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LA MALINCHE. LA PRINCESA QUE FUE TRAICIONADA


Enviado por   •  2 de Julio de 2019  •  Apuntes  •  2.002 Palabras (9 Páginas)  •  412 Visitas

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No seas malinchista o que malinchista eres son expresiones que comúnmente escuchamos en nuestro país o que a veces llegamos a decir sin conocer realmente el origen de este término. La historia oficial creo el “malinchismo”, palabra empleada para insultar a alguien como traidor a la patria, pero ¿Cuántos conocemos qué existe detrás de la historia de esta palabra y si en verdad es justo emplearla? En vida solo unos cuantos documentos se ocuparon de ella, la historia le otorgó tantos nombres como personalidades llamándola: Malinal, Malinalli, Malintzi, TelePal, Malinche, Marina “La Lengua”, Marina “La De Cortés”; esas numerosas variantes hacen imposible saber con precisión su verdadero nombre indígena, es por eso que hoy les hablare cuán importante fue la participación de la “Malinche” en “La Conquista de la Nueva España”, y si en realidad se merece llevar ese término coloquial que utilizamos para llamar traidor a una persona.

En el año de 1519, frente a las costas de la península de lo que hoy es Yucatán, aparecieron extraños objetos que parecían flotar sobre el agua, algo que fue tomado como presagio del fin del mundo, fin de una era que una pequeña joven nativa ayudaría a transformar. Marina fue una mujer de inteligencia superior que poseía el don de lenguas, aprendió el español y sirvió de traductora al conquistador. Las descripciones sobre su persona la refieren de gran hermosura y dotada de una suave y hermosa voz, además, fue su consejera, la llave que le permitió abrir todas las puertas para llegar a la antigua capital de México y, ser recibida por el emperador “Moctezuma”. Hoy la conocemos como la Malinche, pero en realidad, ese sobre nombre le pertenecía a Cortés. Los soldados españoles apodaron a Cortes “Malinche”, palabra derivada de “Malintzi” que significa: “El Señor de Malinalli”.

Marina nació alrededor del año 1500, cerca de la antigua capital Olmeca, Coatzacoalcos, los que es actualmente la región de Veracruz. Su nombre original fue “Malinalli” que en “Náhuatl” significa: “Hierva Torcida”. Ella nació princesa, pues fue hija del Cacique de los Painala. Ella tendría una infancia feliz con los privilegios que su origen le daba; su padre amaba mucho a su hija y pasaba mucho tiempo a su lado, era un gobernante responsable cuya pasión fue el estudio de la ciencia y los cuerpos celestes, por lo cual, mando a construir una torre para observar el cielo por las noches. Malinalli, aprendió de su padre el arte de la ciencia y la astronomía, pero su vida tendría su primer tropiezo en la desgracia cuando un día arribaron al pueblo los cobradores de impuestos de Moctezuma, esto, para exigir mayores tributos al cacicazgo de Painala. El padre de Malinalli se rozó, pues la situación de su pueblo era dura, pues dice que empobrecería más su pueblo; tras ello fue llevado preso. El padre de Malinalli fue sacrificado en una piedra ceremonial en donde, con un cuchillo de obsidiana, le arrancaron el corazón mientras su cuerpo mutilado rodaba por las escaleras del templo consagrado.

Tras la muerte de su padre, Malinalli, se convertiría en la heredará del trono, pues ella era la hija mayor. Al cabo de un tiempo su madre se volvió a casar y, de ese matrimonio, se procreó un varón. El nuevo marido convenció a la madre de Malinalli que el heredero debería ser el varón y no la niña y, tras al cabo de grandes discutas decidieron deshacerse de ella. La vendieron como esclava a uno traficantes de esclavos que solían pasar por la localidad, esos mercaderes a su vez la vendieron al señor de Ponto-Chan. La pequeña Malinalli sufrió por segunda vez la sombra de la desgracia, sintiendo en carne propia el rechazo de su propia gente, la traición de su propia madre y, de su pueblo que al ver esto no hizo nada por defenderla de esta injusticia. Ella contaba con tan solo 12 años de edad.

Después de una guerra de Ponto-Chan contra los Mexicas de Xicalango, Malinalli fue entregada como tributo al Cacique mayor de Tabasco y, es ahí, donde por un periodo aproximado de 7 años como esclava aprendió el Maya, dominando también el Náhuatl, su lengua de origen.

En aquellas sociedades las mujeres eran objeto de intercambio, botín de guerra o una mercancía con la que se pagaba. De esa forma Malinalli un día conoció a Hernán Cortés, el cual había arribado las costas de Tabasco en el año 1519, derrotando a los locales en la batalla de Centla. Junto con otras 19 jóvenes esclavas, Malinalli, fue entregada como regalo; Hernán Cortés lo primero que hizo fue bautizar a las jóvenes, por lo que Malinalli se convirtió en Marina, combinación de los nombres de los padres de Cortes: Martín y Cristiana. En ese entonces Marina tenía tan solo 19 años de edad.

Se embarcaron al puerto San Juan de Ulúa, abordo de la embarcación se encontraba Jerónimo de Aguilar, un exprisionero de los Mayas que servía de interprete, pero él no entendía este otro idioma, el Náhuatl. La sorpresa invadió a todos cuando describieron que una de las chicas, Marina, lo hablaba con fluidez. A partir de ese momento serviría de interprete a través de Jerónimo, hasta que aprendió hablar español; cuando ella lo hizo, Cortés y ella se hicieron inseparables.

Marina tenía 19 años y era hermosa, Cortés decía de ella que era su “Lengua” y le pidió que fuera fiel interprete y le daría grandes mercedes, la casaría y le daría libertad; tuvieron una relación tan estrecha que los Mexicas los llamaron a ambos indistintamente: “Malinche”; siendo su papel crucial en la conquista de México. Por ejemplo, implemento todos sus conocimientos sobre las costumbres sociales y militares de su pueblo y, también llevo a cabo misiones de inteligencia y diplomacia, y de esa forma cambio radicalmente la suerte de Marina. Cortés se fijó en ella, se dio cuenta que sus modales distaban mucho de ser de los de una simple esclava, se sorprendió

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