Тipos de olas
Enviado por Karina98 • 21 de Febrero de 2014 • Trabajo • 995 Palabras (4 Páginas) • 240 Visitas
LAS OLAS
En climatología se entiende por ola un fenómeno atmosférico que produce variación repentina en la temperatura de un lugar. Pero la idea más común de ola se refiere a la onda de gran amplitud que se forma en la superficie de las aguas. La mayor parte de las olas que se pueden observar son producidas por el viento, pero no hay que olvidar las llamadas “olas de marea” que no tienen nada que ver con las mareas, causadas en realidad por grandes perturbaciones geológicas del suelo submarino: terremotos, erupciones volcánicas submarinas y gigantescos deslizamientos de tierras. Estas olas destructivas, denominadas “tsunamis” por los oceanógrafos, son aperiódicas y su aparición no puede predecirse a largo plazo.
Los oceanógrafos distinguen dos tipos de olas provocadas por el viento: las olas de viento propiamente dichas, mantenidas y provocadas por él, y las olas de marejada, que son olas de viento que abandonaron la región donde se formaron llegando a zonas en calma o de viento menos intenso, y disminuyen gradualmente de tamaño.
Las olas marinas comunes originadas por el viento pertenecen a un tipo denominado ondas oscilatorias progresivas, ya que se propagan a través del agua originando un movimiento oscilatorio. Altura de la ola es la distancia vertical entre el seno y la cresta. Se denomina período al tiempo transcurrido entre el paso de dos crestas consecutivas por un punto fijo, y la velocidad de la ola a la velocidad con la que la ola avanza sobre la superficie del agua medida en metros por segundos o nudos.
La eficacia del viento para producir olas está en función de su velocidad media, pues ella determina la cantidad de energía recibida por la ola, de la duración del tiempo en que actúa, ya que de ello dependerá que la ola alcance o no el máximo tamaño, y de la amplitud del mar abierto sobre el que actúa.
Como consecuencia del rozamiento del viento sobre el mar se crean los primeros rizos, sobre cuya cara levantada actúa el viento directamente. Estas olas pequeñas, con caras escarpadas, se rompen en su mayoría formando espumas y turbulencias, con lo que devuelven parte de su energía almacenada y contribuyen a formar olas mayores que las absorben y almacenan mejor la energía.
Esta es la zona de creacción, que en una tormenta puede ocupar miles de kilómetros cuadrados. A medida que las olas crecen, no sólo aumenta su altura y velocidad, sino también su longitud. Si los vientos aplican una energía superior a la que la ola puede absorber, la cresta comienza a empinarse hasta tener un filo de 120º y una altura de aproximadamente 1\7 de su longitud, momento en el cual la ola se rompe y forma una rompiente.
Por lo tanto, las olas largas pueden elevarse mucho más que las cortas, que alcanzarán su altura máxima
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