Situación mundial del Agua dulce
Enviado por Harry04 • 11 de Agosto de 2013 • Tutorial • 4.221 Palabras (17 Páginas) • 271 Visitas
Situación mundial del Agua dulce:
El acceso a agua potable se mide por el número de personas que pueden obtener agua potable con razonable facilidad, expresado como porcentaje de la población total. Es un indicador de la salud de la población del país y de la capacidad del país de conseguir agua, purificarla y distribuirla. El agua es esencial para la vida. Sin embargo, en 1995, más de 1.000 millones de personas de países de ingreso bajo y mediano -y otros 50 millones de personas de países de ingreso alto-- no tenían acceso a agua potable para beber, para el aseo personal y para uso doméstico. Estas cifras, representaban casi el 25% de los 5.700 millones de la población mundial. Además, casi 2.000 millones de personas no tenían acceso a instalaciones sanitarias adecuadas.
¿Qué es el agua potable y por qué es importante?
El agua potable es el agua de superficie tratada y el agua no tratada pero sin contaminación que proviene de manantiales naturales, pozos sanitarios y otras fuentes. En promedio, una persona necesita unos 20 litros de agua potable todos los días para satisfacer sus necesidades metabólicas, higiénicas y domésticas. Sin agua potable, la gente no puede llevar una vida sana y productiva. Por ejemplo, se calcula que cada año 900 millones de personas sufren de enfermedades diarreicas relacionadas con el agua, y mueren por estas causas aproximadamente 2 millones de personas por año. La mayoría de estas personas, pero no todas, viven en países de ingreso bajo y mediano, y los que se encuentran más expuestos a ese riesgo son los niños y los ancianos. Varios millones de personas más en todo el mundo sufren otras enfermedades relacionadas con el agua, como la bilharziasis, el cólera, la elefantiasis, y la anquilostomiasis. Las mejoras en los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento por lo general llevan a mejoras en la salud de la población y en la calidad de vida. A lo largo de la historia, cuando ha contado con suficiente abastecimiento de agua potable y ha podido poner en práctica las normas recomendadas de higiene, la población ha tenido mejor estado de salud y más posibilidades de gozar de una vida más larga. El acceso a agua potable también es crucial para las economías y los ecosistemas, y la escasez de agua potable puede afectar directamente las perspectivas a largo plazo del desarrollo sostenible. Sin un abastecimiento adecuado de agua, las fábricas que dependen de este líquido pueden tener que cerrar temporalmente; puede bajar el rendimiento de los cultivos; los trabajadores enfermos pueden ser improductivos, y pueden destruirse las pesquerías. La destrucción de la vida acuática no sólo afecta la economía sino que también daña el ecosistema. Además, la falta de un sistema fiable de agua corriente puede hacer que la gente cave sus propios pozos y agote las fuentes de agua dulce. La calidad de la atmósfera también puede verse afectada por la escasez de agua potable. Cuando la gente hierve el agua para matar bacterias peligrosas, el combustible que utiliza puede contaminar el aire. Y cuando utiliza leña o carbón como combustible, pueden destruirse los bosques, lo que ocasiona más problemas ambientales, como la erosión y la pérdida de la capa arable del suelo.
El agua potable se está volviendo escasa
Además de que algunas regiones del mundo son naturalmente áridas, las necesidades cada vez mayores de agua, entre las que a veces hay que elegir cuál satisfacer, están reduciendo el abastecimiento en todo el mundo. Muchos ríos y cuencas hidrográficas están contaminados por productos de desechos industriales, de la agricultura y de origen humano, en tanto que otras se están secando porque la gente está utilizando más agua de la que puede reponer la naturaleza. En zonas de mucha lluvia o con sistemas de riego, las personas pueden desperdiciar el agua porque les parece que es abundante o barata, y no saben cuánto cuesta tratar el agua una vez que es utilizada. Conseguir agua es más difícil --y a menudo más caro-- para las personas más pobres. En las zonas rurales de los países en desarrollo, muchas mujeres y niños pasan horas --en casos extremos, hasta seis u ocho horas-- todos los días acarreando agua de ríos o pozos. En las ciudades, muchas personas pobres no tienen agua corriente en sus casas y deben comprarla u obtenerla de otras fuentes. Las personas que compran agua de otras fuentes tienen que pagar de tres a diez veces lo que cuesta el agua corriente.
Además, el rápido crecimiento de las ciudades en todo el mundo puede agotar la capacidad de los gobiernos para proporcionar instalaciones sanitarias adecuadas y, por esa razón, los habitantes, sobre todo los pobres, tienen que vivir junto a zanjas abiertas e insalubres de aguas servidas. Las aguas servidas sin tratar por lo general también contaminan las reservas de agua más cercanas a las ciudades, obligando a las comunidades a tender cañerías para traer agua de zonas cada vez más lejanas a medida que se amplían las ciudades. A los países industriales también les preocupa cada vez más la calidad y la disponibilidad de agua. Si bien estos países tienen economías más fuertes y más capacidad para recolectar, purificar y abastecer de agua a los ciudadanos, el consumo de agua por habitante puede ser alto porque la gente lava los automóviles, riega el césped y convierte a los desiertos en zonas agrícolas, poblados y ciudades. Se gastan grandes cantidades de dinero purificando el agua contaminada por desechos industriales, y desechos provenientes de la producción de energía, la agricultura y los hogares.
Realidades de la oferta y la demanda
Para que la gente pueda tener suficiente abastecimiento de agua potable debe considerarse una combinación a menudo compleja de aspectos sociales, económicos y ambientales. En los últimos años, las familias, las industrias, los agricultores y los gobiernos han comenzado a reconocer que el agua es un bien económico y no un recurso ilimitado "gratuito". Y al ser un bien económico, hay una gran variedad de calidad y nivel de servicios de abastecimiento de agua y saneamiento que la gente desea y está dispuesta a pagar. La experiencia recogida en todo el mundo demuestra que cuando las personas, aun las más pobres, pueden elegir la calidad de los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento, a menudo están dispuestas a pagar un precio más alto por una mejor calidad. Por ejemplo, las personas que no están dispuestas a pagar por la operación y el mantenimiento de bombas manuales de baja calidad y letrinas de pozo pueden estar dispuestas a pagar más por tener un sistema básico de agua corriente y alcantarillado que funcione razonablemente bien y con eficiencia. Por otra parte, los hogares y las industrias no siempre están dispuestos a pagar servicios de mejor calidad si consideran que los
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