Asesinato en el paraiso

Asesinato en El Paraíso (Medina-Navascués, Tere)

La historia se da en un conjunto residencial, llamado “El Paraíso” y comienza contando un poco sobre cada uno de sus habitantes, los cuales son muy diferentes entre sí. Los que más sobre salen en la historia son: Almudena, Jimena y Belén Méndez, hijas de Guillermo e Isabel Méndez, la primera, es la hija mayor de los Méndez, sencilla y dulce; la segunda es la segunda hija de los Méndez, de ojos azules y cabello negro, descrita con un cuerpo perfecto, y Belén, la tercera de las hijas, la más pequeña, mas sin embargo siempre actuando como una persona mayor, ellos habitaban la residencia número tres.

También destacan en la historia Dolores Fernández de Domette, esposa de Maurice Domette, quien es gerente de una fábrica de perfumes francesa, y eles un poco despistado y habita con su esposa la residencia número cinco, son importantes también el doctor Ramón Aguilar y su esposa Eva María. En la residencia sin número vivían Agustín y Fernando, una pareja de homosexuales que no le hacían mal a nadie. Otro personaje importante es Vittorio Rienchi, quien es gerente de la compañía vitivinícola italiana Angelatti, y en éste caso pasa a ser la víctima del asesinato, el vivía en la residencia número cuatro junto con su chofer, lo único que resta, es averiguar quién es fue el asesino o la asesina.

 Un día normal en El Paraíso podría ser, algunos habitantes quejándose de algunos otros, como Eva María, esposa del doctor Ramón Aguilar, la cual siempre criticaba a los habitantes de la residencia sin número, diciendo que era una falta de respeto tenerlos viviendo a un lado. Eva María siempre quería encontrar algo negativo en todo, como cuando su hijo le presentó a su novia, le dijo a su hijo Gustavo que bien se pudo haber fijado en una de las hijas de los Méndez, pero él las conocía mejor, sabía que no era lo que aparentaban, tan propias y bien portadas, él sabía en verdad como eran. Una de ellas, Jimena, la de en medio, había despertado un especial interés por Vittorio Rienchi a pesar de que sabía que él tenía un amorío con la esposa de Maurice Domette mientras él se encontraba de viaje. Jimena podía observarlos desde su ventana nadar desnudos en la alberca del conjunto residencial por la noche, sin que nada les importara, una noche Almudena la descubrió espiando a Rienchi y Dolores por la noche.

Vittorio Rienchi se llevaba bien con todos, seguido organizaba fiestas para que los habitantes de El Paraíso se conocieran mejor, invitaba a todos a pasar divertidas veladas en el área de la alberca, ofreciendo vino en grandes cantidades, incluso a los trabajadores de limpieza y de seguridad. Una mañana del mes de octubre, Cata, la sirvienta de la residencia número dos encuentra una sorpresa en la alberca, distingue un bulto flotando en ella, un bulto que vestía una bata blanca y tenía pies descalzos, ella dio un grito y el vigilante acudió a ver qué ocurría. El inspector Gerónimo Jironella no tardó en llegar al lugar de los hechos en cuanto le avisaron. Él y su ayudante, Félix Restreta se encargarían de hacer investigaciones para encontrar al culpable. Pronto, encuentran rastros en el pasto cerca de la alberca, como si hubieran arrastrado el cuerpo por ahí, y encontraron restos de sangre seca en algunas de las hojas del pasto.

También, encuentran que tenía un golpe en la nuca, como si se hubiese golpeado con el borde de la alberca o algún objeto como un bastón. Se hicieron un cierto tipo de interrogatorios, a los habitantes del conjunto residencial, para saber si alguien había visto algo durante esa noche del incidente, nadie aportaba algo verdaderamente importante, aunque hubo algo, que no parecía que tenía mucho sentido pero al final de cuentas llego a relacionarse con lo que en verdad pasó: Doña Dolores Izquierdo, madre del doctor Ramón Aguilar dijo que pudo ver todo desde su ventana, que vio que bajó un ángel, porque según ella, Rienchi era el mismísimo demonio, y que el ángel con su ala plateada le dio un golpe y lo mató. El inspector no le dio mucha importancia a esa información. Cuando entrevistaron a Guillermo Méndez encontraron más información; que Rienchi había estado la tarde anterior en el jardín común, que queda junto a la alberca, con algunos habitantes del la casa número 7, Maurice Domette, su esposa, la cual se fue después de un rato a jugar tenis, junto con Jimena Méndez y el propio Rienchi, en el jardín común también estuvieron el doctor Aguilar, Almudena Méndez junto con su novio Pedro, y Belén. Demás habitantes confirmaron lo mismo en sus entrevistas. Después pasa a ser entrevistada Jimena Méndez, que dice que después del juego de tenis ella se fue directo a su cuarto, a intentar dormir y durante la noche, escucho un ruido y un chapoteo en la alberca, no se levantó a ver que era, pues no quería despertar a sus hermanas.

La siguiente entrevista fue hacia Almudena, la cual se encontraba muy nerviosa, dijo que ella ni sus hermanas escucharon nada durante la noche y que durmieron sin ningún problema, pero entonces el inspector la desmiente diciéndole que Jimena si había escuchado algo, ella puso de excusa su nerviosismo por todo lo que había pasado ante su respuesta. Entrevistan a la señora de Domette, la cual fue la última en hablar con Rienchi, ella afirmó que si, fue así, mientras ella ataba el cordón de su zapato, le comentaba sobre las actitud es de Jimena, de cómo cuando el encontraba interés en algo que no fuese ella, se comportaba “como una víbora”. Dolores estaba devastada con la muerte de Vittorio. Entre tantas entrevistas, llega el jardinero, que dice haber encontrado algo raro: una raqueta de tenis escondida junto a la cancha, la cual no estaba ahí hace media hora que había el ido a comer. Llevan dicha raqueta a investigación, y descubren que ese pudo haber el objeto con el que le dieron el golpe en la nuca a Rienchi, pero que eso no fue lo que lo mató, pues aún intentó respirar mientras estaba en la alberca, así que murió ahogado. Continúan las entrevistas, y Fernando, uno de los habitantes de la residencia sin nombre, menciona haber escuchado murmullos de una discusión durante la noche, y Agustín dice que quien lo mató tuvo que haber sido un hombre pues, todas las mujeres del conjunto residencia la doraban a Vittorio Rienchi, pero entonces piensan que tal vez por eso mismo pudo haber sido una mujer, al llegar a tener celos o algo parecido. El vigilante nocturno dio otro dato importante: que él había visto a Rienchi la noche del incidente, lo vio en su casa cuando fue a regresarle un plato con comida que él le había dado, lo vio pasada la media noche con una bata diferente a la que usaba cuando lo encontraron muerto, ya la una, cuando fue a cerrar el portón del conjunto residencial no había nadie en la alberca. Después entrevistan a alguien que pensaron que no aportaría mucho, a la menor de las Méndez, Belén, que dice haber visto a Dolores y Rienchi besarse después de jugar tenis, y que una de sus hermanas también pudo verlos juntos, pero dijo que ellas no pudieron haberlo matado, pues las siguió escuchando en la casa. La pequeña Belén también afirma que las tres estaban enamoradas de Rienchi. Nada cuadraba para llegar a una conclusión, pero entre tanto descubrieron que la raqueta era de Dolores, y que desde la noche del incidente, no la había vuelto a ver.

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