Las corrientes pedagógicas y las transformaciones sociales y educativas con las TIC

Las corrientes pedagógicas y las transformaciones sociales y educativas con las TIC

Laura Milena Márquez Durán

I.D. 000499584

Yessica Damaris Pinzón Cuevas

I.D. 000506145

Universidad Pontificia Bolivariana

Facultad de Educación y Pedagogía

Maestría en Educación

Medellín

2023

Las corrientes pedagógicas y las transformaciones sociales y educativas con las TIC

Las corrientes pedagógicas son marcos conceptuales que proporcionan una comprensión de los procesos educativos que se han desarrollado a lo largo del tiempo, respondiendo a las necesidades y demandas de la sociedad en cada época a su vez por los avances en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

En este ensayo, se analizará cómo las corrientes pedagógicas nos permiten entender las transformaciones que se dan o dieron en el ámbito social y educativo de cada época, según la corriente pedagógica. Se mostrará cómo las corrientes pedagógicas han reflejado los cambios sociales y culturales, y cómo han promovido el desarrollo de nuevas formas de enseñar y aprender.

Iniciamos con la corriente pedagógica tradicional definida por Díaz y Quiroz (2002) citado por Yarza de los Ríos (2011), como: “Autoritaria, jerárquica, centrada en el maestro, memorística, acrítica, dogmática, alejada de la vida. Corresponde con el método Lancaster o de enseñanza mutua y el método Pestalozzi o enseñanza objetiva en el siglo XIX” (p. 9).

Esta corriente pedagógica se desarrolló en el contexto de la Revolución Industrial, cuando la sociedad exigía a la educación que preparara a los alumnos para el trabajo en las fábricas. Por tanto, se caracteriza por su énfasis en la transmisión de conocimientos por parte del profesor al alumno. El alumno es un receptor pasivo del conocimiento, y el profesor es el único responsable del aprendizaje.

En este contexto, las TIC se utilizaron principalmente para apoyar la enseñanza memorística y dogmática en tanto que se utilizaron los libros de texto, los exámenes y las pruebas estandarizadas para transmitir conocimientos a los alumnos.

Las TIC han tenido un impacto significativo en la corriente pedagógica tradicional, pues le han permitido a la corriente tradicional adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad, teniendo como ejemplo, los libros de texto electrónicos y las plataformas de aprendizaje en línea que han permitido a los alumnos aprender a su propio ritmo y desde cualquier lugar.

Sin embargo, también han habido críticas al uso de las TIC en la corriente tradicional, pues se ha argumentado que las TIC pueden reforzar el enfoque memorístico y dogmático de la corriente tradicional, así como que estas tecnologías pueden dificultar la participación activa de los alumnos en el aprendizaje.

Se continua con la corriente pedagógica de la escuela nueva, la cual es definida por Díaz y Quiroz (2002) citado por Yarza de los Ríos (2011), como: “Basada en el pragmatismo, el positivismo y el empirismo, valora la “actividad” de los niños en lo físico, lo intelectual y lo moral para la enseñanza y el aprendizaje, el maestro organiza el medio para el aprender. Pertenece a la práctica pedagógica de la Escuela Nueva o escolanovista de principios del siglo XX” (p. 9).

Esta corriente pedagógica se desarrolló en el contexto de la Ilustración, cuando la sociedad exigía a la educación que preparara a los alumnos para la vida en una sociedad democrática y se caracteriza por su énfasis en el aprendizaje activo y la participación de los alumnos (Narváez, 2006).

En este contexto, las TIC se utilizaron para apoyar el aprendizaje activo y la participación de los alumnos, las cuales fueron utilizadas por los educadores de la escuela nueva, tomando como ejemplo los libros de texto ilustrados con fotografías ayudaron a los alumnos a visualizar conceptos abstractos, así, un libro de texto de ciencias podría incluir fotografías de plantas, animales y fenómenos naturales. Esto ayudaría a los alumnos a comprender mejor estos conceptos. En tanto al correo, este permitió a los educadores compartir ideas y recursos sobre métodos de enseñanza innovadores, al poder escribir una carta a otro educador sobre una nueva técnica de enseñanza que había probado, lo que ayudaría a otros educadores a aprender sobre nuevas formas de enseñar.

Se sigue con la corriente pedagógica conductista, la cual es definida por Díaz y Quiroz (2002) citado por Yarza de los Ríos (2011), como la que: “Busca el moldeamiento meticuloso de la conducta productiva y observable de los individuos, centrada en objetivos y en la programación de la enseñanza. Es representada por la Tecnología Educativa de la década de 1960 y 1970” (p. 9).

Esta corriente pedagógica se desarrolló en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, cuando la sociedad exigía a la educación que preparara a los alumnos para el trabajo en las fábricas y en el ejército y se caracteriza por su énfasis en el aprendizaje de habilidades específicas.

En este contexto, las TIC se utilizaron para apoyar el aprendizaje de habilidades específicas, por ejemplo, se utilizaron los programas de aprendizaje asistido por computadora (CAA) para enseñar habilidades como la escritura, la lectura y las matemáticas, además, pueden personalizar el aprendizaje para adaptarlo a las necesidades individuales de los alumnos. También pueden proporcionar retroalimentación inmediata, lo que les ayuda a aprender más rápidamente.

Finalmente, continúa la corriente pedagógica cognitivista, la cual es definida por Díaz y Quiroz (2002) citado por Yarza de los Ríos (2011), como la que se: “Enfatiza en el desarrollo, afianzamiento y optimización de las habilidades cognitivas de los estudiantes y su ascenso hacia niveles superiores (metacognitivos), se recupera la acción participativa individual sobre el material de estudio, el maestro es un posibilitador de circunstancias para evolucionar en los procesos cognitivos. Desde la década de 1980 hasta nuestros días”  (p. 9).

Esta corriente pedagógica se desarrolló en el contexto de la Guerra Fría, cuando la sociedad exigía a la educación que preparara a los alumnos para la competencia internacional y se caracteriza por su énfasis en el desarrollo de las habilidades cognitivas de los alumnos.

En este contexto, las TIC se utilizaron para apoyar el desarrollo de las habilidades cognitivas de los alumnos. Por ejemplo, las simulaciones pueden ayudar a los alumnos a desarrollar habilidades de resolución de problemas, los juegos educativos pueden ayudar a los alumnos a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y las tecnologías de realidad aumentada y virtual pueden ayudar a los alumnos a visualizar conceptos abstractos (Garcés-Prettel etal., 200).

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