El juego
Enviado por pol_24 • 25 de Abril de 2023 • Apuntes • 4.432 Palabras (18 Páginas) • 49 Visitas
El juego acurruca al cuerpo y tienta la luz que hay en él[1]
Para Marta Beicim
El juego es el resultado de una experiencia y, a su vez, una experiencia siempre misteriosa, un acto que arma costura entre el soma y la psique. Pertenece al mundo de las fantasías, los sueños, y la ilusión. No se trata de una técnica o una simple actividad. Según Huizinga “la cultura brota del juego”.[2]
El juego, como el lenguaje, precede al niñx y lo compromete,[3] también en su cuerpo, por ser un hacer donde se manipulan objetos en un tiempo y espacio determinado, donde se movilizan emociones, afectos e imágenes, pero aún así no todo puede ser jugado.
Produce diversión, jugando lxs niñxs la pasan bien, obtienen placer,[4] se divierten: “es el campo mismo donde se constituye un sujeto: el niño”.[5]
Primer Paso
Hay que saber abandonar el nombre,
luego la definición, luego la imagen… Pascal Quignard[6]
El juego, su naturaleza, dinámica y función es motivo de estudio e investigación teórica y vivencial en la disciplina psicomotriz.
El juego forma parte de las diversas prácticas que desarrollamos en los ámbitos de la salud, la educación y espacios de intervención comunitaria. En la formación del psicomotricista está presente en múltiples momentos, tanto desde una perspectiva corporal como conceptual. Estudiamos el juego desde varios puntos de vista disciplinares, desde distintos autores y desde la perspectiva de cada estudiante en tanto autor del jugar: a través de las propias vivencias corporales, tanto actuales como pasadas.
Planteamos e investigamos en nuestra formación un lugar de trasmisión que sensibilice la mirada y la escucha del propio cuerpo, y movilice la disposición para el juego tanto conceptual como corporal. Pero, ¿de qué saber se trata?
Como decíamos, no se trata del desarrollo de un campo expresivo o de una habilidad, se trata de una experiencia: estar presente en una experiencia en la que cada cual se juega en el juego, permanece en el juego que se despliega con su presencia y recibe al juego vivo, hace el juego, deja al juego que obre…en la propia autoría.
Consideramos que el desarrollo del lugar de estudiante es un antecedente fundamental del lugar profesional; trabajamos, como dijo Freire: “con los estudiantes, no para ellos y mucho menos sobre ellos”.[7] Los estudiantes aceptan ponerse en juego en sus gestos e historias.
En las clases exploran y comparten sus historias de juegos, las recrean con los compañeros y experimentan con diversas propuestas. Se placen, emocionan, representan, imaginan otras vidas, otros mundos. Descubren un sí mismo, descubren al otro y el carácter de encuentro del juego; y a través de los relatos que construyen para articular esas vivencias con sus palabras y con la teoría, estas escenas se transforman en verdaderas experiencias de juego en común.[8] De esta manera desarrollan y sostienen experiencias y reflexiones sobre el juego que dan forma a un saber que no puede ser presentado sino a través de las vivencias. Se trata de aventurarse a poner en juego el imaginario corporal que da cuenta de un ritmo, de una cadencia y una melodía del cuerpo y las palabras. En dichos ritmos no está implicada solamente la temporalidad sino también el espacio: lo que queda adentro y afuera del juego, los objetos que se usan para jugar y los que no. Ritmos, lugares, espacios, trayectos, juguetes, movimiento, quietud, idas y vueltas de los cuerpos y las palabras que resuenan en las vivencias corporales y posibilitan el reconocimiento tanto de la transitoriedad del juego como de su innegable carácter placentero. Ambas categorías de la escena lúdica, que sólo se despliegan en los ritmos de armonía y desarmonía de encuentro con el otro, traman la confianza que da pie al armado del entre dos y “a la superposición de la zonas de juego”.[9]
¿Por dónde pasa la disposición para el juego en psicomotricidad? ¿Cuál es la función y la resonancia que produce en el juego de unx niñx la presencia del cuerpo, el contacto, la mirada y la voz del psicomotricista? Orientamos nuestro trabajo a tomar el juego como tal, no interpretarlo, ni ponerlo al servicio del desarrollo de un campo madurativo, se trata del niñx que juega: “jugar es cosa seria”.[10] La presencia del psicomotricista no busca transformar el juego, sino acompañar la apertura del juego y sostener el lugar a donde lxs niñxs lo convoquen. Lo verdaderamente importante en la escena es el juego; que facilita el dominio de los funcionamientos del cuerpo, que arma nuevas relaciones con el propio cuerpo y con la realidad, produciendo efectos sobre la imagen del cuerpo y el uso de las palabras.
Segundo Paso
Jugaba – jugabas – jugaba – jugábamos – jugaban –jugaban-
Los niños dejan el sol en la taza y se van a cazar el tesoro que nadie –jamás- sabrá traducir…
María Negroni[11]
La manera de pensar el cuerpo y el padecimiento en el cuerpo, el modo de darle trato, las palabras que usamos sitúan un discurso que da soporte a la praxis psicomotriz y que prefigura tanto su naturaleza y su modo de interactuar con otras disciplinas, como la perspectiva de la formación del psicomotricista y, particularmente, una posición ético-política.
En este sentido, es necesario situar el juego en relación con un concepto de cuerpo y de padecimiento de la infancia. Nos interesa ubicar el juego en una escena en la cual la relación cuerpo - lenguaje es la principal protagonista y su más caro argumento.
En nuestra disciplina el cuerpo adquiere las particularidades de una construcción que porta no solo la cualidad del equipamiento biológico sino aquellas que se gestionan en la relación con el propio cuerpo y el Otro. Desde este punto de vista el cuerpo se hace, se construye en el lugar mismo del cuerpo, con la experiencia misma del cuerpo en relación con el otro y con la lengua, operaciones psicomotrices que establecen y desarrollan la organización psicomotriz.
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