Vacunas: Cura O Veneno?
Enviado por CesarHdzReyna • 23 de Marzo de 2015 • 2.295 Palabras (10 Páginas) • 272 Visitas
ENSAYO
LAS VACUNAS
¿CURA O VENENO?
MATERIA: METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION
AUTOR: CESAR ARTURO HERNANDEZ REYNA
CD. VICTORIA, TAM NOVIEMBRE DEL 2014
Cesar Arturo Hernández Reyna
Profesor Rafael Brito
Metodología de la investigación
9 Agosto 2014
Las vacunas: ¿Cura o veneno?
Mercurio, el segundo metal más venenoso conocido por el hombre, capaz de destruir neuronas en tan solo 20 minutos; se encuentra como preservativo en las vacunas. Para que el riñón de un niño pueda absorber el mercurio que se encuentra en estas vacunas sin daño alguno, debe de pesar 124 kilos y tener un riñón totalmente desarrollado. Actualmente existen tres vacunas (influenza, polio y neumococo) con mercurio. Las vacunas tienen un mecanismo sumamente complejo y necesitan de varios factores para poder tener eficacia. La presencia del mercurio en tantas vacunas del pasado ha influido fuertemente en el desarrollo del autismo, cosa que no era común en Estados Unidos hasta los años 30, fecha en que estas vacunas emergieron. Doctores, epidemiólogos, microbiólogos, biomédicos, bioquímicos y virólogos. Líderes y pioneros en armas biológicas, patogenia de organismos, enfermedades infecciosas, bioterrorismo, utilización de antibióticos, secuencia de ADN y virus como: viruela, ántrax, H5N1, VIH, HPV, rotavirus, hepatitis, ebola e influenza. Estos científicos han estado desapareciendo, han sido asesinados o han cometido suicidio sin razón alguna. A pesar que el mercurio ya no se encuentra en la mayoría de las vacunas y que no todos los niños son afectados. Niños saludables tienen 4 veces el nivel de mercurio en su sangre, orina y cabello que los que tienen autismo. Debido a las vacunas, el mercurio se adentra en las cadenas proteicas y causa una disfunción en los diversos sistemas del cuerpo humano. Es por esto que en 1988, en Estados Unidos, 1 de cada 2500 niños solía tener autismo, ahora es 1 de cada 146.
La mayoría de las personas que cree saber cómo funciona una vacuna piensa que una vacuna consiste en un patógeno que se introduce al cuerpo, que hace que una persona se vuelva inmune al patógeno. Esta teoría se debe a la falta de información que debería de ser otorgada por el médico o el enfermero a la hora de la vacunación. Hace apenas 300 años las personas no sabían como funcionaban y que hacían estos microorganismos ahora denominados virus. Pero si sabían que podían volverse inmunes al entrar en contacto con estas enfermedades, desde hace más de 1000 años los Chinos usaban el método de la inoculación el cual consistía en introducir las costras de los infectados en sus cuerpos para tener una reacción leve comparada a la enfermedad y ya no poder ser contagiados por esta. Desde entonces con los avances científicos la vacuna fue evolucionando hasta que en Inglaterra en el año 1721, se desarrolló la primera vacuna.
Ahora existen 3 tipos de transmisión de vacunas: las inyectables, las inhaladas y las orales. 4 tipos de vacunas: un microorganismo inactivo, una forma viva del microorganismo, un toxoide o una sub unidad del microorganismo. También existen vacunas contra bacterias, estas crecen sin necesidad de un huésped al crear la vacuna y se usa la bacteria en si o una parte de la bacteria.
Existen varios factores para crear una vacuna: un virus no puede replicarse a sí mismo, ocupa tejido vivo para crecer. Así que el proceso es más tardado al intentar crear la vacuna, puesto a que se tienen que se utilizan cientos o miles de experimentos con los virus para crear esta y con estos se necesita el tejido huésped, el cual puede ser: riñón de primates, riñón de conejos, embriones de pollo y tejido fetal humano que ha sido abortado. Una vez que se ha encontrado la manera de introducir esta parte de patógeno o al patógeno inactivo al cuerpo y activar una reacción inmune segura, se le debe de agregar un adyuvante como: aluminio, bacteria, liposomas, emulisiones de aceite y otros inmuno-estimulantes. Para poder crear una reacción lo suficientemente fuerte.
Aun teniendo una vacuna ‘funcional’ existen 4 razones para que no tengan el efecto deseado en el cuerpo. Puede que no crees los suficientes anticuerpos para combatir al virus o bacteria, muchas veces los anticuerpos no duran mucho tiempo, porque los virus siempre están mutando puede que no tengas la vacuna correcta y el problema más grave es que con la vacuna tenemos una reacción alérgica en lugar de una reacción inmunológica; creando un sistema inmune que se vuelve extracelular en lugar de intracelular, causando una respuesta TH2 en lugar de una respuesta TH1. La vacuna cuenta con otros ‘ingredientes’ que pueden ser causa de que esta no funcione apropiadamente o que cause problemas futuros en el paciente en el que se le administra.
El mercurio es la tercera sustancia más toxica conocida por la ciencia, una presentación inorgánica del mercurio es el timerosal, que al ser agregado como preservativo en la vacuna se vuelve una presentación de mercurio orgánico que es 1000 veces más venenoso. Cuando este preservativo se puso en las vacunas las cifras de niños con autismo se elevaron rápidamente. Después de su investigación el Dr. Buttar (2008), ha llegado a la conclusión que todos los casos de autismo tienen dos cosas en común: nulos niveles de mercurio y súper inteligencia. La carencia del mercurio es debido a que este se encuentra dentro de las cadenas de proteínas en el cuerpo. Antes de que el mercurio entre a estas proteínas primero recorre los diversos sistemas del cuerpo causando: parálisis, artritis, convulsiones, esclerosis y destrucción de neuronas. A la larga causa paraplejia, autismo, Alzheimer, cáncer, problemas cardiacos y problemas renales. La mayoría de los ‘efectos secundarios’ del timerosal son porque el mercurio invade al cerebro. Luego los iones del mercurio son introducidos a la neurona, se infiltran dentro y se juntan con microtúbulos de la neurona. Esto deja a la neurona sin túbulina y a la actina expuesta. Después de esto muere la neurona.
Dr. Buttar (2009) señala que “Si agarraras a un niño con autismo y lo transportaras 70 años en el pasado no tendría autismo, tendría Alzheimer. La única diferencia entre el Alzheimer y el autismo es la toxicidad del mercurio y su agudeza o cronicidad”
La diferencia entre un niño saludable y uno con autismo es la inhabilidad de desintoxicar metales debido a una falla mitocondrial. Todo metal es desechado por medio del sistema biliar que no se desarrolla en el primer año, más específicamente, en el sexto mes que es cuando se empiezan a dar las primeras dosis de vacunas, sin contar la primera vacuna (hepatitis B) que
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