Cradle To Cradle

“Cradle to Cradle” vs “Cradle to Dead”

Cradle to Cradle nace cuando William McDonough, diseñador y arquitecto, recibió el encargo de construir un orfanato en Nueva York. Empezó a estudiar diversas soluciones que le permitieran evitar el empleo de materiales tóxicos. En su búsqueda conoció al químico alemán Michael Braungart. Ambos unieron su experiencia para impulsar el nuevo paradigma de diseño.

La traducción literal de Cradle to Cradle es de la cuna a la cuna aunque la traducción correcta sería desde el origen al origen. Es un método que reconcilia a la industria con el medio ambiente. Es diferente al ecologismo tradicional ya que no buscar reducir el consumo, sino busca reinventar los procesos industriales para que los productos sean devueltos a la tierra como nutrientes (nutrientes biológicos) o vuelvan a la industria para ser reciclados (nutrientes técnicos). El objetivo es cero residuos, cero emisiones, cero “huella ecológica”, es decir residuo = nutriente, desapareciendo por completo el concepto de basura.

Lo que C2C propone es que los materiales deben circular en ciclos cerrados de producción y reciclaje. Los productos deben fabricarse a partir de componentes puros y fáciles de desmontar a fin de crear objetos fáciles de reciclar o por el contrario crear productos totalmente biodegradables que no necesiten ser reciclados en absoluto, a estos productos se le llama cuna a la cuna. Lo más importante es diseñar objetos que no mezclen elementos biológicos con elementos tecnológicos puesto que entonces son imposibles de recuperar, a estos productos se les llama de la cuna a la tumba.

DE LA CUNA A LA TUMBA

Son productos de un sistema industrial diseñados de forma lineal. La mayoría de los productos se crearon con materiales valiosos, cuya extracción y fabricación requirieron esfuerzo y gastos, pero que por su diseño acaban siendo residuos irrecuperables. Después de que el consumidor adquiera el producto, lo tirará, para luego ser enviado un vertedero o ser incinerado. De esta manera, sus componentes, algunos de alto valor, se perderán para siempre y sus restos y cenizas ocasionaran daños al medioambiente y a las personas.

En mi opinión, la industria y el medio ambiente no enemigos. Yo creo que trabajando juntos pueden ayudar al planeta y a las personas. Ya que pueden crear técnicas de producción más eficaces, sin producir residuos. Deberíamos empezar a imitar a la naturaleza porque nunca se ha visto que la naturaleza contamine o que genere residuos. Este proceso, no va ser fácil o rápido pero varias empresas ya empezaron a ser parte de la certificación Cradle to Cradle, como por ejemplo Herman Miller, Nike, Philips, Kodak, Aveda, entre otras. Esta revolución no va ser fácil pero ninguna revolución lo ha sido, aunque debemos asegurarnos de que la Próxima Revolución Industrial sea verde y de que genere

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