Visión Antropológica en el Proceso de Salud-Enfermedad
Enviado por AndreaCZ • 13 de Mayo de 2021 • Ensayo • 939 Palabras (4 Páginas) • 198 Visitas
Visión Antropológica en el Proceso de Salud-Enfermedad
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A lo largo de la historia, el conocimiento ha sido un pilar fundamental para la explicación de los hechos que participan en el proceso de salud-enfermedad. Desde las creencias no sistematizadas de los pueblos primitivos, hasta el científicismo de las sociedades modernas; los saberes con distintos niveles de profundidad y en diversas áreas de interés, se han generado, en la búsqueda de respuestas oportunas a los problemas que los individuos y las sociedades han presentado en el ámbito de la salud. La Antropología Médica es una disciplina cuyo objeto ha estado cercano a la práctica médica desde la antigüedad, y que, con la actual globalización y la mayor visibilidad de la cultura adquiere una renovada importancia, especialmente para la salud pública, puesto que los procesos de salud, enfermedad, atención y cuidados, en su anclaje en el mundo social, cultural y político, y el buscar la demostración de las formas sociales de producción, construcción y distribución de la salud y la enfermedad ha sido el objeto de estudio de ésta disciplina, la cual aborda las respuestas sociales frente al sufrimiento, malestares, padecimientos y enfermedades, que requieren de personas y grupos, del desarrollo de estrategias de protección, para afrontar, resistir o modificar las condiciones de vulnerabilidad y para construir elementos de cuidados y de apoyo; haciendo referencia de esta manera, a el proceso de salud-enfermedad, del cual se reflexiona su naturaleza multidimensional y compleja, que demanda una abordaje epistémico desde la transdisciplinariedad; puesto que es a partir de las interacciones entre las diferentes disciplinas, que emergen alternativas más completas para solucionar los problemas de salud de la humanidad que rebasan el modelo biomédico; se reconocen los innumerables logros de este modelo desde el siglo XVII hasta el presente, sin embargo, ha sido necesario complementar con otros modelos o caminos que permitan comprender la complejidad del ser humano, como un ser que surge de las interacciones entre lo histórico, lo biológico, lo social, lo espiritual y lo cultural. La meta o ideal de la transdisciplinariedad camina hacia la autotransformación y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Por ello, la actitud transdisciplinaria implica la puesta en práctica de una nueva visión transcultural, transnacional, transpolítica y transreligiosa; con el diálogo como instrumento operativo se pretende asimilar, o al menos comprender, las perspectivas y el conocimiento de los otros, sus enfoques y sus puntos de vista, y también desarrollar en un esfuerzo conjunto, los métodos, las técnicas y los instrumentos conceptuales que faciliten o permitan la construcción de un nuevo espacio intelectual y de una plataforma mental y vivencial compartida. En este contexto, la conceptualización del cuerpo humano y el proceso salud-enfermedad, debe superar la visión cartesiana que concibe los organismos vivientes como máquinas constituida por diferentes partes, que funcionan según cadenas lineales de causa y efecto, y cuando se estropean es posible identificar una única causa de la avería. Por el contrario, el hombre como organismo viviente funciona como un sistema abierto, y esto significa que debe mantener un intercambio continuo con su entorno para seguir viviendo. De tal manera, que en el proceso de salud-enfermedad, encontramos la incidencia de factores tanto personales como sociales, económicos y ambientales que determinan el estado de salud de los individuos o de las poblaciones. Para mantenernos saludables y así preservar la vida, es necesario el equilibrio de éstos factores, al combinar y ejecutar de una manera equilibrada la buena alimentación, la protección ante agentes externos, como las radiaciones solares o variaciones de temperatura y/o humedad, la práctica de ejercicio, el mantener una buena higiene, la limpieza del medio en el nos desenvolvemos; así como también y de gran importancia como las antes nombradas, la accesibilidad y presteza de la atención médica que recibamos puede influir hasta en un 10% a nuestra salud. De igual manera, así como los factores de una manera influyen en la preservación de la vida, también inciden en la morbilidad, nos encontramos en un mundo que lamentablemente se encuentra altamente contaminado tanto ambiental como socialmente, por lo cual, es explicable la existencia hoy en día de un mapa planetario de enfermedades caracterizado por un mundo con enfermedades infecciosas endémicas vinculadas a las condiciones de vida deficientes y un mundo con enfermedades crónicas y degenerativas relacionadas con el estrés, la alimentación rica en grasas y proteínas, el abuso de drogas, la vida sedentaria y la contaminación ambiental; éstas realidades pueden entenderse a partir de la interacción entre mente, cuerpo y entorno, es decir, del papel que juegan los factores biofisiológicos, sociales y culturales en las redes multicausales que producen la enfermedad y la muerte; este enfoque transdisciplinario, se concibe como un conocimiento superior emergente, fruto de un movimiento dialéctico del pensamiento, que permite cruzar los linderos de diferentes áreas del conocimiento disciplinar y crear imágenes de la realidad más completas y más integradas. Mediante el abordaje epistémico de la transdisciplinariedad, se camina hacia la integración y conciliación de las diferentes disciplinas y contextos que nos puedan aclarar y aproximar a las diferentes realidades complejas y dar una respuesta más completa y más integrada a los acontecimientos de la salud y la enfermedad del hombre, mediante nuevos modos de producción de conocimiento y así aprovechar los logros obtenidos en la modernidad como el uso de la tecnología avanzada pero sin detrimento del relato del paciente, de su cultura, sus representaciones, sus condiciones sociales y materiales de existencia, su mundo local, sus emociones, es decir, transcender a la observación e interpretación, no de la enfermedad sino del ser humano en cada una de sus dimensiones, en dinámica interacción entre éstas, el entorno y el cosmos.
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