Cuento Pedrito y su pantalón rosa

Pedrito y su pantalón rosa. (17/05/24)

Había una vez un señor muy soñador llamado José, trabajaba todos los días en su carpintería en el Mercado San Miguel de la provincia de Salta. El hacia juguetes de maderas para vender y así poder solventar los gastos del hogar, ya que la situación económica en Argentina transitaba por unos cambios después de asumir el nuevo presidente. El dinero ya no alcanzaba. Él vivía en un barrio de bajos recursos, soñaba con tener hijos, pero ese sueño no llegaba.

Un día, mientras trabajaba en su taller, encontró un trozo de madera de roble, rustico, muy especial y decidió darle forma. Así fue como nació Pinocho, un muñeco de madera, y lo llamo Pedrito. De a poco fue tratándolo como si fuera un hijo, aquel que nunca tuvo, hablaba con él todas las mañanas, le preparaba el desayuno, lo sentaba en su mesa para almorzar y hasta veían su programa favorito. Todas las noches le pedía al universo, ojalá cumpliera su gran sueño.

Pasaron los días, y su deseo fue creciendo tanto que el universo escucho su pedido. Una noche sin darse cuenta al volver al taller a terminar su trabajo se encontró con pedrito quien lo saludo con un efusivo abrazo. José sorprendido, alegre y temeroso lo acogió entre sus brazos y desde ese día formaron una pequeña familia. Día a día le enseño las tareas del hogar, sus obligaciones, valores y un poco de todo el mundo en que él vivía.

Pedrito tenía un brillo único en sus ojos, a el le gustaba mejorar el estilo de su ropa y de a poco empezó a transformar sus pantalones en pollera, a cortar las remeras y a usarlas como vestido.  Admiraba como se vestía la protagonista de su programa favorito.

Desde el momento en que cobró vida, Pedrito sintió que era diferente a los demás. No le interesaban los juegos de fútbol ni las travesuras típicas de los chicos de su edad como se lo había enseñado su papa. En cambio, se sentía atraído por las cosas coloridas, hermosas, la música y el arte, pero siempre lo ocultaba.

Como ya iba al colegio, tenia una mejor amiga, llamada Alma, a ambos les encantaba juntarse después de clases, llegar a su casa, comer cosas ricas y luego vestirse y maquillarse escuchando canciones de Taylor Swift. Siempre llevaba   ropa ancha, para cambiarse antes de entrar a su casa, para que su padre no lo descubriera. Pedrito quería mucho a Alma, ya que ella siempre lo apoyaba en sus cosas, lo hacía reír mucho y le regalaba su ropa.

Como su padre trabajaba todo el día, el aprovechaba para ir a clases de baile todos los días, participaba en concursos, donde en todos salía ganador e hizo muchos amigos. Era muy feliz.

Diseño un pantalón rosa y una remera blanca con muchos brillos, ¡le encantaba usarlo! lamentablemente su manera de vestir en la calle hacía que las personas lo miraran y hablaran mal de él. Eso hacía que el sintiera vergüenza, pero al mismo tiempo no le importaba ya que sus sueños eran más fuertes.

Sin embargo, con el tiempo, cansado de ocultar lo que más amaba hacer, sobre todo a la persona que más lo amaba en el mundo. Fue así como Pedrito con mucha valentía, coraje y con la misma fuerza que tenía para aceptarse a sí mismo, le compartió su verdad a José, su padre. Para su sorpresa y alivio, José lo aceptó con amor incondicional. Le aseguró que lo amaba tal y como era, y que siempre estaría para apoyarlo.

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