SISMO 2017

Escombros, miedo e incertidumbre

El día de ayer, 19 de septiembre de 2017 a las 13:14 horas, un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter sacudió a la Ciudad de México. Teniendo el epicentro del terremoto en San Felipe Ayutla, Puebla, este dejó a su pasó múltiples daños en diferentes puntos de la ciudad y de la zona metropolitana, llegando a tener afectaciones en Morelos, el valle de Texcoco entre otras localidades. Mucha gente perdió su hogar, sus lugares de trabajos, sus escuelas, y muchas otras personas perdieron la vida.

Es la primera vez desde la instalación de la alerta sísmica en la CDMX que esta suena tiempo después de haber iniciado el terremoto, por esto muchas personas no pudieron evacuar los lugares en donde se encontraban. “Sentí como se azotó el piso y la alarma se tardó como 30 segundos en sonar” nos cuenta Brian Macazar, un joven estudiante de la ENP No. 4, quién se encontraba en su domicilio, ubicado en un sexto piso y no pudo abandonar el inmueble por lo que vivió el terremoto desde adentro. “Las cosas de las repisas se empezaron a caer al piso y las escaleras del edificio comenzaron a crujir horrible y pensé que se iban a romper. Ya no tenía esperanzas de salir vivo de ese momento y desde mi ventana pude ver como se derrumbaba una construcción cercana, se rompieron muchos vidrios y los cables de la calle sacaban chispas, fue como una pesadilla de acción”. Como Brian, muchos otros ciudadanos no pudieron abandonar sus hogares, teniendo que permanecer dentro durante lo que probablemente fue el minuto y medio más largo de sus vidas, muchos otros también intentaron salir a toda costa del lugar en donde estaban, cómo nos cuenta Gisel Cabrera, joven estudiante de la EST. No 40, “a lo lejos se escuchaban gritos de personas diciendo que estaba temblando y en la puerta del salón el profesor evitaba la salida, no recuerdo el momento en el que todos pudimos salir y movernos al punto de reunión, pero ya estando ahí uno asimila lo que seguía pasando”. Las personas inmersas en el miedo y la desesperación por la situación buscan ponerse a salvo de la forma que sea, no sabes se trata de algo de vida o muerte, pero en distintos videos capturados al momento del sismo y en los testimonios nos percatamos de personas queriendo estar a salvo, o tratando de buscar a sus seres queridos, unos se encontraban cerca, pero muchos otros también fuera de su hogar, por lo que contactar a las personas importantes se convirtió en una prioridad “mi familia completa se encontraba reunida por x o y razón en mi casa por lo tanto lo importante era llegar a mi casa, durante el recorrido de regreso se podían observar edificios dañados, puentes tirados y las sirenas de las ambulancias sonar, supongo que en ese momento muchos no sabíamos la magnitud de los daños. Al llegar a mi casa mis abuelos ya esperaban mi llegada, mis papás y mis tíos habían salido a buscar a los demás integrantes” cuenta Gisel. Pero esto no fue fácil para todos, ya que el día de ayer después del sismo múltiples servicios comenzaron a fallar, principalmente los de comunicación, no salían las llamadas, ni los mensajes, el servicio de datos móviles de las compañías se volvió inútil, y usar WI-FI no era una opción, ya que no había energía eléctrica en toda la ciudad.

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