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USO DE LOS ELEMENTOS BÁSICOS DE DISEÑO


Enviado por   •  22 de Octubre de 2014  •  Ensayo  •  2.219 Palabras (9 Páginas)  •  229 Visitas

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USO DE LOS ELEMENTOS BÁSICOS DE DISEÑO: EL PUNTO, LA LÍNEA, EL PLANO Y EL VOLUMEN EN LA CREACIÓN DE PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS

Identificación de los elementos básicos de diseño en proyectos arquitectónicos

Cuando se observa un proyecto arquitectónico, hay que tener en cuenta que los elementos de diseño, que hasta ahora se han visto de modo independiente, en realidad están siempre en relación los unos con los otros. Identificar los elementos de diseño puede ser un trabajo difícil, y en todo caso hay que evitar dejarse llevar por las primeras impresiones que estos elementos pueden causar, ya que cuando se están analizando proyectos complejos, es fácil que el arquitecto no perciba alguna de las funciones que determinado elemento de diseño está cubriendo.

Un ejemplo de identificación de los elementos básicos de diseño se puede ver en la plaza de san Marco, en Venecia.

Este proyecto conlleva un análisis complejo, ya que no se trata sólo de un espacio arquitectónico si no también de uno urbano, ya que la plaza se encuentra conectada directamente con otros edificios de la ciudad.

El primer punto que se puede observar en la plaza es un campanario, conocido como el Campanile, detrás de el cual pasaba un canal que limitaba las dimensiones de la plaza. Este campanario resulta un punto llamativo dentro de la ciudad ya que es uno de los más elevados en la zona; es más alto que la basílica de San Marco, vecina del lugar y, por lo tanto, sirve como un “foco” que atrae la atención desde lejos.

En esta plaza también es interesante recordar que, en el urbanismo y la arquitectura del paisaje, se debe tomar en cuenta no tan sólo el espacio en sí mismo, si no también la forma de tener acceso a éste y la vista que se tendrá desde y hacia un punto. La vista más importante de la plaza se tiene desde la esquina sudoeste de la misma. Esta vista sigue un laberinto de callejones, antes de desembocar en la esquina desde la cual se contemplan, enmarcados por un arco, tanto el Campanile como la misma basílica de San Marcos. El contraste entre el espacio abierto, con sus edificios monumentales, y los pequeños callejones de la ciudad, hace que la visión sea más imponente. Otra vista interesante de la plaza es la que se tiene entrando por la Mercería, siguiendo el Rialto. Desde este recorrido se entra a la plaza por el arco de la torre del reloj, de modo que la basílica queda casi oculta por las paredes de esta torre. Sin embargo, las columnas enmarcan, al otro lado del canal, la iglesia de San Giorgio Magiore, obra de Palladio. Las vistas se pueden considerar como recorridos lineales, pero teniendo como punto de desemboque un espacio abierto, que se entiende como volumen.

Venecia, como es bien sabido, está ubicada sobre una serie de islotes que emergen de diversos canales, y en torno a la plaza de San Marcos se pueden encontrar algunos de los más importantes de la ciudad: el Gran Canal, el de San Marco y el del Rialto. Estos tres canales se pueden analizar de dos maneras: por un lado, son líneas que definen el espacio que queda entre ellas, en el cual se encuentra localizada la plaza entre un laberinto de calles y callejones, pero por otro, hay que considerar que, en Venecia, las vías de tránsito principales son los canales, de modo que éstos se transforman, hasta cierto punto, el espacios planos, que se pueden recorrer en dos direcciones, ya sea atravesándolos o siguiendo su corriente.

Otra línea importante que hay que considerar en este proyecto es la vía al Rialto. El Rialto es la zona comercial más importante de Venecia, y en torno a ella se concentra tanto la economía como parte del turismo de la ciudad.

En el tiempo de la República de Venecia, cuando esta ciudad era centro de un pequeño imperio comercial, tener una propiedad en el Rialto se consideraba como un símbolo de estatus social y de riqueza. La plaza, en la cual está no tan sólo la basílica si no también el Palacio del Dogo (el palacio de gobierno) forma el remate visual y urbano de esta importante vía. El acceso a la plaza de San Marco se puede dar de dos formas: por un lado, a través del Rialto, que llega por el lado ocupado por la Basílica, y por los canales, frente al Palacio del Dogo.

Los planos de la plaza están formados por tres fachadas principales: la de la basílica, la del palacio del Dogo y, por el lado norte, la prefectura vieja, en contraste con la nueva, colocada en el lado sur. Resulta interesante estudiar estas fachadas, ya que al pertenecer cada una a un estilo arquitectónico diferente, confieren un carácter distinto a cada uno de los edificios.

La basílica de San Marco se construyó después de la cruzada emprendida contra el imperio bizantino en el siglo XIII, y copió hasta donde fue posible la arquitectura de esta civilización. La arquitectura “exótica” de este proyecto crea un referente ideológico: la República de Venecia, con su amplia red de comercio y sus galeras, podía llegar a todas las regiones del planeta y se imponía a todos los gobiernos de la época en torno al Mediterráneo. El palacio del Dogo fue iniciado en el siglo XII por iniciativa de Sebastiano Ziani, y se construyó en estilo gótico, terminándose la obra en el siglo XV El palacio muestra una arquitectura gótica, cuenta con cierta fortificación y tiene un carácter militar, lo cual crea un mensaje distinto del de la Basílica: el poder militar de la ciudad, y la fuerza del gobierno del Dogo. Por otro lado, las prefecturas tienen un carácter diametralmente opuesto: Venecia era una república, aunque este concepto era muy distinto del que se tiene hoy en día de tal forma de gobierno. Sin embargo, ya se hablaba de la voluntad del pueblo y de la decisión conjunta de los habitantes, aunque en este caso se daba más importancia a los votos de los comerciantes ricos y los nobles que al voto del pueblo en general. El edificio de la prefectura está construido en estilo renacentista, el cual da mayor relevancia a la humanidad que el estilo gótico, más autoritario y “aristocrático”.

Respecto a la volumetría de la plaza, hay que entenderla de dos formas: positiva y negativa.

Esto quiere decir que los edificios circundantes se deben considerar de dos formas: por un lado, como cuerpos en sí mismos, y por otro, como elementos que definen un cuerpo, formado por la plaza. Ésta también debe considerarse de modo positivo y negativo, tanto como un volumen en sí misma como a manera de introducción a los edificios que la rodean. De este modo, la plaza es, en sí misma, un

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