SOCIOLOGIA
Enviado por yiyuntao • 10 de Septiembre de 2013 • 5.205 Palabras (21 Páginas) • 212 Visitas
ACTIVIDAD 1.
Lleve a cabo una búsqueda en diarios, revistas, internet u otro medios y mencione dos hechos ocurridos en la ciudad donde reside, que han sido estudiados por las ciencias sociales. Describa las principales características de estos mismos hechos y la relación con lo que estudia la Sociología. Cite las referencias Bibliográficas empleadas. (5 ptos)
1983:
26 DE ENERO: OCHO PERIODISTAS SON ASESINADOS EN LA COMUNIDAD CAMPESINA DE UCHURACCAY (AYACUCHO)
Hace 30 años (26 de enero 1983), ocho periodistas (Jorge Sedano, de La República; Eduardo de la Piniela y Pedro Sánchez, de El Diario de Marka; Willy Retto y Jorge Mendívil, de El Observador; Amador García, de Oiga; Félix Gavilán y Octavio infante, periodistas ayacuchanos) fueron asesinados en Uchuraccay (Huanta, Ayacucho) junto con Juan Argumedo, el guía, y su amigo Severino Morales. Los periodistas fueron a Uchuraccay para tratar de averiguar lo que había ocurrido una semana antes en Huaychau y saber si era cierta la versión oficial de la muerte de 6, 24 o 25 senderistas por manos de comuneros campesinos de la región. Pagaron con sus vidas por el atrevimiento de ir a donde no los invitaron. No sabemos aun lo que ellos, el guía Juan Argumedo y su amigo Severino Morales vieron.
Mario Vargas Llosa presidió una comisión oficial de investigación de esa tragedia y entregó —luego de un mes de trabajo y una visita de 4 horas a Uchuraccay— un Informe cuyas tesis más importantes podrían ser apretadamente resumidas en cinco: 1. Se trató de un lamentable malentendido entre el Perú oficial y el Perú real —“moderno” y “tradicional”— porque los llamados indios de Uchuraccay habrían confundido las cámaras fotográficas de los periodistas con las metralletas de los senderistas. 2. Los atacaron de lejos, a pedradas, porque creyeron que eran senderistas que llegaban con una bandera roja. 3. Las Fuerzas Armadas no tienen responsabilidad alguna en ese crimen. 4. Culpables de lo ocurrido por ese fatal desencuentro seríamos todos los peruanos y peruanas. 5. Un perdón general sería el camino para lograr la reconciliación de las dos mitades enfrentadas del país.
Mario Vargas Llosa presidió una comisión oficial de investigación de esa tragedia y entregó —luego de un mes de trabajo y una visita de 4 horas a Uchuraccay— un Informe cuyas tesis más importantes podrían ser apretadamente resumidas en cinco: 1. Se trató de un lamentable malentendido entre el Perú oficial y el Perú real —“moderno” y “tradicional”— porque los llamados indios de Uchuraccay habrían confundido las cámaras fotográficas de los periodistas con las metralletas de los senderistas. 2. Los atacaron de lejos, a pedradas, porque creyeron que eran senderistas que llegaban con una bandera roja. 3. Las Fuerzas Armadas no tienen responsabilidad alguna en ese crimen. 4. Culpables de lo ocurrido por ese fatal desencuentro seríamos todos los peruanos y peruanas. 5. Un perdón general sería el camino para lograr la reconciliación de las dos mitades enfrentadas del país.
Durante los meses que siguieron al asesinato de los periodistas, 135 lugareños, entre ellos 57 mujeres, fueron masacrados. La mayoría de ellos a consecuencia de incursiones senderistas cometidas sobre todo en días festivos cuando la población estaba concentrada en el centro de la aldea. Pero también el acoso de los militares y paramilitares y la fuerte represión cobraron numerosas vidas. En el curso del año 1984 los lugareños sobrevivientes abandonaron completamente Uchuraccay y se refugiaron en la selva, en municipios vecinos y en Lima.
En octubre de 1993, parte de la aldea se refundó en nuevas casas erigidas a cierta distancia de la ubicación anterior.
LA MATANZA DE LUCANAMARCA, 1983
La matanza de Lucanamarca, acontecida el 3 de abril de 1983, es una de las mayores atrocidades cometidas por el grupo terrorista “Sendero Luminoso” en su lucha contra el Estado Peruano. En el pueblecito de Santiago de Lucanamarca, ubicado en la provincia de Ayacucho, los comunistas-maoístas de Sendero Luminoso asesinaron despiadadamente a 69 humildes campesinos, la mayoría de los cuales eran ancianos, mujeres y niños. Con esta salvaje acción los senderistas querían demostrar de lo que eran capaces y lo consiguieron, el terror que extendieron entre las humildes comunidades campesinas les permitió dominar la zona andina de Perú y conseguir así una base de operaciones desde la que continuar una cruenta guerra contra los demócratas peruanos que se ha cobrado casi 70.000 muertos y que aún perdura hoy en día.
Los abusos de los Senderistas, que obligaban a los pobres campesinos a “donar” sus ganados y bienes al movimiento terrorista e incluso a entregar a sus hijos como reclutas…y la ineficacia del gobierno peruano ante las guerrillas terroristas, hicieron que muchos campesinos decidieran autodefenderse, creando “Rondas Campesinas”, milicias locales encargadas de defender sus aldeas y ganados.
El 22 de marzo de 1983, una Ronda Campesina de Lucanamarca, Ayacucho, capturo, linchó y quemó vivo a Olegario Curitomay, comandante local senderista que había sido vecino de Lucanamarca y que tras ingresar en Sendero Luminoso había cometido numerosos abusos contra sus antiguos vecinos. Este hecho menor, fue tomado por Abimael Guzmán como una gran amenaza a su programa de control absoluto sobre las comunidades campesinas como paso previo a la Guerra Popular. Abimael no podía permitir que los campesinos pensaran que podían enfrentarse a Sendero ni castigar al líder que él les había impuesto, ya que su programa de someterles mediante el terror no resultaría. Así pues, Guzmán decidió dar “un escarmiento ejemplar” a los habitantes de Lucanamarca.
El amanecer del domingo 3 de abril de 1983, una columna senderista de 60 hombres al mando del comandante Hildebrando Pérez Huarancca, e integrada entre otros por el actual líder de Sendero Luminoso en el VRAE; Víctor Quispe Palomino, se dirigió hacía Lucanamarca para aniquilar a su población y dar el escarmiento ejemplar que tanto deseaba Abimael Guzmán. Antes de llegar a Lucanamarca, los senderistas cruzaron varios sectores de pequeñas aldeas cercanas a ésta localidad.
En la primera aldea, llamada Yanaccollpa, los senderistas capturaron a 29 campesinos, hombres, mujeres y niños, que fueron encerrados en una casa y asesinados brutalmente con machetes, hachas y pistolas. Tras esto, los senderistas echaron agua hirviendo sobre los cadáveres y cerraron la puerta de la casa con un candado. El propietario de la casa era Antonio Quincho, quien se salvó de la muerte al estar pastoreando su ganado en el momento de la matanza.
A las cuatro de la tarde, la columna senderista llegó finalmente a Lucanamarca,
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