UCASAL - ESCUELA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN DOCENTE
Enviado por gransentimiento • 23 de Junio de 2014 • 3.258 Palabras (14 Páginas) • 334 Visitas
Unidad 2: Estado, sociedad y educación
En el desarrollo de esta unidad y para el análisis de las funciones sociales asignadas a la educación, les propongo tomar como eje vertebrador la reconstrucción histórica como recurso válido para definir mejor el sentido de la política educativa actual. El análisis con perspectiva histórica puede revelar muchas veces la vigencia, teórica o práctica, de numerosas cuestiones, la perduración de algunos problemas, el peso de algunas tradiciones, dificultades y contradicciones, ideologías dominantes, que posibiliten la reflexión crítica y la construcción conceptual del sistema educativo y la formación docente como procesos y productos socio – históricos.
I. El momento fundacional del sistema educativo argentino
Si bien educación, escuelas y docentes existieron antes que la escolarización de masas, es recién en el Siglo XIX que se organizan los sistemas educativos nacionales, ligados a la conformación de los estados nacionales, y la docencia pasa a ser una profesión del Estado.
A lo largo de la historia de la Argentina, cada uno de los modelos de estado estuvo vinculado fuertemente a la educación, a la que le fueron asignadas funciones diferentes de acuerdo a lo que se consideró prioritario en cada período histórico.
Daniel Filmus sostiene que desde sus orígenes el sistema educativo nacional fue concebido como un servicio público y como una necesidad del estado y aún cuando fueron muchos los debates acerca de qué tipo de educación era necesaria (para todos o para algunos; como control social o para el cambio; estatal o con libertad de enseñanza…) nunca se cuestionó fuertemente el papel principal del estado en materia educativa.
En la conformación de un estado educador, en el marco de un proyecto educativo liberal, se plantea como finalidad primordial la construcción de la ciudadanía. La constitución de la ciudadanía y la formación para la participación política y para la unidad nacional son los elementos centrales que promovieron que el sistema educativo no sólo fuera consecuencia, sino también factor constitutivo del Estado Nacional.
La educación, entendida como la posibilidad de lograr el disciplinamiento y la homogeneización ideológica se fundaba en principios positivistas y propugnaba “orden y progreso”, laicización de la enseñanza y la organización de los sistemas de instrucción pública.
“La estatización de la educación popular, que cumplió un papel fundamental en el proceso de organización del estado para ordenar la sociedad, se desarrolló en tres niveles paralelos:
1. La legislación de la enseñanza primaria común y obligatoria;
2. La creación de organismos encargados de la conducción y de establecimientos para la provisión de educación primaria, es decir la “cristalización institucional”;
3. El aumento efectivo y significativo de la escolarización”. (Braslavsky, 1985) .
A esta enunciación podemos agregar un cuarto nivel: la aparición de las escuelas normales, que inician la formación de un cuerpo de especialistas dotados de tecnologías específicas. Empieza a constituirse el colectivo docente como “sacerdote laico”, un modelo moral al que se le atribuye una función específica: la redención de los alumnos.
Los sistemas educativos modernos surgen en el contexto histórico de la segunda mitad del siglo XIX, asociados al proceso de la modernidad y al nacimiento de los Estados Nacionales. El estado se construye como un movimiento de concentración del poder, emancipado con respecto a principios metafísicos o religiosos; es un poder laico y se empieza a explicar racionalmente.
“El estado en América Latina se consolidó como Estado oligárquico, es decir, una organización donde sólo tuvo posibilidad de participar el sector dirigente de la sociedad, constituido por los productores de bienes para el mercado internacional, exportadores e importadores y financistas”. Es este un modelo de estado liberal, fuertemente excluyente en lo económico y lo político, y de “orden conservador”, basado en el concepto de amplias libertades civiles y restringidas libertades políticas.
El Estado oligárquico liberal encontró en la educación un interesante mecanismo para integrar y modernizar las sociedades; razón fundamental por la cual declaró la universalización de la instrucción básica para la formación del ciudadano y organizó el moderno sistema masivo de instrucción pública en el que se trasmitían saberes instrumentales y construcciones o representaciones de la vida individual, social, política y económica.
La red escolar se construyó para legitimar el nuevo orden político, y también para disciplinar a la población, pero en un sentido diferente del que se había pensado hasta ese momento; no es el disciplinamiento coactivo, sino que se trata de un disciplinamiento destinado a generar individuos autocontrolados, un individuo que pudiera hacer ejercicio de su libertad dentro del marco de lo esperado o esperable.
La modernidad construyó una dominación basada en la libertad porque tiene que gobernar a hombres libres y esto exige regular sus conductas permitiendo su libertad. Es el sistema educativo el que tiene entonces que cumplir con la función disciplinadora, construir comportamientos previsibles, justificables racionalmente, formar una moral laica.
Por lo tanto, los sistemas educativos modernos surgen asociados a la necesidad de:
Crear un nuevo orden,
Secularizar la sociedad,
Establecer un sistema de disciplinamiento,
Constituir un nuevo sujeto: el ciudadano
Para Filmus, la función central encomendada al sistema educativo en sus orígenes estuvo fuertemente vinculada con lo político, “la educación jugó un papel preponderante en torno a la integración social, la consolidación de la identidad nacional, la generación de consenso y la construcción del propio Estado”, en un contexto de gran heterogeneidad social y cultural, alimentada fundamentalmente por la inmigración europea. Esto justifica la presencia del estado como agente integrador y hegemónico a través de la educación.
El ciudadano pertenece al orden nacional, por lo tanto es necesario construir la pertenencia, que hasta ese momento había sido local, feudal, en un nuevo territorio que es el nacional. En este proceso de reterritorialización, es decir de conformación de territorios y fronteras nacionales, se impone unir territorios locales pasando a constituir la sociedad nacional
El ciudadano es un sujeto muy complejo cuya identidad está atada a lo nacional, en él se concreta la utopía de la igualdad, puesto que todos los
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