Trabajo Colaborativo

DESARROLLO AGRICOLA SOSTENIBLE

En las últimas cinco décadas la producción agrícola ha evolucionado en relación con las tendencias económicas, tecnológicas y sociales, que ha podido satisfacer la demanda de alimentos de una población mundial en rápido crecimiento. Sin embargo, esta tendencia que ha sido predominante en las asociaciones agrícolas y ha tenido tantas ventajas, ha generado nuevos problemas como lo son: la degradación de los suelos, del aire y la calidad del agua, los químicos en los alimentos, la dependencia del uso exclusivo de plaguicidas y fertilizantes sintéticos en la lucha contra las plagas y el crecimiento de las plantas, entre otros. La agricultura sustentable se ha convertido en un nuevo reto, siendo un aspecto importante la conformidad y el grado de pertinencia para las condiciones socioeconómicas de los sistemas agrícolas predominantes, donde la agricultura intensiva ha fallado. Los investigadores y técnicos en la agricultura se están enfrentando a uno de los mayores retos, el de encontrar alternativas para el cuidado del medio ambiente.

La agricultura sustentable es una respuesta a la necesidad de minimizar el impacto ambiental que genera nuestra actividad agrícola tradicional, especialmente sobre el suelo y el agua. Logrando así una serie de medidas para obtener un mejor rendimiento de los cultivos, con el fin de preservar el medio ambiente. Una de estas medidas es la desinfección de los suelos, ya que un suelo cultivado repetidamente aumenta las poblaciones de hongos, nematodos y malas hierbas que viven en el suelo; Por tanto, cada 3 ó 4 años, se recomienda desinfectarlo, para esto hay muchos productos químicos, pero existe un método ecológico de desinfección llamado “solarización” que ofrece una gran eficacia, ya que esta aceptado en la “Agricultura Ecológica”.

Un manejo sostenible de los agroecosistemas queda definido por una equilibrada combinación de tecnologías, políticas y actividades, basada en principios económicos y consideraciones ecológicas, a fin de mantener o incrementar la producción agrícola en los niveles necesarios para satisfacer las crecientes necesidades y aspiraciones de la población mundial en aumento, pero sin degradar el ambiente.

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