SEMIOLOGÍA UROLÓGICA Y DEFINICIONES
Enviado por 20140522 • 24 de Noviembre de 2014 • 2.158 Palabras (9 Páginas) • 219 Visitas
Urología
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TEMA 1. SEMIOLOGÍA UROLÓGICA Y
DEFINICIONES.
• Hematuria microscópica: > 5 hematíes por campo. La causa más
frecuente en ambos sexos es la litiasis. La causa mas frecuente
en varones mayores de 50 años es la hiperplasia benigna de
próstata.
• Hematuria macroscópica: orina de aspecto rojizo a simple vista
>50 hematíes por campo. En paciente fumador en ausencia de
otros síntomas sospechar tumor urotelial.
• Piuria: > 10 leucocitos por campo. Altamente inespecífica pero
en presencia de síntomas urinarios sospechar infección.
• Síndrome miccional: polaquiuria (aumento en la frecuencia miccional),
urgencia miccional (necesidad imperiosa e irrefrenable
de orinar) y disuria (molestias urinarias inespecíficas referidas
como ardor, escozor etc...).
• Incontinencia urinaria: pérdidas involuntarias de orina. Existen
cuatro tipos principales:
- Continua: de día y de noche, en todas las posiciones. La causa
más frecuente es la fístula urinaria ( preguntar antecedentes
quirúrgicos previos) y la segunda el uréter ectópico (es la
causa más frecuente en niñas).
- De esfuerzo: Se desencadena con el aumento de presión
abdominal (al reír, toser, cargar con peso). Generalmente
producida por un déficit de soporte de la musculatura perineal
(revisar antecedentes obstétricos, pacientes obesas,
pacientes añosas...).
- De urgencia: el paciente siente ganas de orinar, pero no le
da tiempo a llegar al baño (Provocadas por contracciones
involuntarias del músculo detrusor).
- Mixta: Generalmente combinación de las dos anteriores.
- Paradójica: escape de orina debido a la sobredistensión
vesical. El ejemplo típico es el paciente prostático con retención
urinaria. La presión intravesical supera a la presión de
cierre del esfínter uretral produciéndose un escape de orina
paradójico ( No puede orinar y sin embargo se le escapa la
orina)
• Enuresis: pérdidas de orina exclusivamente durante el sueño.
Si el niño es mayor de 6 años debe ser estudiado.
• Crisis renoureteral: dolor lumbar frecuentemente irradiado a
genitales, de carácter agudo, cuya intensidad del dolor no se
modifica por los cambios posturales, y que se suele acompañar
de náuseas, vómitos y malestar general. Es muy raro que sea
bilateral.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA HEMATURIA MACROSCÓPICA.
• Según el momento de aparición:
- Inicial: sangrado uretral o prostático.
- Final: sangrado del cuello vesical.
- Total: vesical o del tracto urinario alto. Se debe recordar
que un sangrado importante de cualquier parte del aparato
genitourinario puede provocar hematuria total.
• Hematuria con coágulos: indica un problema urológico. La causa
más frecuente en mujeres es la cistitis hemorrágica, aunque la
primera causa a descartar es una neoplasia urotelial máxime en
paciente fumador.
• Hematuria por nefropatía médica: no suele tener coágulos, y se
suele acompañar de cierto grado de proteinuria, así como de cilindros
eritrocitarios o de hematíes dismórficos en el sedimento
urinario.
TEMA 2. INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO.
CISTITIS INTERSTICIAL.
La infección del tracto urinario (ITU) puede clasificarse de varias
formas. Podemos hacer una división anatómica entre ITUs altas
(infecciones renales) e ITUs bajas (cistouretritis, prostatitis). La
clasificación puede basarse también en la asociación o no de complicaciones.
Una ITU no complicada es un cuadro clínico caracterizado
por la presencia de escozor miccional, urgencia y frecuencia,
acompañado o no por hematuria terminal, dolor hipogástrico y
más raramente febrícula. Dentro de este grupo podemos incluir las
pielonefritis no complicadas que se presentan como cuadros febriles
con hipersensibilidad en fosa lumbar, fiebre, náuseas o vómitos y
sin los factores que convierten la ITU en “complicada”: presencia
de catéteres, uropatía obstructiva, reflujo vesicoureteral, anomalías
anatómicas, insuficiencia renal o trasplante renal. La ITU en el varón
debe considerarse esencialmente “complicada” de entrada.
La reaparición de una infección tras el tratamiento puede ser
debida a reinfección o recidiva. El primer término expresa la infección
nueva por un germen distinto al inicial, mientras que recidiva
indica infección por el mismo germen. Esta última es mucho más
infrecuente que la reinfección y puede estar ocasionada por litiasis
infectiva, prostatitis crónica, fístulas vaginales o intestinales, divertículos
vesicales infectados, cuerpos extraños, necrosis papilar
infectada y otras causas que generan un reservorio de microorganismos
difícilmente eliminables con el antibiótico.
2.1. Patogénesis y etiología.
Existen tres posibles vías por las que los microorganismos pueden
alcanzar el tracto urinario: hematógena, linfática y ascendente. La
vía linfática parece carecer de importancia real. La diseminación
hematógena tampoco es frecuente. La más frecuente es la ascendente
iniciada en la uretra. Por ello, probablemente es mucho más
frecuente la ITU en mujeres, dado que su uretra es muy corta.
Otro dato que apoya la importancia de la vía ascendente es la
frecuencia de infección tras el cateterismo uretral, que es del 1% en los
pacientes ambulantes y en tres o cuatro días alcanza a casi la totalidad
de los pacientes sondados con sistemas de drenaje abiertos. En los
enfermos hospitalizados el riesgo de infección alcanza un 5% por cada
día de sondaje, incluso con sistemas cerrados (MIR 01-02, 103).
Una vez que las bacterias han alcanzado el tracto urinario tres
factores determinan el desarrollo de la infección: 1) la virulencia
del microorganismo, 2) el tamaño del inóculo y 3) los mecanismos
de defensa del huésped.
La mayoría de las infecciones en la comunidad están producidas
por gérmenes gramnegativos, principalmente E. coli, responsable
del 85% y en menor proporción Proteus, Klebsiella o Pseudomonas
(MIR 97-98, 215). Entre los grampositivos únicamente el Staphylococcus
saprophyticus tiene relevancia, produciendo
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