Ciruelas vendidas antes de crecer
Enviado por NE1497 • 14 de Julio de 2019 • Ensayo • 880 Palabras (4 Páginas) • 170 Visitas
CIRUELAS VENDIDAS ANTES DE CRECER.
Escenario:
-Campo de cultivo
-En el comedor de una casa
Personajes:
-Mamá Federica
-Hija 1 Anastasia
-Hija 2 Jacinta
-Vecina 1 Fulgoria
-Vecina 2 Filomena
Primera escena
Narrador: En el pueblo de Santa Lucia de Yatao, vivía una madre con sus dos hijas, el padre de familia se había ha ido a estados unidos sin estar en contacto con ellas hace muchos años. Una mañana las hermanas Jacinta y Anastasia salieron de su casa al campo a sembrar.
(Las hijas están trabajando en el campo).
Anastasia: ¡Esta vida es solo trabajar y trabajar, estoy cansada del campo! Ojalá estas ciruelas crezcan muy rápido y frondosas, para poder venderlas a buen precio.
Jacinta: Así es Anastasia, ojalá las semillas te oigan y así irnos de este pueblucho.
Anastasia: Pos, apúrese Jacinta, que el sol se está poniendo y amá nos espera con una comida bien calientitas.
(Se pone el sol y regresan a casa cantando).
De
Ay ay ay canta ……………
Segunda Escena
Narrador: Las hermanas llegan a su casa, su madre apresurada en terminar la mesa.
(Su madre las escucha y sale a recibirlas para apurarlas.)
Madre: Apúrense chamacas, que la comida está servida y se enfría.
Hijas: Ya vamos amá.
(Se sientan en la mesa).
Madre: ¿Ya se lavaron las manos?
(Las hijas se lavan las manos, regresan a comer)
(Empiezan a jugar con la comida)
Jacinta: Amá, que rico esta está la comida.
Madre: (Con desagrado) Pues, es mi trabajo que le hago, como toda una esclava de la casa, yo lavo y lavo, muele y muele en el metate, y su apá del norte ni un centavo, piensa que de aire vivimos, pero ya verán hijas algún día les va a tocar.
Anastasia: ¡Ni de chiste lo diga asté!
Madre: Cállese, que por su mano ya vinieron.
Jacinta: (sorprendida) ¿A quién se la dio amá?
Madre: Pues el hijo de doña Florinda, el que de niño se fue pal norte. Y la verdad una boca menos que alimentar no caería mal.
Jacinta: ¡Ahhhhh!, el Chencho amá. Se dice en el pueblo que harto billete trae.
Anastasia: ¡¿Casarme yo?! Ni porque harto dinero tenga ese hombre.
Madre: No le pregunté, aquí se hace lo que yo diga.
Anastasia: Eso no es lo que queremos amá. Tenemos planes que con el dinero que saquemos de la cosecha de las ciruelas juntaremos para irnos a la cuidad.
Jacinta: Sí. Y comprarnos unos vestidos rechulos, unos collares, zapatos y unos rebozos. Que eso de andar siempre con estas naguas ya no es para nuestra juventud.
Madre: Já (risa burlona) ¿Y cuánto dinero piensan que van juntar con esa venta?
Jacinta: Pues si damos a $100.00 el kilo. Con la primera cortada tendríamos para el pasaje, la segunda pa´ nuestros gustitos.
Madre: ¡¡Queee!! Son unas recaderas mijas.
Anastasia: Pos si amá, nos ha costado arar la tierra, sembrar las semillas y regarla todos los días, como para que las regalemos.
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