¡YA NO CULPES A PAPÁ!

¿Te Estás Quedando Calvo?

¡YA NO CULPES A PAPÁ!

M. Ángel Córdova L.*

Todo empieza cuando notas que la línea capilar retrocede; tu frente se vuelve cada vez más amplia; te aparecen las clásicas “entradas”; la coronilla de despeja; el pelo de la nuca se adelgaza paulatinamente; y cada día, el peine o el cepillo se quedan con una buena muestra de tu cabellera... Sí, tienes que aceptarlo: ¡te estás quedando calvo!

De inmediato te vuelves un consumidor irrefrenable de champúes, jabones, tinturas, lociones y demás mejunjes “milagrosos” que prometen revertir el proceso y devolverte la melena. Tristemente, como el sabio dicho popular apunta, ¡lo único que detiene la caída del cabello es el mismísimo suelo!

Durante mucho tiempo, se ha sospechado que los factores hereditarios, que involucran a algunas hormonas sexuales masculinas, son importantes en la caída del cabello. Sin embargo, hasta ahora no estaba muy claro cuáles eran los genes involucrados en dicho proceso hereditario.

De hecho, con base en el hecho de que la calvicie es algo bastante común entre los hombres y muy raro en las mujeres, la lógica popular ha encontrado un “responsable” inmediato del problema: ¡el padre!

Sin embargo, quizá deba empezar a apuntarse en otra dirección, a la luz de un estudio realizado por el Prof. Markus Nöthen, del Centro de la Vida y el Cerebro de la Clínica de la Universidad de Bonn, y el Dr. Roland Kruse, de la Clínica de la Piel de la Universidad de Düsseldorf, que ha puesto al descubierto, por vez primera, uno de los factores responsables de la calvicie.

La investigación y el hallazgo

Durante varios años, los científicos alemanes buscaron por todo el país familias en las que hubiera varios hombres afectados por la pérdida de cabello. Esperaban encontrar en su sangre algunos genes candidatos y, eventualmente, los encontraron; el éxito llegó pronto, al reducir el campo de búsqueda a una serie de áreas de algunos cromosomas, allí donde se sospechaba que había una mayor posibilidad de encontrar el gen para el receptor andrógeno.

Una variante de este gen fue localizada mucho más a menudo entre hombres que presentaban calvicie prematura a muy temprana edad, que entre los que tenían la cabeza llena de cabellos más allá de los 60 años.

Pero es posible que la variante genética dé como resultado más receptores andrógenos en el cuero cabelludo. Al respecto, los investigadores encuentran dos explicaciones: una, que se forman más receptores andrógenos en los hombres afectados, y la otra, que la variedad del receptor que se desarrolla como resultado del cambio genético es más estable y no se rompe tan rápidamente. Ambos mecanismos –según ellos– pueden conducir a un número mayor de andrógenos, lo que, a su vez, provoca la pérdida

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