Secuencia literaria "Cuentos con lobos"

Secuencia Literaria

Los lobos de los cuentos

Los libros son la llave para el conocimiento y por lo tanto para una transformación de las ideas. Es por eso que, en palabras de Graciela Montes (2007) la escuela es la gran ocasión para que todos los que vivimos en este país-  cualquiera sea nuestra edad, nuestra condición, nuestra circunstancia…- lleguemos a ser lectores plenos y poderosos. Es por eso que mi tarea como docente será contagiar la pasión y despertar el entusiasmo por la literatura.

La literatura  es arte misma, arte que juega con el lenguaje, con las palabras y tiene la peculiaridad de “extrañar” y seducir al lector. La literatura crea mundos  ficcionales con las palabras y deja espacios en blanco, intersticios que el lector deberá llenar involucrando siempre el pensamiento, la reflexión, las emociones, las sensaciones y la imaginación. Asimismo, implica una plurisignificación, es decir,  la elaboración de más de un sentido,  el sentido que se construye entre la interacción del texto literario y la interpretación de quien lo lee o escucha. Eso es lectura. El lector o el que escucha la lectura, a medida que avanza la misma va construyendo su lugar en el mundo, sus propios sentidos, el cual será siempre una conquista personal, ya que no todos damos un mismo significado a cada texto. Por lo tanto, la actitud de lector y del espectador que escucha, se irá cambiando sin dejar de ser lo que era, tratando de  disfrutar  de la creación y de la existencia de esos mundos simbólicos donde  aparecerán palabras y maneras peculiares de decir las cosas.

Frente a ello, durante mi estadía en la sala he observado que al grupo le gusta escuchar cuentos y  relatos de manera atenta, siguiendo el hilo de la misma. Es por tal razón, que me propongo ampliar el bagaje literario de los/as niños/as, sumando relatos e historias de lobos a través de la “escucha” del relato de textos narrados, leyéndolos o interpretándolos, con el fin de desarrollar el gusto y el disfrute de la literatura, hablando y escuchando en contextos imaginativos y a su vez combinarlo con el juego, permitiendo que la literatura sea la excusa para jugar, motor de su imaginación.

A su vez, a lo largo de las propuestas se podrán percibir algunas regularidades en los textos, semejanzas y diferencias, recurrencias del autor y de los personajes, y es en el momento del intercambio verbal donde se ponen en juego las distintas significaciones. Este momento permitirá favorecer el desarrollo de la competencia lingüística y comunicativa de los/as niños/as,  poniéndole voz a su lectura de los relatos escuchados, compartiendo hipótesis y ocurrencias. Una situación en donde ellos/as se pueden expresar y es por eso que trataré de enseñarles a respetar los tiempos de cada uno/a, haciendo valer y afianzando su derecho a la palabra y escuchando la palabra de los otros. Por consiguiente, intervendré durante toda la secuencia guiando, mediando, acompañando con preguntas que los desafíen a ampliar la información de sus respuestas, intervenir expandiendo sus emisiones y aprovechando para dar coherencia y cohesión  a las mismas, brindando información y haciendo observaciones que enriquezcan el diálogo.

En relación a la primera propuesta, narraré “ La historia de los tres cerditos” y luego podremos salir a jugar. Ambientaré la sala ubicando unas colchonetas en semicírculo. Este encuadre del espacio me permitirá moverme con más comodidad dentro de mi sector, ya que al narrar el cuento utilizare como recurso mi propio cuerpo, estando en constante movimiento. Me ubicaré parada en este espacio, frente a las colchonetas y convocaré al grupo utilizando una flauta de émbolo y una vez que capte su atención les pediré Vallan sentándose en las colchonetas porque hoy vamos escuchar una historia. Una historia que no se si ustedes la conocen, capaz que si, no se, porque en ésta historia hay un lobo… Hay un lobo…¡Hay un lobo! (Al mencionar esta frase comenzaré diciéndolo en secreto e iré subiendo cada vez más el volumen de mi voz) Es  la historia de los tres cerditos.

Puede ser que alguno/a la conozca e intente comentar algo sobre el mismo, si esto sucede los dejare expresare y acto seguido les propondré ¿Lo escuchamos?. Comenzaré a narrar la historia de los tres cerditos, utilizando como recurso mi voz, incluyendo variaciones para identificar a los personajes, desplazando el cuerpo por el espacio, gesticulando, haciendo acciones con el cuerpo. Tal vez mientras narre la historia los/as niños/as quieran intervenir repitiendo alguna frase del cueto como por ejemplo “ Y soplaré y soplaré y tu casa derrivaré!

Luego de contar el cuento podré intervenir comentando Vieron la parte en que  el lobo tiró las casitas, Alguien me quiere contar lo que decía y como lo hacia para tirar las casas .¿Qué les pasó a ustedes mientras escuchaban la historia?¿Qué les parece si,  ahora después de haber escuchado el cuento, vamos al jugar al lobo feroz al patio?”

Les repartiré a cada uno unas trompas de cerdito y les diré que se las pongan. Si alguien necesita ayuda estaré disponible para colocárselas. Intervendré diciendo ¿Vamos al patio como si fuéramos la orquesta de chanchitos?

En el patio, ya estarán preparadas unas mesas cubiertas con telas de color rojo, amarillo y marrón simulando ser las casas de los cerditos. Antes de comenzar a jugar les comentaré de donde hasta donde podremos jugar para que no se vallan tan lejos.  En un primer momento, seré yo quien haga de lobo feroz, me colocaré mis orejas y mi cola y correré a los niños hacia las “casas”. Ellos podrán esconderse en cualquiera, pero una vez que los encuentre, dependiendo si están en una casa de paja o de madera, deberán salir corriendo antes de que anuncie. “Y soplaré y soplaré y su casa derribaré.”. Si los atrapo corriendo o dentro de la casa, se convertirán en los nuevos lobos e iremos a buscar a los demás “cerditos” a las otras  “casitas”. Si los lobos llegan a la casa roja, ganan los que han logrado entrar a esta última. Creo que los/as niños/as mientras jueguen dirán la frase del lobo y harán la mímica de soplar, los demás correrán por el espacio entrando y saliendo de las “casas”. Frente a algún conflicto como que se estén peleando por una cola o por las orejas del lobo intervendré diciendo que ahora las orejas del lobo las tiene él o ella y cuando volvamos a jugar te puede tocar a vos ser el lobo. Si es que hay un accidente y alguien golpeo sin querer a otro/a compañero/a  les pediré que nos reunamos para aclarar algunas cosas para poder jugar tratando de no empujar al compañero. Si el grupo me pide seguir jugando, les propondré jugar una vez más delegando el papel del lobo feroz a quien quiera y le daré sus orejas y su cola.

...