Autoestima

Autoestima

Psicología Experimental Laboratorio VII

Cházaro Méndez Juan Manuel Cruz Coria Francisco Javier

Landeros Aguilar Jacqueline López Valencia Edgar Omar

Vásquez Hernández Juan Carlos

Profesora: Margarita Martínez Rivera.

Grupo. 1753

INDICE

1. Introducción……………………………………………………………… 3 - 5

2. Capítulo I. La autoestima en la infancia………………………………. 6 - 8

3. Capítulo II. Autoestima en la adolescencia…………………………… 9 - 13

4. Capítulo III. Técnicas para mejorar la autoestima……………………. 14 - 22

4.1. Terapia Conductual……………………………………………………. 14 - 17

4.2. Terapia Cognitivo-conductual…………………………………………. 17 - 19

4.3. Terapia Humanista……………………………………………………… 19 - 21

4.3.1. El poder de la Persona (Autoestima)………………………………. 21

4.3.2. Teoría de la personalidad de Rogers……………………………….. 21- 22

5. Conclusiones……………………………………………………………….. 23

6. Bibliografía………………………………………………………………… 24

7. Taller………………………………………………………………………. 25

8. Evaluación de la autoestima……………………………………………… 26

1. Introducción.

Un elemento ampliamente estudiado en la actualidad por su importancia e implicación en patologías dentro del plano de la salud, así como la constitución de la personalidad o el desarrollo de una identidad, lo constituye el autoestima, que es definida por Nathaniel Branden (1996) como “la confianza en nuestra capacidad de pensar y enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida; es nuestro derecho a triunfar y a ser felices; es el sentimiento de ser respetables, de ser dignos y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y a gozar el fruto de nuestros esfuerzos”; otra concepción que sin duda se ocupa de afirmar el argumento anterior, fue elaborada por Rob Solomon (1989), quien indica que “la autoestima es la visón honesta, sin adornos ni adulteraciones que tenemos de nosotros mismos, de nuestro valor, de nuestra importancia; y además, todos la poseen en el mundo”; a raíz de lo anterior es posible comprender que el autoestima es un estado emocional caracterizado por satisfacción generada por la imagen representativa formada por la misma persona, es la valoración o grado de afecto que un individuo otorga a su auto-imagen. Ante lo anteriormente mencionado es posible resumir el concepto de autoestima en torno a una afirmación “el autoestima es la forma en que se siente respecto a quién es usted” es decir comprende una autoevaluación personal.

La autoestima, es forjada a través del ciclo total de desarrollo humano, es decir, el proceso de manufactura de la autoestima implica las diferentes etapas del desarrollo, como lo son la infancia, la adolescencia y la edad adulta, donde será reafirmada; A partir de lo anterior, resulta necesario comprender ¿cómo es que el autoestima se construye a lo largo de la vida?, cuestión ante la cual Rafael Álvarez Cordero (2006), afirma que esta se forja a partir de cinco pasos: el conocimiento, que implica tener una noción precisa sobre la realidad en la que una persona se encuentra; la comprensión de la misma realidad; la aceptación de la realidad; el autorrespeto que permita expresar sentimientos y emociones sin la necesidad de considerar negativamente la realidad, y finalmente el amor a uno mismo logrado a partir del logro de los pasos anteriores; por otra parte Rodríguez y Camargo (1988), se dieron a la tarea de crear un modelo similar al anterior, que sintetiza los pasos por medio de los cuales se origina la autoestima, modelo denominado la escalera del autoestima, que comprende el autoconocimiento, el autoconcepto, la autoevaluación, autoaceptacion, el autorespeto, y finalmente como síntesis de las anteriores, el autoestima.

Dentro del proceso mediante el cual son forjados los primeros elementos de la autoestima (imagen representativa, autorrespeto, aceptación, etc.) es necesario indicar la importancia del papel que juega la familia, ya que es el grupo primario al que se encuentra expuesto un individuo durante su infancia y adolescencia, y que juega un rol determinante en un individuo en lo referente a su comprensión, aceptación y reafirmación tanto físicos como emocionales, comprendiendo que en las etapas de desarrollo mencionadas tienen lugar procesos de maduración biológica, psíquica y social, y que son procesos que a su vez se encuentran ligados en torno a la búsqueda de una identidad propia, una imagen representativa. De acuerdo a lo anterior, el entorno familiar, constituye el lugar en que se presenta la preparación del individuo para una vida futura, donde un individuo recibe instrucción o entrenamiento en torno a formas de relación y expresión emocional, de satisfacción de necesidades, de aceptación de realidad, en resumen, el entorno familiar constituye el lugar donde se presentan los primeros indicios del autoestima.

La importancia de hacer mención sobre los elementos considerados como conformantes del autoestima, sin importar el modelo del cual se desprendan, radica en la cuestión de que las personas que padecen patologías al respecto de su identidad, manifiestan claramente alguna disociación, en cualquiera de los factores que constituyen la estructura del autoestima, provocados por determinados factores de carácter tanto psicológico como social que producen un decremento en dicho elemento (baja autoestima); dicho decremento de autoestima, antes mencionado, ha sido claramente observado mediante aspectos como lo son: falta de amor hacia sí mismo, la no aceptación de su propio cuerpo reflejada en el disgusto de su imagen corporal, pensamientos y creencias negativas y pesimistas, conformismo, descuido del aspecto personal y

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