Reflexion sobre la materia de Habilidades Socioemocionales

REFLEXION

Al reflexionar sobre la materia de  Habilidades Socioemocionales, me doy cuenta de cuánto influyen nuestras emociones en la manera en que vivimos, interactuamos y nos enfrentamos a los desafíos diarios. Este aprendizaje me llevó a reconocer que las emociones no son solo respuestas espontáneas, sino herramientas valiosas que, si aprendemos a manejarlas, nos ayudan a crecer y conectar con los demás de manera más profunda.

Durante este proceso, sentí una mezcla de autodescubrimiento y desafío personal. Explorar mis emociones me hizo consciente de cómo a veces las ignoro o reprimo, creyendo que no son importantes, cuando en realidad son una brújula que me guía. Aprendí que no hay emociones “buenas” o “malas”; todas tienen un propósito, ya sea protegerme, impulsarme o alertarme sobre algo que necesita atención.

También entendí que es normal sentir estrés o ansiedad, especialmente cuando enfrento situaciones nuevas o demandantes. Lo importante es no dejarme llevar por esos sentimientos, sino encontrar maneras de manejarlos: respirar, reflexionar, hablar con alguien o simplemente darme un momento para calmarme. Aprender sobre la empatía, la resiliencia y la autocompasión me hizo darme cuenta de que no siempre tengo que ser perfecto o tener todas las respuestas. Está bien pedir ayuda y reconocer que estoy aprendiendo.

Este tema también me ayudó a valorar las emociones de los demás. A veces, en nuestra prisa diaria, olvidamos que cada persona lleva consigo sus propios sentimientos, miedos y esperanzas. Practicar la empatía me ha hecho más sensible a lo que otros viven, ayudándome a fortalecer mis relaciones y a ser más paciente y comprensivo.

En conclusión, este aprendizaje me dejó un sentimiento de gratitud hacia mis emociones y un compromiso de seguir trabajando en ellas. Ahora entiendo que conocerme mejor no solo me beneficia a mí, sino que me permite contribuir a un entorno más amable, inclusivo y respetuoso con quienes me rodean. Es un camino que requiere práctica, pero el bienestar emocional que obtengo vale cada esfuerzo.

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