Sinusitis

El diagnóstico de la sinusitis aguda, especialmente diferenciar entre el origen viral o bacteriano de la enfermedad, es un desafío en la atención primaria. La alta proporción de participantes que mejoraron en el grupo sin antibióticos indica que sólo algunos de los participantes definidos (por estos criterios) que tenían sinusitis aguda se benefician del tratamiento con antibióticos. El examen clínico es sensible para descartar la sinusitis pero no para identificar la enfermedad bacteriana. Se necesitan métodos específicos para encontrar los subgrupos de pacientes que pueden beneficiarse de los antibióticos. Algunas opiniones oficiales apoyan la práctica del diagnóstico de la sinusitis maxilar aguda por el examen clínico. Por ejemplo, el panel de expertos de cinco sociedades nacionales en los EE.UU. ha declarado que la sinusitis se puede diagnosticar, en la mayoría de los pacientes, sólo con el interrogatorio y la exploración física (Meltzer 2004). En las guías de referencia para la imaginología de la Comisión Europea, no se indica la radiografía como un método de diagnóstico habitual (ECRP 2007). Además, declara que el engrosamiento de la mucosa es un resultado no específico y puede ocurrir en pacientes asintomáticos. La tomografía computadorizada tiene una función en los casos de sospecha de fracaso del tratamiento, de complicaciones o de neoplasia maligna o cuando se considera la intervención quirúrgica (ECRP 2007; Meltzer 2004). En los países nórdicos el diagnóstico de la sinusitis a menudo se confirma por un dispositivo de ecografía, apropiado para su uso en la atención primaria, pero requiere adiestramiento y experiencia en su uso. Con este método se puede descartar la sinusitis en los pacientes sin acumulación de líquido en los senos, lo que puede reducir el uso de antibióticos

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