Vital

Rubén, un pibe que durante años estuvo encerrado en un instituto de menores de Córdoba, no tiene dudas: “Si fuera presidente, le doy trabajo a todo el mundo y vas a ver cómo disminuye el chorreo”, dice luego de pensarlo sólo dos segundos. Se refiere, claro, a los asaltos a punta de revólver o con una objeto filoso, y no a los de “guante blanco”.

En estos días donde se alzan los clamores contra los asesinos que usan navajas, el escritor uruguayo Eduardo Galeano se pregunta: ¿Por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social?

Vos pensás que los chicos nacen malos?, desafió Carlos “Indio” Solari, líder de los Redonditos de Ricota, a uno de los tantos periodistas que lo sindicaban como promotor de los desmanes generados por sus fans allá por abril de 2000 en uno de sus recitales.

La pregunta del cantante no hace más que desnudar realidades que brotan por todos lados: discriminación, miseria , marginalidad, drogas, delito, ausencia del Estado, muertes que son tomadas como cotidianas por una sociedad que observa casi anestesiada tanta violencia y desprotección por parte de quienes detentan el poder, que lleva a la peligrosa sensación de acostumbramiento a la delincuencia, cada vez más precoz.

La obra, escrita por Cristian Alarcón, refleja una realidad social que tiene como protagonista a Victor Manuel Vital, alias “El Frente”, un joven de 17 años devenido en ladrón y que fuera acribillado por la Policía Bonaerense. Si bien el relato se basa en Vital, se puede trasladar su forma de vida, su violencia, su marginalidad o quizás su destino a cualquiera de los otros chicos que forman parte de esta historia.

El autor del libro se sumerge en la historia de este conocido delincuente de la zona norte del Gran Buenos Aires, es más, se involucra hasta tal punto en la historia de la corta vida de Vital, que se transforma en uno más de ellos. Alarcón encara este libro al mejor estilo Rodolfo Walsh, es decir, una especie de Truman Capote del conurbano, por citar dos pilares del llamado Nuevo Periodismo, mediante el cual llega a realizar una crónica de un realismo y una crudeza impactantes, que ayuda a conocer desde adentro cómo y porqué se multiplica el odio y el resentimiento de los jóvenes que han quedado excluídos de un sistema, que les ha dado la espalda de una manera muy cruel.

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