La libertad perdida

La libertad perdida

Cuanto diéramos por volver a la era primitiva, donde no existía la esclavitud, donde se respiraba la libertad y en deseo enorme de seguir viviendo.

Entendiendo la libertad como la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad de la persona, pero en sujeción a un orden o regulación más elevados y la esclavitud, como una situación por la cual una persona es propiedad de otra; es una forma particular de relaciones de producción, característica de un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en la evolución de la economía.

La pérdida de la libertad  se remonta a la Edad Antigua, aunque no de forma equivalente en todas las civilizaciones. Parece que su origen histórico proviene de la práctica de aprovechar como mano de obra a los cautivos en las guerras, también fue la suerte de algunos pueblos conquistados, y en algunos casos se era esclavo por deudas, etc.

La esclavitud está en la humanidad desde sus inicios, desde los relatos de la biblia se puede ver reflejada en cada anécdota del antiguo y nuevo testamento.

Por otra parte, la Edad Media no creó la desigualdad de clases, la encontró ya creada, remontándose al origen de las civilizaciones humanas y así como la esclavitud y el colonato caracterizan a la Edad Antigua, así la servidumbre y la villanía distinguen la Edad Media y hubo tantos grados de servidumbre como condiciones diversas en la manera de poseer.

Actualmente se dice que somos personas libres y existe hasta la constitución y declaración de los derechos humanos, pero la esclavitud existe y aunque aparentemente nadie compra a alguien para que sea su esclavo, si existe esclavitud de diferentes maneras, como lo es la esclavitud sexual, el secuestro, las amenazas de los grupos insurgentes que amedrantan a los campesinos, el acoso laboral, la manipulación o abuso del poder y en los casos más simples se termina siendo esclavo de las adicciones, de deudas o cosas que de pronto ni nos imaginamos.

También estamos sometidos a una especie de esclavitud implícita, que es a la de los medios de comunicación, de los cuales dependemos más de la cuenta, con su excesivo consumismo impuesto por la globalización dándonos la forma como nos debemos ver y actuar.

Como había dicho antes “volver a la era primitiva”; ese es el único periodo al que se le podría llamar libertad, ya que el hombre se desempeñaba solo para él, no había reglas por las cuales regirse; era supervivencia pura.

La libertad se debe ejercer con responsabilidad, respetando a los demás ya a la naturaleza.

Debemos valorar y ejercer la libertad, comprometiéndonos a defenderla siempre como ciudadanos.

La pérdida de la libertad y la identidad relegada a un sujeto simbólico, nos llevara rumbo a la deshumanización total. ¡Ciudadanos del mundo, despertad de ese letardo en que nos ha sumido la mal llamada globalización!

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