Características de los géneros teatrales

El teatro es una de las formas artísticas más antiguas que conoce la humanidad, ya que este ocupo hasta en las civilizaciones más antiguas un lugar muy importante, ya que el ser humano aprendió a representar de una forma cómica o trágica lo que los caracterizaba en su vida cotidiana “El teatro permite jugar a ser “otro”, en realidad, lo que se expresa son facetas de nosotros mismos que por imperio de la cultura permanecen ocultas”. (Marcelo Aruj).

Estas representaciones fueron divididas por los géneros teatrales; estos tienen características únicas y el ser humano los fue nombrando conforme a esas características, los géneros teatrales están divididos en géneros dramáticos mayores, géneros dramáticos menores y géneros dramáticos musicales. En cada uno de ellos hay subgéneros con características distintas.

Dentro de los géneros mayores se encuentra la tragedia, comedia y el drama; la tragedia es aquella donde los protagonistas se van enfrentando de manera misteriosa contra el destino adverso contra el que se revelan, a veces con orgullo y arrogancia y otras de forma heroica y ejemplar, algunas obras reconocidas son “Romeo y Julieta” (William Shakespeare), “Antìgona” (Sofocles). En cualquier caso, el destino les acaba encaminando inexorablemente hacia la muerte y la destrucción. En cambio la comedia sus personajes protagonistas se ven enfrentados a problemas de la vida cotidiana y son ridiculizados. El desenlace de las comedias suele ser feliz y optimista. El autor griego Aristófanes llevó este género a su plenitud una de sus obras es “Las ranas”. Por último se encuentra el drama cuyas características son que los personajes son personas comunes y luchan contra una adversidad que no aceptan que se sienten sometidos al destino. Sus temas serios y su desenlace es infeliz, aunque no tan violento como en el caso de la tragedia; algunas obras son “Casa de muñecas” (Ibsen), “La señorita Julia” (Strinberg).

Los géneros dramáticos mayores son los más representativos en el teatro desde la antigüedad ya que en estos se representan problemas comunes con el fin de reflexionar, así como menciono Jorge Díaz “Lo que en un momento dado se llamó teatro del absurdo -terminología ya pasada de moda, totalmente- no era más que una aproximación poética y humorística a las cosas. De hecho, jamás me habría atrevido -en teatro y en otras áreas- a insinuar o a decir cosas si no es a través del humor.” De los géneros mayores surgieron los géneros menores que son: paso, entremés, sainete, farsa, monologo, vodevil, tragicomedia, melodrama, auto Sacramenta teatro del absurdo. Son similares en algunas cosas pero tienen algo que los caracteriza de los demás.

El paso es de breve duración, asunto sencillo y tratamiento cómico, que antiguamente se intercalaba entre las partes de las comedias. El paso, denominado así por Lope de Rueda en el siglo XVI, y se caracteriza por su lenguaje realista. El entremés es de forma cómica, en un solo acto y de trama graciosa; los entremeses eran representados en los intermedios de las jornadas de una obra. El sainete es una pieza graciosa de corta duración −inferior a un acto−de carácter y argumento popular, en la que se ridiculizan los vicios y convenciones sociales; derivado del entremés y con o sin canciones. El destino de la farsa es hacer reír. La diferencia entre la farsa y la comedia reside en el asunto; que en la primera al contrario que en la segunda, no necesariamente tiene que ser convincente o cercano a la realidad. El monólogo es interpretada por un solo actor, aun cuando en el intervengan varios personajes ya que el actor puede representar a cada uno de ellos. El vodevil es una comedia aligerada con canciones y bailes, de carácter frívolo,

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