ANTE LA TUMBA DE UN MAESTRO
Enviado por crisdeluis • 20 de Agosto de 2011 • 782 Palabras (4 Páginas) • 2.181 Visitas
Ante la tumba de un maestro"
Domingo, 20 de Mayo de 2007
Obrero del Saber yo te saludo
Atleta Infatigable de la ciencia
Como un pequeño homenaje al maestro, transcribo este mensaje, que me encontré entre los libros viejos, parece que es del poeta español "León Felipe".
Maestro, Brindo en tu honor, ante tu altar ¿Dónde? ¿Dónde está tu monumento?
Si fueras coronel y trajeras tu fusil colgado al hombro te podrían una medalla por cada ser humano asesinado e inmediatamente ascenderías a general y pasarías a la historia como un héroe. Un héroe nacional.
Harían tu esfinge en bronce, mármol y oro y un escrito que en la letra así dijera: "Salve o mártir que cubriste con decoro las armas nacionales en todas las trincheras. Pondrían tu nombre en calles, parques o jardines y con toques de trompetas y clarines harían que fuera el pueblo tu templo a besar y en vez de cuatro cirios estarían cuatro cadetes del colegio militar.
Es triste maestro pero es realidad, tu que luchas a diario por los campos, por las sierras, por las veredas y hoyancos, donde con tu sangre fuiste regando los caminos donde hiciste a tantos campesinos, donde les enseñaste que entre el lápiz y el abismo hay una gran distancia y esa distancia se llama analfabetismo. Donde con tu sudor se fundieron las armas de tu esfuerzo, y con tu sabiduría hiciste cada niño un pájaro que vuela, y con tu sonrisa formaste un jardín lleno de rosas, y con tus cantos maestro, nacieron sin querer las mariposas. Tu que libras a diario batalla tras batalla sin ruido de fusil, o disparo de metralleta Tienes que esperarte medio siglo a que pongan en tus escuálidas manos la famosa medalla Altamirano ¡Una sola maestro! ¡Una sola! No mereces más, no mereces más Porque tu espada es de armiño, es gris, es pizarra, es arcilla que no mata, y es escoria que no sirve en los campos de batalla y es ceniza que no enciende y es ceniza que no deja huella en el camino y es el río que perdió por siempre el cauce.
Tus esfuerzos, no sirven maestro, tus desvelos a nadie le importan, a nadie le interesan, porque el honor y la gloria solo se ganan en los combates y tu no te enseñas con los niños que salen a tu encuentro no te ríes a carcajadas del dolor que llevan dentro nunca la espalda les das si te piden maestro, un consejo.
Jamás dañas, jamás ríes, jamás matas tu labor, no es destruir idas, tu misión es hacer hombre que sepan construir sus propias vidas.
Cambiaste estrellas y barras por espinas dejaste casa, padres y hermanos por una sola dicha, hacer de un niño un pavo real de mil colores. Dejaste lujos, alfombras y cortinas por una choza humilde y de cartones, dejaste mesa con platillos y manteles por irte a pasar hambres con las gentes que sueñan con castillos de oropeles.
Y ese sacrificio ¿Quién te
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