AURA, EL HECHIZO DEL AMOR
Enviado por MaraCarrillo • 9 de Septiembre de 2013 • 1.674 Palabras (7 Páginas) • 400 Visitas
Aura, el hechizo del amor
MARÍA MAGDALENA CARRILLO CUEVAS
Uno de los personajes mágicos más emblemáticos y atractivos de la literatura universal es, sin duda, la bruja. Generalmente su existencia denota los temores y quimeras en torno a lo que es desconocido, a la magia y a la mujer como una misma unidad, esto puede provocar en quien se acerca a ella una tremenda atracción y rechazo al mismo tiempo. Así pues, la bruja se ha convertido en ese ser místico y simbólico que aparece como antagonista en muchas obras literarias, pero que en Aura juega el papel más importante.
Carlos Fuentes ha colocado a la bruja como protagonista de sus novelas, pero atribuyéndole características especiales, como lo señala Gloria Durán, al referirse a las brujas y las hechiceras de Fuentes que “son el producto de serias premisas psicológicas, filosóficas y literarias” , condiciones que logran representarse en Aura.
La novela breve, Aura, de Carlos Fuentes ha sido motivo de muchos estudios relacionados con los simbolismos que encierra, también ha sido inspiración de algunas polémicas sobre su contenido sacrílego y sexual en nuestro país, pero sin lugar a dudas es una historia de amor que intenta traspasar el tiempo y el espacio, venciéndolo todo, aunque tenga que valerse de un poco de brujería.
La historia comienza cuando el joven historiador Felipe Montero, lee en el diario un anuncio que parecería dirigido a él, se solicita un profesional con sus cualidades para realizar un trabajo sencillo con muy buena remuneración. Acude a la dirección ubicada en Donceles 815, en el centro de la ciudad, donde habitan la viuda de un general francés, Consuelo Llorente y su sobrina Aura. El trabajo consiste en organizar y reescribir las memorias del general Llorente para ser publicadas, pero la única condición para obtener el trabajo es que se quede a vivir en la casa de la viuda. Hecho que, ciertamente, le cambiará la vida.
La novela transcurre alrededor de Aura, una joven encantadora, poseedora de unos impresionantes ojos verdes y una gran belleza, y la extraña relación con su anciana tía. Felipe se enamora de Aura desde el momento mismo en que la ve y quiere llevársela lejos de allí porque piensa que la joven indefensa no puede hacer su vida porque la vieja Consuelo la tiene atrapada.
El joven historiador observa cosas muy extrañas, inmerso en una incesante obscuridad descubre que los movimientos de las dos mujeres son casi idénticos y que Aura ha perdido la lozanía del día anterior, que la vieja Consuelo tiene varias imágenes y símbolos religiosos en su habitación y que en pocas horas ha sido testigo de una serie de ritos; aunque contrariado y temeroso, Felipe continúa hechizado por el amor que siente por Aura, a quién luego de hacerle el amor le promete que le amará por siempre, aunque envejezca… aunque muera.
Al adentrarse cada vez más en los documentos y las fotografías del general y la viuda, el joven historiador pierde el sentido de la realidad y descubre una verdad que superará las barreras del tiempo, el espacio, el amor, e incluso lo superará a él mismo.
La bruja, la bella, la enamorada
La atmósfera enrarecida de Aura nos sitúa en ese punto donde la realidad y la ficción se funden, donde la claridad y el misterio se confunden y donde la dualidad de sus personajes nos mueve entre el amor y el horror al mismo tiempo. Es a través de los rasgos atribuidos a la bruja y su carga simbólica como se van descubriendo cada una de estas propiedades.
El Diccionario de la Lengua Española define a la bruja como “una figura de la imaginería popular que se relaciona con el mal, con la perversidad. Mujer que practica el conocimiento mágico y posee poderes sobrenaturales.” También constituye el poder del mal que ha de ser combatido y destruido, representa la parte regresiva de todo ser humano. Es villana permanente en los cuentos de hadas.
En la literatura, mexicana, la imagen de la bruja es caracterizada por multiplicidad de retratos: la curandera, la joven y seductora hechicera, la mujer sabia del pueblo, la nahuala. Con estos personajes se ha perpetuado el estereotipo de la mujer mágica que se adapta al contexto cultural. En Aura, la vieja bruja se vale de la joven bella para enamorar al historiador, para retenerlo, pues Felipe se queda con la esperanza de volver a ver a Aura, no porque ame a la viuda, a él no le importa que sean la misma persona, el sólo quiere a Aura.
Ese poder femenino, relacionado con la imaginación, el destino y lo sobrenatural, es el principal atributo que Jules Michelet le da a la bruja. En su estudio, realizado a partir de 1861 e inspirado por las enseñanzas de su esposa, Michelet afirma que “el amor la convierte en maga y que la bruja invoca, conjura y actúa sobre el destino para crear el porvenir” . Características, todas, que definen a la bruja Consuelo desde el primer momento. Hechizado por la belleza de la sobrina, Montero es capaz de aceptar las condiciones de trabajo impuestas por la
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