Autoestima
Enviado por marlenechaves • 5 de Febrero de 2013 • 919 Palabras (4 Páginas) • 340 Visitas
Un modelo integral para el establecimiento de la autoestima.
• Autodesprecio
“El auto-desprecio es como una serpiente que mordisquea nuestro pecho, absorbiéndonos la sangre del corazón y mezclándola con el veneno de la soledad y la desesperación.”
Cómo dijo un pensador catalán, nuestra mayor tentación es la de sentirnos unos “desgraciados”, unos indignos de ser amados. Cuando uno se ha convencido que nadie lo ama o que no merece ser amado, ha llegado a su autodestrucción, porque llegamos a caer en el “autodesprecio”.
Si nuestra mayor grandeza es la de sentirnos amados, nuestra mayor miseria será caer en el autodesprecio. Porque entonces no nos valoramos a nosotros. No solo no nos valoramos sino que terminamos creyendo que no valemos nada y que nadie nos ama, ni merecemos ser amados. Es entonces que se crea en nosotros un vacío existencial que no sabemos cómo llenar. Podemos decir que caemos en una especie de “vacío existencial”, donde la vida no tiene sentido ni tiene sentido todo lo que hacemos. Es entonces que carecemos de “razones para vivir”.
• Relaciones autodestructivas
Aunque parezca irracional hay personas que están predispuestas a tener relaciones malas y destructivas.
Algunos dicen que es masoquismo, otros que se debe a un déficit de la autoestima y hay quienes sostienen que el objetivo de la personalidad autodestructiva es demostrar que realmente no son "queribles". Sin embargo hay una especie de acuerdo implícito entre los profesionales de la salud en reconocer esta alteración como un trastorno de la personalidad, es decir, una enfermedad psicológica.
Las personas que se autocastigan en el amor muestran una evidente contradicción: de un lado quieren dejar de sufrir, o al menos eso manifiestan, pero al mismo tiempo reinciden en relaciones tormentosas similares a las anteriores. La razón les dice que no, y el corazón dice que sí.
Entre otras manifestaciones, la personalidad autodestructiva en el afecto se caracteriza por mantener relaciones interpersonales de subordinación ("El otro es más importante que yo minusvaloración de los logros personales) ("Lo que yo hago no es tan importante) baja autoestima, tendencia a emparejarse con personas explotadoras, asunción del papel de víctimas, suelen ser poco asertivas y apenas si experimentan placer en sus vidas. Hay una tendencia a sabotear la propia vida interior.
Detrás de esta manera de ser se esconde una gran dependencia emocional y el afán de hallar alguien mejor que pueda aportarles lo que ellos no tienen. Por eso idealizan a las parejas y se fascinan con personas muy seguras de sí mismas. Crean veneración por aquellos o aquellas que poseen el don de la autosuficiencia. La admiración se transforma en culto, el amor en pleitesía, y el intercambio afectivo, que debería ser recíproco, se vuelve desigual, desequilibrado, inclinado en su contra. La glorificación
...