Act. Integradora Literatura etapa 1
Enviado por DogoMcDogo • 27 de Septiembre de 2017 • Práctica o problema • 1.479 Palabras (6 Páginas) • 325 Visitas
Act. Integradora
Tras un año de trabajo duro, Alberto hizo lo posible para sacar adelante a su padre trabajando y estudiando al mismo tiempo. Como consecuencia de esto, sufría de un estrés constante y ansiedad que le impedía dormir varias veces, se dejo crecer la barba y adelgazo mucho. Durante las noches se sentaba en su habitación y pensaba en que hubiera pasado si Elena, la exesposa de su padre, no se hubiera aparecido en aquella sala de hospital.
Bertha, su madre, pierde todo contacto con Alfredo ya que el decidió, casi al terminar con su tratamiento, irse en un pequeño viaje de reflexión a los alrededores de la ciudad. Su edad se hace notable en su piel, se cortó el pelo y se lo pinto de un tono plateado. Bertha consigue trabajo como camarera en una pequeña cafetería rustica cerca de una carretera con el fin de ahorrar dinero para los estudios de su hijo Alberto.
Por otra parte, la primera familia de Alfredo, Elena, Alejandro y Amelia, llevan una vida regular, ya que Alfredo no ha pagado la manutención por unos 8 meses, aunque eso no molesta tanto a la familia, ya que Alejandro consiguió varios trabajos tras el incidente en la sala del hospital y logra sostener a su familia. Se dejo crecer el pelo hasta los hombros y subió poco de peso. Amelia, en cambio, sigue estudiante y trabaja a medio tiempo para pagarse sus estudios y ayudar en el sustento de la casa a la par de su hermano. Elena, su madre, se gana la vida trabajando como camarera en un club nocturno, se hizo adicta al alcohol y por ende asiste a una rehabilitación de adicciones para calmar su necesidad. Adelgazo mucho y su alta edad se hizo presente en su postura y su piel.
Durante una tarde de Noviembre, en la pequeña casa de la segunda familia de Alfredo, reciben una carta con una demanda por parte de Elena y sus hijos al no cumplir con el dinero de manutención y esto era la cereza sobre el pastel de estrés que Alberto necesitaba. Bertha y su hijo entran en crisis, trabajando duro durante unas semanas, no logran recaudar el dinero necesario. Alberto entra en depresión pensando varias veces en el suicidio o en otra salida de su actual problema.
A mediados de Noviembre, en una noche tormentosa, Alfredo se hace presente en la casa de su segunda familia. Notan que bajo mucho de peso, se dejo la barba y el bigote formando un candado y se rapo el pelo. Alegrado de verlos los abraza a ambos y se dedican a platicar sobre el viaje que hizo Alfredo.
Alfredo – Veo que se encuentran en una situación perjudicante… por
mi culpa. – dice Alfredo mientras saca unos papeles – Tranquilos – exclamo.
Bertha y Alberto se encuentran en un estado alegre, con una sonrisa de oreja a oreja, sin embargo, Alfredo rompe ese momento de alegría al mencionar su trabajo.
Alberto – Trabajo para un cartel de drogas fabricando metanfetamina y
otras drogas. – lo dijo mientras agachaba la mirada decepcionado por su puesto en la sociedad.
Ellos reaccionan de forma alterada y sorprendidos, preguntándole muchas cosas al respecto en un tono alterado e inteligible
Bertha – Pero Alfredo Torres! – exclama Bertha con un todo indignado – Aun sigues en tratamiento para el cáncer! ¡Corres mucho peligro!
Alfredo la interrumpe diciendo – Yo no corro peligro, Yo soy el peligro.
Todos se quedan callados por un momento, Alberto intenta calmar a su madre diciéndole que es la única salida que ambos tienen, mas sin embargo, ella no muestra signos de serenidad ante el problema ya que es consumida por la preocupación hacia su marido.
Después de varias horas y discusiones al respecto, Bertha se calma y se retira a dormir reflexionando sobre su estado actual. Alberto se queda conversando con su padre durante otras horas.
Pasaron dos años después de lo ocurrido en aquella sala de hospital, Alberto había cortado un poco los lazos con su padre, ya que podría ocasionar problemas en su trabajo por sus actos ilegales. Bertha continua trabajando en la cafetería con el fin de ahorrar dinero y mudarse con su familia a una casa en condiciones. Alfredo aún seguía en el negocio de trafico de drogas ilegales sosteniendo a su familia y pagándose su tratamiento contra el cáncer con el dinero que recibía
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