TALLER VALORACIÓN DE LAS ASPECTOS AMBEINTALES

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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL LITORAL

FACULTAD DE INGENIERÍA EN CIENCIAS DE LA TIERRA

INGENIERÍA CIVIL

EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL

TALLER

VALORACIÓN DE LAS ASPECTOS AMBEINTALES

PROCESO: MATADERO DE GANADO

INTEGRANTES:

                            Edwin Jonathan Pincay Jiménez

        Cesar Oliver Suarez Cabrera

        Byron Patricio Vicuña Sause

CENTRO DE FAENAMIENTO MUNICIPAL DEL CANTON BALZAR, PROVINCIA DEL GUAYAS

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El CENTRO DE FAENAMIENTO MUNICIPAL DE BOVINOS Y PORCINOS DE BALZAR, PROVINCIA DEL GUAYAS, denominado Camal en este estudio, fue construido en 1976, siendo repotenciado entre 2014 y 2015, optimizando todas las labores de faenado

El Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Balzar ha puesto en funcionamiento el renovado camal frigorífico municipal, que cuenta con modernos equipos e implementos para la matanza y desposte diario de animales bovinos y porcinos.

El cantón basa su economía en los sectores económicos del comercio, la agricultura y la ganadería, siendo éste último un importante renglón, por lo que la construcción del camal se justificó desde su construcción en los años setenta.

El camal se ubica en un sector muy cercano al centro de la cabecera cantonal, siendo un terreno de propiedad del municipio, el cual, sin estar tan distante del centro de consumo, brinda condiciones para minimizar los impactos ambientales que se puedan generar (Baja densidad de población en el área cercana, existencia de vegetación y un área de amortiguamiento de impactos). Además, el camal brinda las debidas condiciones de sanidad y salud para el faenado de ganado bovino y porcino, lo que repercute en la prevención de enfermedades para toda la población cantonal.

Las autoridades municipales tomaron en cuenta el pedido de los funcionarios de Agrocalidad y procedieron a realizar la inversión mediante un convenio con el Ministerio de la Producción (Mipro), para la renovación del camal.

Los bovinos, porcinos y caprinos poseen corrales divididos, donde antes de sus matanzas y faenamiento son revisados por un doctor veterinario, el mismo que autoriza el sacrificio otorgando un certificado de salud. El animal tiene que estar en cuarentena un mínimo de 12 horas para entrar al sacrificio.

En lo que tiene que ver a la matanza de los bovinos el animal entra por una manga (trecho), en la cual se lo lava con una manguera de presión para limpiarlo totalmente. Luego avanza a un cajón de aturdimiento donde lo guindan y con una pistola eléctrica se lo insensibiliza.

Una vez muerto se lo degolla y con una sierra eléctrica se lo abre, para luego proceder al respectivo faenamiento. Es decir le sacan la piel, las vísceras, la carne pulpa y los huesos. Todos estos residuos de la res pasan a una sala de oreo (secado), donde permanece de dos a cuatro horas para que destile y drene la sangre que queda en estos residuos. Luego pasan a las cámaras de frío donde permanecen 24 horas.

Una vez cumplido este plazo la carne recién podrá ser distribuida para su comercialización en el mercado central, así como a las diversas tiendas, comisariatos y centros de abastos.

Los animales porcinos cumplen casi el mismo proceso de matanza, con la diferencia de que estos, una vez sacrificados los introducen en unos calderos hirvientes y a su lado funciona una máquina peladora.

Andrés Bravo, director del área de Salud Municipal, manifestó que mensualmente se están sacrificando un promedio de 250 a 300 reses y de 150 a 200 cerdos.

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