TP Aspectos.

Introducción

  Ancianidad representa antigüedad, atributo de antiguo, de modo que ser anciano no es equivalente a ser viejo, ya que el vocablo viejo es una expresión peyorativa que señala una condición deteriorada o deslucida de “Ser”. En otros tiempos, el anciano era alabado en pueblos como los griegos, romanos, árabes y persas.

  La jerarquía de los ancianos en las sociedades de la antigüedad fue inmensa; ellos simbolizaban el tesoro de la memoria y guardaban los develamientos de los grupos humanos, en las épocas en que no existía la escritura. El mayor, el más anciano, tenía el prestigio de la experiencia valiosa atesorada, de la madures, del conocimiento, del sosiego; ellos eran los especialistas en el pasado.

  Debido a los cambios sociales que acarreó la Revolución Industrial, y al proceso de urbanización que soportaron las sociedades, se modifica también el lugar del adulto mayor en el seno del contexto social. En un tiempo respectivamente efímero el envejecimiento se ha transformado, pasó de ser un problema individual a uno especialmente social.

  A la fase del proceso vital humano relacionado con la edad del adulto mayor, se le han proporcionado varias denominaciones como envejecimiento, ancianidad, edad dorada, tercera edad, longevidad, edad geronte, entre otros; con diversas justificaciones y connotaciones, algunas divisadas como negativas.

  El envejecimiento incluye “todas las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos.”  Se determina por la declinación paulatina de la capacidad de reserva y adaptación del organismo ante los cambios. Es un tránsito individual y colectivo de consecuencias bio-psico-social.

  La vejez es “Universal”, propia de todos los seres vivos, es heterogénea e individual. Con frecuencia se piensa que es la edad cronológica del individuo la que marca la vejez. Pero cada individuo tiene una velocidad y particularidades diferentes de envejecimiento, que varían considerablemente de un sujeto a otro.

  “El proceso de envejecimiento puede darse bajo condiciones de bienestar o no, de acuerdo con distintas condiciones donde tienen injerencia tanto lo biológico, y lo psicológico y la capacidad de afrontamiento o respuesta a la realidad, como el apoyo social y familiar, la adherencia al autocuidado y las opciones que el medio social y estatal les brindan a los sujetos.”  Este proceso, se encuadra en un momento histórico y contexto cultural, lo que se convierte en diferentes condiciones de valoración social, disfrute de reconocimientos o exclusiones.

  En nuestra cultura y en la actualidad, alcanzar la edad adulta es causa de marginación, signo de haber llegado a un horizonte de imposibilidad en el que se pierde protagonismo, acarreando situaciones de abandono, aislamiento y formas poco propicias de envejecer, con pequeñas posibilidades de soporte familiar para el desarrollo humano.

  Los adultos mayores se divisan como una generación improductiva y obsoleta, que cuantiosas veces simbolizan una carga para la familia, el estado y la sociedad. En la proporción en que se exceden los 65 años de edad, se acrecienta paulatinamente la posibilidad que en los próximos años surjan limitaciones en diversas funcionalidades. Como por ejemplo, la función cognitiva de un sujeto que es la consecuencia del actividad general de distintas áreas intelectuales, incluyendo la memoria, el pensamiento, la percepción, la sensación, la orientación, la comunicación, la comprensión, el aprendizaje, la lógica y la resolución de problemas.

  Ésta, cambia con la edad, la depreciación de esta función es propia del envejecimiento. Si bien en algunos individuos sus funciones cognitivas permanecen igual que en su juventud; la mayoría sufre la disminución de algunas áreas cognitivas tales como, las de aprender nueva información y ejecutar funciones motoras rápidas, mientras que otros sufren circunstancias como enfermedades que deterioran severamente su funcionamiento cognitivo.

  Al llegar a una edad avanzada el adulto mayor, pierde la facilidad de adaptación, pasa por diferentes estadios como aflicción,  tristeza, depresión. También, se ve afectado por el insomnio, aunque este es muy común en las personas mayores de más de 65 años, ya que los patrones de sueños cambian al envejecer.

  Desde el punto de vista biológico sufre transformaciones en la sexualidad, que de acuerdo a cada edad se transforma como se transforma la mente y el organismo.

  Se instaura un conflicto para conservar la confianza e independencia, a la vez que se debilita el cuerpo. El adulto mayor tiene menos capacidad de afrontar los desafíos internos y externos, esto hace que sea más vulnerable.

  Un anciano puede lograr ir más allá de sus limitaciones físicas con ingenio y dignidad, haciendo de sus años la experiencia más feliz de su vida. Una existencia con calidad simbolizaría para el adulto mayor, una confluencia entre la identificación de sus necesidades y la búsqueda eficaz de su satisfacción.

Aspectos psico-psiquiátricos.

  La principal tarea de las personas mayores es la de comprender y aceptar su propia vida y hacer uso de su experiencia para hacer frente a los cambios personales o pérdidas. Las personas han de adaptarse a la disminución de la fortaleza y salud física, a la jubilación o retiro del trabajo y a su propia muerte.

  - Teoría de la Actividad: cuanto más activa permanezca una persona mayor, más satisfactoriamente envejecerá y los papeles que constituyen principalmente su satisfacción son: trabajo, cónyuge, padre, madre, y la máxima pérdida es debido a la viudez y la enfermedad.

  Según Lemon, Bengstom y Peterson  existen 3 tipos de actividad: interacción social: con familiares, amistades y vecinos; formal: participación en organizaciones voluntarias; solitaria: leer, ver televisión y mantener algunos pasatiempos.

  - Teoría de la Desvinculación: El envejecimiento se caracteriza por una mutua separación, por parte de la persona mayor, la cual voluntariamente disminuye sus actividades y compromisos, lo cual ayudaría a las personas mayores a mantener su equilibrio, siendo benéfico tanto para la persona como para la sociedad.

Aspectos psicosociales:

  Los principales aspectos de la sociedad actual: Es altamente competitiva, efectista o utilitaria, masificada, de relativismo en cuanto a valores, acelerada, en donde predomina la familia nuclear, que ha prolongado la edad cronológica y en la que aún existen signos de sensibilidad y solidaridad.

  Podemos diferenciar algunos rasgos  en los aspectos psicológicos del adulto mayor:

  - Pérdida de la autoestima:

  Muchos adultos llegan a la edad de la jubilación y aún se sienten en plenitud para la realización de sus trabajos. Frecuentemente nos encontramos con personas de edad avanzada que están plenamente en forma, totalmente vigentes, lúcidas, llenas de iniciativas y planes de trabajo. Aunque ven disminuidas sus potencialidades físicas al llegar a los 65-70 años sienten que su mente está lúcida y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas.

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