ornamental sino de la gracia de las líneas, de la proporción de masas o de sus formas. Entonces hablamos de un arte estructural.

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