Trast Pers
Enviado por jbarrien • 27 de Septiembre de 2013 • 2.007 Palabras (9 Páginas) • 326 Visitas
EL TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD
Las personas con este problema son enormemente desconfiadas, siempre piensan que los demás, incluyendo seres queridos (que cada vez son menos porque huyen despavoridos), están en su contra. Esto implica que interpreten injustificadamente ofensas, burlas, menosprecios, infidelidades, etc.: ante la duda sobre una intención ajena, un paranoide escogerá la opción más desfavorable, es decir, aquella que suponga un ataque del otro. Por ejemplo, si se le dice a una persona con este problema que lleva una camisa muy bonita, dicha persona podrá interpretar que el otro está burlándose y que en el fondo piensa que es horrorosa. Obviamente, ni el paranoide más recalcitrante lo malinterpreta todo, pero en el momento más insospechado (el entorno suele estar en tensión con estas personas porque nunca saben cuándo se va a encender la chispa), sobre todo si el estado de ánimo del sujeto es negativo, se producirá un hecho desagradable por el que el individuo saltará y su interlocutor intentará, infructuosamente, demostrar su inocencia.
Como ya hemos dicho, estas personas se van quedando solas porque los demás no soportan sus continuos reproches y su hostilidad. Su desconfianza se hace muy palpable en el terreno de las relaciones de pareja, donde destacan sus celos injustificados y completamente enfermizos. Un paranoide puede acusar a su mujer de que va a cometer una infidelidad simplemente por ponerse colonia para salir a la calle.
Estos individuos viven en un estado de amargura y frustración constantes, del que culpan a los demás por sus continuas agresiones -siempre según su distorsionado punto de vista-. A medida que se sienten más solos, más hostiles y huraños se tornan, con lo que se produce un círculo vicioso por el que todavía reprochan más a los otros su situación y, en consecuencia, los demás se alejan en mayor medida. No sólo los paranoides están frustrados afectivamente -sobre todo, por ser ellos tan hostiles y espantar a los demás-, sino que también sienten rabia porque les gustaría destacar, despuntar mucho por encima de la gente. Esto es debido a un proceso de desapego o desvinculación afectiva fruto de sentir a los demás como enemigos: dicho de otra forma, sería como pensar que ellos no necesitan a nadie porque valen mucho más, y que además se van a vengar de los otros por haberles perjudicado tanto.
A continuación, reproducimos literalmente los criterios diagnósticos de la clasificación DSM-IV-TR sobre el trastorno paranoide de la personalidad:
A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:
(1) sospechan, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar
(2) preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los amigos y socios
(3) reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que compartan vaya a ser utilizada en su contra
(4) en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que son degradantes o amenazadores
(5) alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias o desprecios
(6) percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar
(7) sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel
B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.
Contenido paranoide El sufijo “oide” significa semejante, por eso se designa como paranoide a la persona que presenta rasgos atenuados que hacen recordar a la psicosis delirante paranoica. Desconfianza El rasgo paranoide se caracteriza por girar alrededor de un núcleo que es la desconfianza. La falta de confianza, en última instancia, es un problema de fe. En la fe, que es el fundamento de la creencia, no hay lugar para la duda o el análisis, es creer sin que importe entender. Si bien tiene su máxima expresión en lo místico y religioso, la fe se enseñorea en todos los terrenos de lo mental. Somos personas confiadas, confiamos en nuestro entorno, confiamos en que la rutina que tuvimos a lo largo de nuestra vida se va a repetir en el día de hoy, y luego en el día de mañana y así sucesivamente. Hay una confianza básica, ingenua, en el sistema y en el medio que vivimos. También tenemos confianza en el resto de la gente; más allá de la crítica que podemos hacer, básicamente confiamos en nuestra comunidad, en nuestros familiares. De no existir esa confianza, esa fe, el grupo se disgregaría. Es una confianza ingenua, porque si nos ponemos a analizar, sólo se basa en la repetición, en la costumbre, y eso es lo que descubre el paranoide. Es un hombre o una mujer que se planta frente al consenso y se pregunta el por qué de las bases de ese consenso y obtiene una conclusión negativa: que no estamos asentados en una comunidad que pueda darle tranquilidad absoluta y que las personas que lo rodean pueden ser potencialmente sus enemigos, no son leales o fieles. Aquí falta entonces la adhesión al sistema de creencias común, a lo consensuado. Abuso del razonamiento deductivo Si alguien desconfía de un sistema de creencias consensuado, evidentemente debe formar, si no se desmorona como persona, su propio sistema de creencias. Éste se va a basar en un uso abusivo del razonamiento, de la interpretación, que formará una posición muy particular en relación con el resto de las personas. Utiliza básicamente un tipo de razonamiento deductivo que parte de un prejuicio, por ejemplo: “Me quieren perjudicar”, que los hechos particulares sólo confirman o no.
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