La preocupación para la eficacia
Enviado por Fernando Sixtos Nuñez • 24 de Enero de 2017 • Resumen • 1.724 Palabras (7 Páginas) • 278 Visitas
Cooperar en el momento oportuno
Saber trabajar con eficiencia en equipo es quizás, como hemos dicho antes Gather Thurler, 1996ª, saber no trabajar en equipo cuando no es necesario.
El factor tiempo
Los docentes no tienen mucho tiempo para reunirse, trabajar juntos o charlar. El tiempo de conversación es necesario para que la cooperación y la interdependencia puedan desarrollarse. Aunque en general, este tiempo, se toma de las horas no laborales. No debe de olvidarse que el tiempo puesto a disposición – sin obligación – solo ofrece la ocasión de desarrollar una cultura de cooperación.
La preocupación para la eficacia
En las culturas de cooperación profesional orientadas hacia el cambio, se concede una mayor importancia a la problematización de los dilemas profesionales y la resolución de problemas pedagógicos. Sin lugar a duda, es importante someter la evaluación tanto el bienestar como el funcionamiento de cada uno, a fin de evitar los desvíos y para introducir, llegado el caso, las regulaciones necesarias. Conviene recordar que la cooperación profesional es a menudo el resultado de una larga evolución, marcada por numerosos problemas de comunicación, conflictos de poder y de intereses.
La cultura de cooperación propicia el liderazgo cooperativo. Cada individuo se percibe como una unidad importante del sistema y participa activamente en su desarrollo. El desarrollo individual y los aprendizajes colectivos son una misma cosa, se integran en un proceso de profesionalización a largo plazo que engloba al conjunto de miembros del equipo. Las culturas cooperativas aparecen cuando el sistema concede la autonomía necesaria a los actores para desarrollar las soluciones locales mejor adaptadas y más coherentes en cuanto a su posibilidad y competencias. Estas actitudes incluso pueden producir un efecto contrario. Y es más que tener tiempo para programar en colaboración las actividades de enseñanza – aprendizaje pueden reforzar el carácter tradicional. Dicho de otro modo, para conseguir que los docentes construyan el significado del cambio, no vale solo con que haya una cultura de cooperación.
La orientación al cambio en la cultura del centro
Algunos centros escolares rebozan vida, alegría, hospitalidad y otros tristeza, aburrimiento y hasta se exceden en seriedad, cada escuela tiene su propia atmosfera, sus propias vibraciones, que la hacen única. El clima en tanto que reflejo de una escuela, en tanto que expresión de los valores colectivos más o menos compatibles con los objetos del sistema, ejerce una fuerte influencia en quienes trabajan en ellas, ya que ellas dependen en buena medida el funcionamiento intelectual, social y personal de cada persona. Cada persona sabe, por experiencia personal, que todos los centros comparables no comparten la misma cultura, y que la cultura de una institución concreta determina en parte su clima, la moral, el placer, el bienestar o la eficiencia de profesorado y alumnado.
Organizar una acción social eficaz e intencional en institución escolar es, en efecto, tener en cuenta su cultura, la manera en que se orquestan los hábitos (Bourdieu, 1972, 1994), el modo en que los actores perciben y describen la realidad, reaccionan ente la organización, ante los acontecimientos, ante los discursos y las acciones, el modo en que las interpretan, en que les dan sentido. Las relaciones entre los actores en el seno de las instituciones escolares oscilan constantemente entre dos exigencias. Una los obliga a aplicar una lógica “instrumental” al servicio del sistema (el respeto del plan de estudio, la obediencia a las ordenes innovadoras procedentes de las autoridades, la obligación de tener prestaciones y resultados prescritos) la otra exigencia se basa en la lógica que se deriva de la experiencia vivida.
Esta relación dialéctica no es, ni mucho menos, simétrica, y puede afirmarse que la colonización por parte del sistema político y social reduce sin cesar el dominio de existencia de la cultura y se pone al sentido de la acción colectiva construido colectivamente; acción a través de la cultura se reconoce los miembros de la institución escolar.
La institución escolar y la cultura del cambio
La cultura de una institución escolar se constituye activamente a partir de los actores, incluso cuando buena parte de esas construcciones es inconsciente, se trata de un proceso dinámico, evolutivo, un proceso de aprendizaje. La cultura se estabiliza como un conjunto de reglas de juego que organizan la cooperación, la comunicación, las relaciones de poder, las divisiones del trabajo, las formas de decisión, las maneras de actuar e interactuar, las relaciones con el tiempo, la apertura al exterior, la situación de la diferencia y la divergencia y la solidaridad.
Parte de esas soluciones están relacionadas con el cambio, en la escuela, como en todas las organizaciones, el cambio no es, sin embargo, un fenómeno extraordinario.
Algunos aspectos de la cultura que influyen sobre el cambio
La cultura de la institución que ejercen al menos de manera potencial, una influencia sobre el modo en que se recibe o se quiere un cambio, estos aspectos se presenta en forma de contraerse. Es responsabilidad de las instituciones dar con la mejor dosificación para asegurar una buena coherencia y un funcionamiento eficaz.
- La cultura de la institución escolar encauza una forma de ideal, así como una forma de representación de la distancia entre el estado actual del sistema y aquello que se debería o podría esperar de él. Este cambio está relacionado con este estado ideal, y es analizado en función de la posibilidad desde que tiene aproximadamente a él o alejarse. En cambio en el centro escolar cuya cultura genera una actitud más crítica, el cambio se contempla desde una óptica más optimista.
- La cultura de una institución se sitúa en la línea utopía- realismo, es más idealista, cada proyecto se recibe como una nueva esperanza.
- La cultura de algunas instituciones escolares valora la uniformidad, no acepta que existan varias subculturas.
- Algunos centros escolares han tenido una historia agitada o agrupan muchos docentes que han corrido mundo, la cultura conservadora tiende, sobre todo, a dramatizar los evidentes, a sobrestimar los riesgos, a subestimar las capacidades individuales y colectivas de adaptación o creación.
- La cultura de la institución definen a su manera aquello que pertenece al dominio de las prácticas y estructuras y aquello que es objeto de un respeto menos absoluto. En estas culturas individualistas, cualquier proyecto del cambio que invite a los docentes a sacrificar parte de su tiempo de trabajo para cooperar con sus compañeros.
- El cambio en perspectiva moviliza, en algunas instituciones, procedimientos basta simple: una información mínima, una inclinación moderada a la lectura o a invitar a personas (amigos críticos)
- Algunas instituciones tienen una cultura pragmática, están dispuestas a probar para saber, ya que consideran que no tienen nada que perder, los docentes que tiene una experiencia asociativa o que han trabajado en el comercio o la industria a menudo defiende un enfoque menos teórico, más pragmático y centrado en la resolución de problemas a corto, medio y largo plazo.
- En algunas instituciones, La cultura valora los combates retrógrados y trata con consideración todas las susceptibilidades, si bien nunca se sabe si se han tomado una decisión.
- Como algunas culturas nacionalistas restan valor a priori a todo cuando viene de fuera, sin contemplar que podrían obtener de experiencia ajena.
- Tienden a evadir los problemas, a reducirlos a tratarlos lo más tarde posible o a deshacerse de ellos al dejarlos de un lado como asuntos pendientes. Atacar de frente los problemas a menudo conduce a detectar malos funcionamientos o carencias y por tantos, a proyectar cambios.
- En algunos centros escolares, no se concede importancia alguna de la formación continua y hasta puede conducir a quienes la practican a hacerlo de la forma más discreta posible, para no ser objeto de burla de los demás compañeros.
- Algunas culturas evaden con habilidad todo cuanto podría llevar a alguien a salir de su aislamiento, a implicarse en una cooperación profesional.
Cada uno de estos aspectos de la cultura de la institución escolar funciona como un filtro, como un catalizador, como un freno, como un modo de afrontar el cambio.
El núcleo sólido y los campos de conciencia
La cultura de la institución, un proyecto de innovación o una simple directriz procedentes de autoridades escolares recibirán una acogida hostil o solidaria, desconfiada o predispuesta. La cultura constituye el filtro a través del cual los actores asimilan y hacen suya la información que proviene de exterior, interpretan los acontecimientos de la vida en la escuela, las intervenciones de padres y madres, de la autoridad escolar, los nuevos datos de la investigación, así como cualquier idea o sugerencia que se ponga en circulación dentro de la institución escolar.
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