Lectura y Universidad, Hábitos Lectores

Lectura y Universidad, Hábitos Lectores

Introducción

La lectura es un hábito de comunicación que hemos desarrollado los seres humanos, el leer permite adquirir nuevos conocimientos que son de gran utilidad al momento de entablar una conversación, además, nos ayuda a enriquecer nuestro léxico, mejorar la ortografía y brinda facilidades para entender o analizar determinados temas.

Actualmente la lectura no es algo relevante para muchos jóvenes, ya que el uso de herramientas tecnológicas muchas veces resulta más atractivo para ellos y no precisamente por los beneficios y facilidades de aprendizaje que estos brindan. En muchas universidades se emplea la investigación, para que así los jóvenes despierten el interés en la lectura y hagan buen uso de ella.

El presente ensayo aborda temas relacionados con los hábitos de lectura e investigaciones realizadas en diferentes universidades, haciendo énfasis en los problemas que actualmente abordan este tema.                                                                                                                              

El propósito del ensayo es analizar la importancia que tiene el hábito lector en el medio educativo, enfocándose en el entorno universitario, sabiendo que muchas veces este fundamental recurso no es explotado adecuadamente tanto por estudiantes como docentes.

Desarrollo

La lectura es fundamental para el aprendizaje, ya que constituye una base ideal para la comprensión y el análisis de cualquier área de estudio para la formación profesional, en el entorno universitario se exige realizar prácticas de búsqueda, obtención, evaluación, procesamiento e interpretación de la información en soporte digital. Para lo cual es fundamental el uso de la lectura.

Tener confianza al momento de expresarse es fundamental en la universidad, ya que frecuentemente los estudiantes tienen que realizar actividades de exposición, que requieren de una gran habilidad comunicativa y de interacción con demás individuos, leer nos dota de confianza al hablar y nos aporta de una capacidad de pensamiento crítico, que hace que un estudiante realice sus exposiciones de forma participativa con sus compañeros y con mayor seguridad al expresar sus conocimientos e ideas.

La lectura  en la educación superior se ha convertido en objeto de interés debido a que estos procesos inciden directamente en el desempeño académico de los estudiantes y en temas tan sensibles en la vida de las instituciones como la calidad académica, la producción de conocimiento, las dificultades de comunicación, la repetición y la deserción. (Salazar, Sevilla, González, Mendoza, & Echeverry, 2015)

 A partir de varios análisis de investigación realizados a varios estudiantes de distintas universidades sobre los hábitos de lectura que presentan, los resultados definen perfiles específicos del uso de internet vinculados con el hábito lector. Los datos revelan que los universitarios no explotan al máximo las posibilidades de desarrollo académico y de aprendizaje que les brinda internet. Según (Lagarraña & Yubero, 2019) “Para los jóvenes la Red se ha convertido en una plataforma imprescindible para muchas tareas de carácter cotidiano, actividades que tienen que ver con el ocio y la diversión, algunas más especializadas y de uso profesional”.[pic 1]

Leer no es decodificar, no es repetir lo que está escrito, lo que se busca al leer es interpretar y darle un significado al texto por medio de conocimientos previos. El acto de leer tiene como propósito desarrollar en el individuo la comprensión desde una perspectiva interactiva.

En el ambiente universitario es necesario que estudiantes y docentes sean conscientes que la lectura no se termina de aprender ni de enseñar cuando finaliza la educación obligatoria. Además, es necesario no centrar solo el interés de los estudiantes por la lectura como un valor institucional, sino fortalecer el comportamiento de lector voluntario.

El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) resultan ser un instrumento sumamente útil para los estudiantes en etapa universitaria, ya que estás proporcionan un sin número de herramientas que brindan todo tipo de información ya sea actual o antigua. Sin embargo, el uso de estas herramientas en el hábito investigativo necesita de una gran capacidad de análisis y comprensión,  esto lo logramos poniendo en práctica la lectura.

Tradicionalmente, los objetos de la lectura han sido textos escritos en soporte papel, pero el crecimiento de internet y el desarrollo y uso generalizado de las nuevas tecnologías junto con la aparición de nuevos dispositivos móviles, han supuesto un cambio en el panorama de la distribución y acceso a la información, en consecuencia, en su lectura. (Salvador & Cruz, 2015)

Los docentes deberían utilizar la lectura como una estrategia de enseñanza y aprendizaje, debido que al estar leyendo, las células del cerebro se estimulan y se desarrolla mejor el pensamiento cognitivo, es decir, aumenta la capacidad de la mente para que los alumnos pueden incrementar su habilidad de comprensión lectora, que reconozcan la idea principal de un tema, que sepan interpretar la idea principal de autor, esto ayudará a mejorar el aprendizaje de los alumnos. 

El valor de la lectura va más allá de las tareas académicas, ya que ofrece una visión del mundo y una mejor comprensión de sí mismos, al leer nos introducimos en mundo donde la imaginación reina, y si se lee de forma adecuada son muchos los beneficios que se ganan. Además, hoy en día contamos con algo más que libros textuales, contamos con herramientas como el internet que  proporciona facilidades para obtener información, que debe ser leída y posteriormente analizada para comprender los temas de estudios. “Los métodos docentes tradicionales están en desuso. Ahora, además de los textos aportados por el profesor, hay numerosas fuentes de interés académico en internet” (Lagarraña & Yubero, 2019) 

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