CARTAS ENTREGA INMEDIATA (CUENTO)
Enviado por socky2911 • 5 de Julio de 2014 • 1.130 Palabras (5 Páginas) • 375 Visitas
Todo empezó hace un mes y más, ha sido una carrera loca contra el tiempo o contra las ganas de quedarme en una historia o en otra, elegir cuál podría ser digna para mí o para aquellos jueces que no conozco pero que respeto, hablo de más de doscientas historias escritas por niños y adolescentes, cada una, así como ellos, particulares, únicas, llenas de ganas de ser elegidas, caritas de esperanza por escuchar que su historia si estaba ahí, son tantas cosas, tantos contrastes, entre los del día a día y los de las historias de mundos posibles o imposibles.
Hoy ya cuento con las historias “elegidas”, no sé cómo me siento, satisfecha, injusta, responsable, motivada, sí, eso es, motivada, yo también podría tener una buena historia para contar, por qué no, mi propia historia, que se ha inventado y se sigue inventando entre sueños y mi realidad, que comenzó en una escuelita de campo amando la lectura, leyendo, Selecciones de reader´s digest en la biblioteca de mi abuelo, escuchando historias de mi padre, un personaje de la época, gustando de Francia y el francés, no sé por qué a mis 9 o 10 años tenía en mi mente este país, tal vez fueron mis viajes a través de los libros de mi abuelo, seguro que sí, soñaba con ir allá, a mi edad todo era tan simple o mejor siempre lo ha sido.
Luego no fue fácil, debí dejar el campo, allí donde me enredaba entre una familia “ideal”, siete hermanos, amor, risas, afecto de 10 tíos alérgicos al matrimonio y que solo vivían para entregar el corazón a los hijos de su hermano. ¡Qué precio tan alto!, estudiar, sí, debía hacer mi escuela secundaria, vivir en casas de amigos de papá y mamá en la ciudad, mejor no quiero detenerme, no vale la pena, pero los que si valían, y valían mucho eran mis resultados, ya era bachiller.
¡Ah la U!, me encantó, estaba allí, estudiaba Francés, mis profes… nativos… ¡qué elegancia!, como dicen los chicos…cinco años pasaron y mi sueño se estaba construyendo, Paris no estaba tan lejos. Ya hablaba un buen francés, sabía que ese era el camino, no obstante, una realidad con pocas oportunidades que percibí muy pronto y que me obligó a no demorarme tanto en mi ciudad, me hizo elegir entonces, una opción entre no tantas, llegué a la tierra del café, cuando éste era el protagonista de muchas historias, logré aquí reencontrarme y encontrar el lugar perfecto, pude enseñar francés a niños, a esas grandes esperanzas que nos afirman y confirman cada día que tu tiempo es valioso, que vales la pena tú y lo que haces, pequeños mundos que hacen que te enamores más de tu trabajo, qué bello era ocupar ese valioso tiempo, me emociona tanto y me hace tanto bien refrescarme entre esos días.
Pasaron solo dos años, digo solo porque para mí el tiempo no contaba, me quedaba en él, disfrutando tanto lo que hacía, a veces parecía que mi sueño lo estuviera “postergando” pero no, no era así, la profunda Fe y la espiritualidad arraigadas desde niña por mi madre y por mi padre, me hicieron fabricar un buzón imaginario donde depositaba cartas ”Entrega Inmediata” para Dios
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