Discurso del día del estudiante

Ser estudiante es, ante todo y esencialmente, un compromiso. Tal compromiso dista de cumplir a cabalidad una jornada académica; de cumplir, después de hacerse trizas los ojos una noche, con alguna entrega para satisfacerse o darse golpes por una nota; de cumplir con un semestre y lanzarse al tránsito de las horas, ocupándolas con alguna tontería. Ser estudiante es, ante todo y esencialmente, un compromiso con el presente que nos engloba y atraviesa. Estudio de la realidad brumosa. Es una forma de darle forma, claridad, y de entenderla. Y no, ser estudiante, no son las pobres cosas que nos han dicho: estar en el aula, recibir la aleccionadora catedra del profesor o profesora que cree contener el conocimiento todo dentro de sí, y luego salir para volver a casa y regresar al otro día y mantener el ciclo. Debemos negarnos rotundamente a este estado de cosas, que, han perdido toda su vigencia. La educación que necesitamos es la que dialoga, no la que subordina; es la que cuestiona, no la que atiende; es la que crea, invita a crear, y no la que recibe exclusivamente lo creado. No hay estudiantes sin educación, ni hay educación sin estudiantes. Pero, parece que la universidad actualmente, se empecina en darnos una educación, no al tamaño de nuestros sueños, sino al tamaño de las empresas, que no hacen otra cosa que mantener las dinámicas de producción y consumo, de las que nos hemos vuelto esclavos ¡y dicen que la esclavitud fue abolida! Solo cambiaron el empaque, el contenido parece ser el mismo. Por eso debemos, no solo resistir, como resistieron quienes nos precedieron, también debemos atacar. En este caso, atacar a quienes hagan y quieran hacer de nuestra universidad, la única universidad pública de nuestro departamento, un botín para embolsillarse. Porque es el momento de acabar: con la politiquería, el clientelismo, el nepotismo, la corrupción, que hace tantos años viene haciéndose espacio en nuestra universidad.  Y esto no quiere decir: vamos a agarrarlos a los golpes. Quiere decir: que vamos a pintar el mensaje que más les duela, y donde más les duela; que vamos saltar y a gritar y a cantar y a paralizar las clases y las calles, porque ser rebelde, ser rebelde es también ser un estudiante. Ni siquiera traguen entero, lo que dice este discurso. Digiéranlo, analícenlo, que por ahí va la cosa de ser un estudiante.

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