Campanas De Alarma

LAS CAMPANAS DE ALARMA DAVID PERKINS

Hace algunas semanas, me descubrí pensando en un poema que no había vuelto a leer en muchos años: “Las campanas de alarma”, de Edgar Allan Poe.

Trate de develar el misterio que entrañaba ese recuerdo; como era lógico, tenía que ver con las tribulaciones de la educación. La angustia de los maestros, el malestar de los padres, las desavenencias en el seno de los consejos escolares, la inquietud de los alumnos, los datos desalentadores de las comisiones investigadores, son campanas que suenan desde los cuatro puntos cardinales.

En primer término, ya hemos identificado dos grandes deficiencias en cuanto a los resultados de la educación: el conocimiento frágil y el pensamiento pobre. Con respecto a las causas del fenómeno, encontramos por lo menos dos factores ampliamente difundidos: una teoría de la “búsqueda trivial”, y una teoría del “rendimiento que privilegia la capacidad”.

Una deficiencia: el conocimiento frágil

Es irritante y muy desalentador que los alumnos no posean la información que supuestamente deberían tener.

Llamaremos a este fenómeno “conocimiento olvidado”. Este constituye la principal deficiencia de la educación. También existen otras tales como el conocimiento inerte, que es cuando los estudiantes retienen conocimientos que a menudo no utilizan activamente en la resolución de problemas y en otras actividades; el conocimiento ingenuo, que aun después de haber recibido una instrucción considerable, los alumnos suelen tener ideas ingenuas acerca de la naturaleza de las cosas; y el conocimiento ritual, que es aquel que no entienden cuando se les enseña, o al menos no por completo, y compensan esa insuficiencia con rituales que funcionan bastante bien en el mundo artificial de las clases habituales.

Los cuatro problemas aquí mencionados se oponen a las metas de la educación que postulamos en la introducción: retención, comprensión y uso activo del conocimiento.

Una deficiencia: el pensamiento pobre

Cuando los alumnos manejan todos o algunos de los conocimientos pero son incapaces de optar por alguno de ellos en ocasiones que lo ameritan.

Pensar con lo que se aprende es por cierto uno de los fines de la educación.

Las investigaciones indican que aun cuando el objetivo sea la retención de conocimiento, el mejor método será el que exija pensar y planear una estrategia. Si los estudiantes no aprenden a pensar con los conocimientos que están almacenando, dará lo mismo que no los tengan.

Una causa profunda: la teoría de la búsqueda trivial

Corrientes subterráneas o no, la “búsqueda trivial” es una metáfora valida aplicable a muchos aspectos de la educación contemporánea.

La alternativa es el compromiso político habitual: cumpliendo con todos los programas de estudios, no satisfacemos a ninguno o, lo que es peor,

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