Resumen: Comunicación: un modelo integral

RESUMEN: COMUNICACIÓN: UN MODELO INTEGRAL

Íbico Rojas

A lo largo de los años se propusieron diferentes modelos para explicar el proceso de comunicación.  En la actual corriente teórica de la información sigue la línea aristotélica que se centra en el funcionamiento de tres entidades: el orador, el discurso y la audiencia. Además, en los años treinta, Bloomfield sigue una línea conductista con una simple cadena de estímulos y respuestas, ya en el siglo pasado estuvo centrado en la mejora de los medios de comunicación masiva, cuya base fue la teoría matemática de la información desarrollada por Shannon, que se centraba en el envío rápido y eficiente de mensajes con fórmulas matemáticas probabilísticas, pero no respecto a un proceso de comunicación entre personas.

El sistema de Shannon estuvo constituido por seis elementos: la fuente de información que es un conjunto de símbolos que poseen un sistema estocástico; el mensaje, que resulta de una sucesión de símbolos elementales producidas por la fuente de información que es seleccionado según probabilidades, este mensaje llega al transmisor (representa, por ejemplo, al micrófono del aparato telefónico) y este convierte mensajes en señales y al  el receptor (que está al otro extremo de un canal) realiza un proceso inverso o descodificación, (en el sistema telefónico representa el auricular telefónico este recibe señales y los convierte en ondas sonoras que corresponde al mensaje original) transforma señales en mensajes, estas señales fluyen por un canal que en este caso es el cable telefónico que convierte señales en palabras, que son recibidas por el destinatario que es el objeto al cual se dirige al mensaje, y a veces cuando las señales pasan por el canal pueden ser afectadas por un factor físico que constituye el ruido que distorsionan el sonido.

Weaver propuso dos elementos más al esquema de Shannon, uno ubicado entre la fuente y el transmisor, llamado fuente de ruido semántico y otro situado entre el receptor y destino llamado receptor semántico. En el ámbito de la lingüística, Jakobson y Martinet incorporaron a este ámbito los términos código y mensaje. Para Jakobson en el proceso de comunicación intervienen seis elementos que están vinculados entre sí para explicar las funciones del lenguaje: emotiva, referencial, poética, conativa, fática y metalingüística. Jakobson sigue los modelos conductistas y omite un elemento importante: el significado e introduce un cambio terminológico código como equivalente a lengua y mensaje en lugar de habla, esto no tiene sustento preciso, más bien lo hace complicado y confuso, en distinguir qué es código y mensaje, ya que Saussure, quien puntualizó que la lengua tiene naturaleza virtual siendo la suma total de las representaciones mentales de las entidades lingüísticas que se encuentran en el cerebro de una comunidad y el habla es la actualización fónica de la lengua que realiza parcialmente cada miembro de la comunidad.

En cuanto a las entidades objetivas del proceso comunicativo tenemos:

Emisor: que es quien emite el mensaje.

Código; sistema de signos en general

Mensaje: cualquier materia elaborada por el emisor para expresar un significado.

Canal: ducto el cual lleva el mensaje

Ruido: lo que perturbe la buena percepción del mensaje.

Destinatario: persona que percibe el mensaje.

Contexto comunicativo: Conjunto de elementos que conforman el espacio comunicativo.

Con respecto a que la comunicación es un proceso eminentemente interactivo, cae en una impresión; puesto que no todo acto comunicativo es directo y bidireccional, es decir dialogado, por ejemplo, la comunicación por los medios es indirecta y unidireccional.

En relación a la adquisición y aprendizaje de los diferentes tipos de signos, los seres humanos tenemos múltiples formas de comunicarnos mediante símbolos de una o más lenguas, íconos, señales, emblemas y para poder adecuarlos y utilizarlos correctamente, en nuestro cerebro hay redes neuronales que se han especializado en ello y nos referimos a las lenguas y escrituras. A lo largo de los años se han hecho investigaciones sobre nuestro cerebro el cual posee dos hemisferios: izquierdo y derecho, y se ha llegad a saber que en la corteza cerebral existen 52 áreas y que cada una cumple funciones cerebrales y se interrelacionan.

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