Trabajo experimental de cultivo de alfalfa bajo condiciones de invernadero
Enviado por David Rosales Vargas • 8 de Mayo de 2017 • Apuntes • 2.322 Palabras (10 Páginas) • 287 Visitas
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Escuela de Ciencias Agropecuarias
Carrera de Agronomía
Sede Melipilla
Forraje y manejo de praderas
Trabajo experimental de cultivo de alfalfa bajo condiciones de invernadero
Alumno: David Rosales
Melipilla, Noviembre 2016
Índice
-Resumen ejecutivo_______________________________________________________________3
-Contenido______________________________________________________________________4
-Conclusiones____________________________________________________________________8
-Bibliografia_____________________________________________________________________9
Resumen ejecutivo
El grupo experimental de alfalfa situado en invernadero de la Universidad del Pacifico, sede Melipilla, logro alcanzar bajo condiciones ambientales relativamente estables, fertilización aproximada y riego, una producción final de materia seca de 3,53 ton/ha en el estado de desarrollo de 8 semanas, sin aparición aun de botón floral o rebrote de la corona, lo que genera una cosecha prematura, lo que es congruente con la producción de materia seca obtenida, por lo que sus valores de producción están dentro de los márgenes óptimos productivos, teniendo una expectativa de producción final al momento fisiólogo óptimo de corte en M.S./ha/año de unas 20 toneladas.
Contenido
La alfalfa (Medicago sativa) en una planta de la familia de las leguminosas, tiene su origen principalmente en Asia, tiene un ciclo de vida de tipo perenne que se ve favorecido por las reservas acumuladas en una estructura denominada corona. Tiene un crecimiento erecto, con tallos rígidos y delgados. Las hojas en el estado de plántula son unifoliadas en donde posteriormente se generaran hojas trifoliadas en el estado maduro. Posee una raíz principal denominada pivotante que puede llegar a medir 5 metros, funciona como anclaje y aporta resistencia frente a las sequias ya que puede penetrar mayores profundidades en donde existe aún disponibilidad de agua en el suelo. Sus flores son de coloración azul o purpura, con formación en racimos que nacen en las axilas de las hojas. El fruto es característico de las leguminosas, una vaina con 2 a 6 semillas en su interior con una longitud de entre 1,5 a 2,5mm.
El insumo de semillas, con las actuales recomendaciones de siembra (20-25 kg/ha) tiene una incidencia significativa, señalándose niveles que sobrepasan el 30%. Sin embargo, antecedentes de investigación y comerciales, recogidos en el exterior, muestran que estas dosis se podrían disminuir, sin mayor riesgo para la productividad y persistencia de la pradera (L. Soto, H. Lopez, 1986).
Se estima que la aplicación del equivalente a 150 kg/ha de superfosfato triple anuales (75 kg/ha de P2O5 o 33 kg/ha de P) es suficiente para que un suelo con un contenido entre 5 y 10 ppm en el estrato superficial, pueda mantener una producción sostenida y un nivel de fosforo constante (H. Acuña, INIA).
En alfalfa utilizada en cortes es necesario aplicar dosis anuales equivalentes a 200 a 400 kg/ha de sulfato de potasio (100 a 200 kg de K2O o 42 a 84 kg/ha de K) con lo cual se mantendría el nivel de potasio en la estrata superficial del suelo (H. Acuña, INIA).
Nitrógeno no necesita ser aplicado en el proceso de fertilización debido a que la alfalfa al ser una leguminosa esta puede abastecerse de nitrógeno gracias a la simbiosis existente con bacterias adosadas en sus raíces que pueden fijar el nitrógeno atmosférico y transformarlo en nitrógeno absorbible por la planta.
El criterio apropiado para determinar el momento oportuno del uso es la madurez fisiológica del alfalfar. Este estado se asocia a la aparición de flores o rebrotes de corona. La altura de corte puede afectar el rendimiento pero no la persistencia de la alfalfa si el mismo se efectúa con la frecuencia adecuada. Altos rendimientos generalmente están asociados con cortes realizados 6 a 10 cm del nivel suelo. Un remanente alto sería necesario con cortes muy frecuentes que no permiten a la planta recuperar las reservas necesarias para iniciar el crecimiento siguiente. La mayoría de los investigadores coinciden en que la alfalfa responde con mayor producción y persistencia cuando es usada con un pastoreo rotativo que respete sus ciclos de crecimiento; no obstante, la magnitud de la respuesta productiva depende de factores como la carga animal, el cultivar utilizado, la intensidad y frecuencia de defoliación, etc. El volumen, la calidad del forraje producido y la carga animal son los factores más importantes que definen los niveles de producción de carne. El uso de variedades mejoradas, la fertilización, el control de malezas e insectos, el pastoreo rotativo, etc., son tecnologías que aumentan la producción de forraje, que, para ser aprovechado eficientemente, requiere una adecuada carga animal. Muchas investigaciones han demostrado que el pastoreo rotativo produce más carne que el continuo solamente cuando se hace una buena utilización del forraje, ya sea ajustando la carga animal a la disponibilidad de forraje o la superficie a la cantidad de animales disponibles con henificación del sobrante (Adaptado, Néstor A. Romero, Eduardo A. Comerón y Enrique Ustarroz. 1995).
La alfalfa es un cultivo fundamental para los sistemas lecheros intensivos de la zona central y también para aquellos que realizan conservación de forraje. Se estima que en Chile existen 60.000 ha de alfalfa, concentrándose el 70% de la superficie entre la Región de Valparaíso y la del Biobío (D. Troncoso, ANASAC).
Los manejos a emplear para su cultivo constan inicialmente con la selección de la superficie idónea, en la cual el perfil aprovechable del suelo debe ser profundo, con un buen drenaje y retención de agua, pH no inferior a 6.5 y entre otros factores. Preparar una correcta cama de siembra con una textura suave, con una granulometría de terrón bastante pequeña, la alfalfa debe sembrarse de manera superficial, alcanzando una profundidad entre 0,5 a 1,25 cm. Una vez ya depositada la semilla es conveniente proceder con un rodillo para generar un mayor contacto del suelo con la semilla, además de disminuir la evaporación del suelo. Es necesario realizar un control de malezas en pre-emergencias para que la plántula emerja sin problemas. Control de insectos perjudiciales para el cultivo. Para el momento de cosecha realizar corte o pastoreo al momento de la aparición de rebrotes en la corona como de floración en un estadio entre botón floral y floración temprana, aproximándose a un 10 % de floración dentro de una superficie de cultivo. Una vez realizado el primer corte, suministrar fertilización para reemplazar los nutrientes extraídos del suelo, para eso es recomendable realizar un análisis de suelo para determinar que valores nutricionales posee el perfil del suelo en ese momento.
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