Ética experimentación científica animal

Ética experimentación científica animal

La oposición en la experimentación animal parte a mediados del siglo XIX debido a la brutalidad de toda intervención quirúrgica en aquella época, ya que no existía la anestesia para hombres y menos para animales, con lo que la oposición parte desde el sentimiento de repulsión que produce el sufrimiento físico y psicológico de los animales.

El dilema ético que hay en la experimentación animal tiene relación con el choque de dos opiniones, por un lado el atentar contra la sensibilidad y vida de los animales, también el daño que puedan llegar a sufrir en el experimento, por otro lado la necesidad de los experimentos debido a que son vitales para la salud de los humanos e incluso de los propios animales.

La experimentación con animales es un tema polémico, el ámbito científico como fuera de él, ya que las implicaciones no se reducen solamente al ámbito animalista, sino que se extienden a estudiantes, científicos, industrias y la opinión pública. Los experimentos con animales tienen su base en el hecho a considerar a otras especies como modelos en miniatura de los problemas humanos, sin cuestionamientos éticos.

Las éticas tradicionales han girado en torno a la concepción del hombre como ser preeminente en la naturaleza por su capacidad de razonar, sentir, expresar placer y emociones que solo él puede tener, mientras los animales han sido vistos como seres dotados de instintos que se expresan en condiciones naturales.

En lo que se refiere este tema, la discusión actual tiene antecedentes a mediados del siglo XIX en Inglaterra, cuando se promulgaron las primeras leyes de protección a los animales domésticos. Con relación a los animales de laboratorio no es hasta los años 30 del siglo XX que comienza el auge de las regulaciones en Europa y EUA. Los experimentos con animales tienen como base tratar de solucionar y ver los problemas humanos sin cuestionamientos éticos, esta idea ha estado continuamente puesta en juicio.

Como consecuencia a esto existen dos tendencias éticas muy marcadas:

A) Los que defienden que los animales pueden ser usados con libre albedrio, sin embargo la mayoría de la población y de los bioeticistas, parecen mantener una actitud en punto medio al aceptar el uso de animales para experimentar pero bajo solo ciertas condiciones.

B) Los llamados defensores de animales que mantienen una postura donde nunca está justificar dañas los animales para propósitos humanos.

En la investigación es el lugar donde experimentar con animales es donde está más establecido. Actualmente gracias a las presiones de defensores de animales, de científicos, estudiantes y la opinión pública, se han realizado algunos avances. Hay que considerar y destacar el hecho de que en todo el mundo existen centros de investigación y desarrollando métodos alternativos para reducir el uso de animales, estos centros se especializan en metodologías alterativas como el GTMA (Grupo de trabajo especializado en metodologías alternativas), ECVAM (European Center for the Validation of Alternative Methods), entre otros.

Los modelos de ordenador y cultivos celulares, así como otros métodos alterativos de investigación, son caminos excelentes para reducir el numero de animales empleados en investigaciones, estos métodos se usan para examinar y determinar el potencial toxico de las sustancias en fases iniciales de las investigaciones, así poder reducir el total de animales necesitados, aunque la prueba final se tiene que realizar en un sistema completo y vivo, porque actualmente ni las más sofisticadas tecnologías pueden imitar las complicadas interacciones entre células, tejidos y órganos, que se dan en humanos y animales. Los científicos deben entender estas interacciones antes de introducir en los humanos nuevas sustancias. También está el hecho de que para reemplazar a los animales, no es solamente llegar y reemplazarlos, para un experimento adquirir y cuidar de los animales de investigación es muy costoso pero es necesario ya que actualmente no hay sistemas capaces de recrear las reacciones de un ser vivo. A pesar de que la ciencia y la sociedad están avanzando en comparación a antes, aún quedan muchos obstáculos para poder desarrollar métodos más confiables que eviten el sufrimiento de los animales.

Un ejemplo claro de que de verdad funciona los métodos de experimentación, se ha podido reducir la cantidad de animales necesitados en los experimentos, como se ve en la siguiente tabla se analiza cómo ha ido reduciendo el uso de animales en España con el pasar de los años

Un total de 792.724 animales fueron empleados en 2017 en España para experimentación y otros fines científicos, incluyendo la docencia, lo que supone un 43,5% menos que los 1.403.290 individuos empleados en 2009, primer año con datos oficiales recopilados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esos datos reflejan que el número de usos de animales para esas actividades en 2017 (último año con información disponible) fue de 802.976, de los cuales 792.724 fueron animales usados por primera vez y 10.252 se reutilizaron

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Se realizan experimentos con animales básicamente en tres campos:  la investigación, la docencia y la industria. Sin embargo existen organizaciones como The American Anti-vivisection Society, The Nacional Antivivisection Society y muchas otras que desarrollan y ofrecen métodos pedagógicos que no suponen sufrimientos para los animales.

En investigación, se han desarrollado modelos de animales para evaluar enfermedades genéticas humanas y producir drogas o vacunas, y como fuente donante de celular y órganos, así como proteínas sanguíneas o anticuerpos.

En docencia, las practicas con animales tienen como objetivo aprender ciertos procesos fisiológicos, características anatómicas o adquirir habilidades clínicas y quirúrgicas como forma de entrenamiento.

En la industria, la biotecnología animal ha experimentado un gran desarrollo en las últimas décadas con el uso de tecnologías reproductivas, la creación de organismos genéticamente modificados, la producción masiva de moléculas de interés y la prueba de productos de consumos para probar que no son dañinos

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