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Adiós Madrid


Enviado por   •  13 de Agosto de 2013  •  1.982 Palabras (8 Páginas)  •  336 Visitas

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INTRODUCCION

Adiós Madrid es una obra literaria que trata un tema muy importante para nosotros, el contrabando de objetos arqueológicos invaluables, el descuido que tenemos como ciudadanos al no darle la importancia que dichos objetos merecen, siendo posible que cualquiera pueda vender y comprar tales objetos, siendo nuestros altos funcionarios los principales saqueadores de la nación, y dejando a su pueblo sin identidad, siendo que estos objetos forman parte de nosotros, de nuestra historia, de nuestro origen.

ENASAYO

El libro habla sobre un detective llamado Héctor Belascoaran Shayne, un hombre pasado de los cuarenta años, fumador, nostálgico y bien arraigado a su ciudad (D.F.), quien es contratado por su amigo Justo Vasco, quien era el encargado del museo de antropología e historia de la ciudad de México para llevar un recado a “la viuda negra” vieja cantante mexicana de música ranchera y exmujer de uno expresidente de México, sobre “El pectoral de Moctezuma” patrimonio de la nación, el cual había sido robado del museo por el expresidente y entregado a esta mujer, pero para esto, él tendría que viajar a Madrid España, donde ahora vive dicha mujer, Vasco le dice que él es el adecuado para dicho trabajo ya que un detective tuerto mexicano le provocaría temor al verlo y la pondría nerviosa y rápidamente hablaría sobre el pectoral.

Al principio Héctor no quería ir, poniendo pretexto de todo para no aceptar el trabajo, uno de sus pretextos era el que tenía clases de merengue en la casa de la cultura de la Condesa y ya había prometido volver al día siguiente, pero después de tantas vueltas al asunto se decide por aceptar el trabajo e irse a Madrid, durante el vuelo, él va haciendo una lista detallada de todo lo que haría ya estando en Madrid, sus planes consistían en ir a visitar la sierra, un lugar llamado San Rafael y en especial ahí donde había dado un concierto su madre, comer tortilla de patata en una taberna, conseguir todas las novelas de Phillip K. Dick, ir a escuchar un concierto de Joaquín Sabina y otro de Juan Manuel Serrat e ir a ver un partido del Real Madrid, todo esto escrito en una servilleta, pues ya no confiaba tanto en su memoria.

Ya estando en Madrid España, fue a visitar a la viuda negra, quien vivía en un departamento lujoso, al verla a ella ya no era la mujer que recordaba de sus tiempos, pero, seguía siendo atractiva y con un cuerpo ya deseado por muchas quinceañeras, al verlo ella a él no causo el impacto que tanto se esperaba, sino que al contrario pareciera que le alegraba mucho ver un compatriota, por lo cual se portó muy amable y cortes con él, haciéndolo pasar a su hogar y ofreciéndole alguna bebida, al entrar observo que cerca de una de las ventas, la más aclareada por la luz de la luna, estaban unos tipos jugando póker, entre ellos un hombre llamado Manolo, quien fuese un importante empresario en México, pero el cual tuvo que huir por un fraude realizado, una vez ya adentro con la viuda negra, Héctor se limitó a solo entregar el recado que le habían mandado a dar, al escuchar esto, la viuda negra le dijo que el expresidente no le había dejado ni un solo quinto y que ella no sabía a lo que se refería.

Héctor no podía dormir pues sufría de nostalgia y se la pasaba pensado en las diferencias entre el D.F y Madrid, donde nunca había pisado hasta esa ocasión, pero que había re caminado tantas veces por hablar de ella con sus padres. Al no poder dormir se percató de su vecina de cuarto quien parecía estar llorando, el balcón de ambos estaba relativamente cerca pero no se atrevió a hablarle.

Héctor fue a ver al director del museo de Antropología e Historia de Madrid, para tener mayor información acerca de Irales, el supuesto comprador del pectoral de Moctezuma, información que le proporcionaría a cambio de tequila, ya que el director del museo era fan autentico de esta bebida mexicana.

Héctor mando un telegrama a México dando a conocer que su trabajo había finalizado, pero la respuesta fue que aún no, que no se fuera a rajar.

Entonces fue a entregarle el recado a Irales, que si se atrevía a comprar el pectoral de Moctezuma, el encargado del museo de antropología de México, haría una conferencia de prensa y le haría todo un escándalo.

Héctor mando a pedir una fotografía o un dibujo del pectoral ya que no tenía ni idea de que era lo que andaba buscando, le mandaron por fax un dibujito con el cual se tuvo que dar una idea de que era el dichoso pectoral.

Héctor seguía buscando a la viuda negra y fue así que llego al cabaret donde ella cantaba con un mariachi reducido, la cual no cantaba nada mal las rancheras.

Un día saliendo del hotel, esperaba a Héctor un coche, al ver esto decidió robar un tenedor del comedor para tener algo con que defenderse, el chofer llevo a Héctor a la casa de la viuda donde Manolete lo amenazó, diciéndole que dejara ya en paz a su mujer que ella no sabía nada del dichoso pectoral.

Se dedicó un día para buscar las novelas de Dick que tanto deseaba, y las consiguió, encontrando aun novelas que no tenía ni idea que existieran. Se metió a un restaurante y comió filete de hígado encebollado y media tortilla de patata. En una esquina de la puerta de sol se metió en medio de un grupo de travestis, apresuro el paso riendo. Mas noche yendo hacia el hotel lo asaltaron, pidiéndole todo el dinero, este se los aventó, no llevaba mucho, la mayoría del dinero lo tenía en el hotel, pero antes de eso les aclaro que regresaría por ellos, lo dieron a loco y lo dejaron ir, los vio alejarse y meterse a un bar, Héctor llego al hotel exaltado buscando algo con que golpear, en un armario de servicio encontró

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